Louis sintió que seguía soñando cuando despertó. Había un hombre hermoso en su cama y, aún mejor, estaba entre sus brazos. Después de una mala racha de citas, esto era como un sueño hecho realidad.
Amaneció acostado boca arriba, con Harry sobre él, colgado como un koala y con su rostro apoyado en su pecho. Louis jugueteó con sus dedos sobre espalda del chico, su piel era suave y cálida. Hacía mucho que no se sentía tan a gusto con alguien. Quería que esa sensación durara para siempre.
Se levantó antes de que Harry despertara para no espantarlo. La noche anterior no había planeado que fueran a su casa después de la cena, así que su apartamento era un caos. Fue acomodando como pudo la ropa tirada del suelo y el desorden. También escondió el pequeño adorno de Yoda que había sobre la cómoda. Cuando todo estuvo pasable, según su criterio, se puso un jogging cómodo que usaba para estar en casa y fue a la cocina a preparar café.
Unos minutos después, Harry despertó. Enseguida se dio cuenta de que Louis no estaba en la cama. Se sintió incómodo y se vistió porque supuso que eso significaba que estaba echándolo sutilmente. Era una pena, después de haber tenido el mejor sexo de su vida habría esperado que se repitiera. Pero, pensándolo mejor, era un alivio que Louis le pusiera fin a lo que había entre ellos dos porque todavía recordaba lo arrogante e imbécil que había sido durante la cena. De este modo, se lo quitaría de encima más fácilmente.
El departamento del chico era lindo, más grande que el de Harry. Saliendo de la habitación se encontró con una sala de estar iluminada por un gran ventanal. Los muebles estaban bien pero le hacía falta mejor gusto para la decoración. Si Harry saliera con él, le regalaría almohadones estampados y cortinas más elegantes. Mierda. ¿En qué estaba pensando? Él no volvería a ese apartamento jamás.
Caminó por la sala para buscar a Louis y lo detuvo la curiosidad cuando vio un portarretratos colgado en la pared con varias fotos sujetadas con broches sobre algunas cuerdas. Eran todas fotografías de Louis con un montón de niños vestidos con uniformes escolares. Se quedó viendo una en particular en la que varios se habían colgado de la espalda de Louis y él estaba tratando de que ninguno cayera al suelo con una sonrisa enorme en el rostro. No estaba mirando a la cámara, parecía que alguien le había tomado la foto sin que él lo supiera. A Harry le pareció adorable. De pronto sintió un tirón de angustia en su pecho. Si la cita no hubiese salido tan mal, quizás habría podido enamorarse de él algún día.
—Son mis alumnos de otros años.
Harry alzó la vista cuando escuchó que Louis hablaba. Se lo encontró parado en el marco una puerta que conectaba la sala con la cocina, observándolo. Él asintió brevemente con la cabeza y se alejó del portarretratos.
—Se ven muy tiernos —comentó Harry por lo bajo. De pronto se sintió avergonzado de haber estado entrometiéndose en la vida privada del chico.
Louis sonrió levemente al escucharlo. Le llamó la atención que ya se hubiera puesto el conjunto que traía la noche anterior. ¿Significaba que quería irse pronto? Él había planeado llevarle una taza de café a la cama y ofrecerle ver una película juntos, en plan "domingo de cuchareo". Tal vez eso sería demasiado para una primera vez. No acostumbraba tener sexo en la primera cita, estaba oxidado en cuanto a los códigos que se manejaban en esos casos.
—¿Quieres... desayunar? —preguntó Louis algo dubitativo, usándolo como excusa para retenerlo un rato más en su apartamento.
—Hum... puede ser —contestó Harry y se encogió de hombros.
Louis dio media vuelta y se adentró nuevamente en la cocina. Harry lo siguió, admirando su espalda. No podía entender cómo le había parecido feo cuando lo había conocido. No era tan musculoso como el resto de los chicos con los que se había acostado pero, después de la noche que habían pasado, le parecía aún más sexy que cualquiera de ellos. Había comprobado lo fuertes que eran sus manos y de tamaño estaba... bueno, para que se den una idea, Harry había tenido que abrir mucho la mandíbula.
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Esto no está funcionando
RomanceUna cita a ciegas que no salió como esperaban. La cena estuvo fatal pero, ¿qué tal si probamos con el postre? (Historia corta)