diez

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Hoy es la final. Como ganamos los partidos anteriores pudimos llegar a la final.
Esta vez nos sentamos con los demás fans, no nos sentamos en la zona Vip.

- Vení Lai, este es nuestro lugar.- Le sigo a mi amiga sentandonos.

Esta vez nos vamos a quedar a ver el partido completo.
Mañana sale nuestro vuelo a Argentina as que apenas lleguemos al hotel vamos a armar las valijas.

El partido empezó, Laila y yo estábamos re cagadas pero cantando y saltando con la hinchada. Íbamos 2 - 0 pero Mbappe nos igualó así que pasamos al alargue.

- Muchaaaaachooooos, ahora nos volvíamos a ilusionaaaaar.- Cantábamos todos desde las gradas.

Como en el alargue terminamos 3 - 3 tuvimos que pasar a penales, ahora si que nos estábamos cagando de verdad.

- No quiero ver.- Le digo a mi amiga dándome vuelta.

- Ya ganamos Maca. Gonzalo nunca erró un penal.- Me dice girandome para ver el penal.

Gonzalo metió el penal y somos campeones del mundo.

- VAMOOO! GANAMOS, SOMOS CAMPEONES DEL MUNDO.- Gritabamos todos.

Las lágrimas no tardaron en caer, siempre estuvimos esperando este momento.

[...]

Después de la premiación los jugadores empezaron a buscar a sus familiares.

- Vení Maca!- Me gritaba alguien que estaba al lado de una persona de seguridad señalandome.

Cuando miré era Alexis que me estaba llamando. Fui y entré a la cancha, lo primero que hice fue felicitar a Ale y abrazarlo.

- Julii, te felicito. Sos un capo, la rompiste.- Le sigo abrazándolo.

- Gracias Maca!

Abracé a algunos jugadores más.

- Felicitaciones Leo! Te lo mereces.

- Gracias Maca!- Me dice abrazándome.

- Hola Anto! Hoy no nos vimos.- Le digo saludandola

- Es verdad!

Después de saludar a Leo y a Anto no sabia que hacer, estaba literalmente sola en la cancha.

- Hola.- Me dice alguien por atrás.

Me giro y lo veo.

- Hola, felicitaciones.- Le digo seco.

- Gracias!- Me agradeció contento, al parecer.

Nicolas se fue y yo me fui con Enzo, estuve con el y su familia, la verdad es que su mujer es un amor.

- Hola Oli.- Le digo a la hija chiquita de estos dos.

Ella me mira y sonríe, supongo que no sabe hablar todavía.

Cuando terminamos de festejar en la cancha volvimos al hotel, claramente nosotros llegamos muchísimo más rápido que los jugadores.

Acomodamos lo más rápido posible para que todo esté ordenado.
Llegaron los jugadores y empezamos a servir.
Algunos ya estaban borrachos mientras que otros recién estaban empezando.

𝗡𝗲𝘃𝗲𝗿 𝗔𝗴𝗮𝗶𝗻 - 𝘕𝘪𝘤𝘰𝘭𝘢𝘴 𝘖𝘵𝘢𝘮𝘦𝘯𝘥𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora