Contra Destino

unico

Tsuna observaba todo molesto sin poder creer que esta era su maldita
ceremonia de compromiso, en otras circunstancias no tendría ningún problema, de hecho, estaría feliz por ello, sin embargo, después de ciertos hechos ocurridos en el pasado, solo quería llorar de rabia y maldecir a su padre por ser tan cobarde y codicioso, al punto de venderlo al mejor postor.

La razón era simple, su futura unión era con Reborn, conocido por ser el alfa más cruel y sanguinario, aquel a quien odio la primera vez que se conocieron y su corazón se rompió cuando escucho cómo se expresaba de los omegas y de
aquel que en un futuro estaría a su lado; Y ahora él sería condenado a ser
infeliz de por vida.

En el fondo de su corazón amaba a Reborn, se enamoro desde que lo conoció aquella tarde cuando tenía 11 años, un momento que atesora hasta el día de hoy. Al ser el nieto del alfa zorro más poderoso eran visitados constantemente por tratados o peticiones y otros asuntos por alfas lobos, osos, etc.

Aquel día el alfa de la manada de lobos del norte había llegado, al parecer
ambos alfas eran viejos conocidos; sin saber sobre las visitas el joven castaño llego al jardín para encontrarse con su abuelo como cada tarde y tomar el té, desde lejos lo vio, atractivo como ningún otro hombre que hubiera visto, sus ojos y cabello eran del color de las alas de un cuervo, tan negros, su aura
exudaba poder y peligro. “Su cuerpo sin duda es una visión para disfrutar” el
pequeño castaño se avergonzó ante su propio pensamiento.

Reborn por su lado, no pudo evitar notar el cuerpo esbelto de aquel niño, sin duda en unos años ese pequeño omega seria un manjar, “Es la cosita mas apetitosa que jamás hubiera visto”, se reprendió por sus pensamientos, su
mente era un lio todo lo que podía pensar es en marcar ese pequeño cuerpo para que nadie se lo arrebatara, lo cual era absurdo e insanamente posesivo, por que era solo un niño, se sentía como un abusador; en su interior podía sentir a su lobo inquieto queriendo salir y reclamar lo que sentía como suyo, por fortuna el no era un cachorro sin experiencia, lo controlo no sin cierta  dificultad.
Trato de analizar bien al joven, descifrar por que lo inquietaba tanto, en medio de su inspección lo noto, aquella marca en forma de flor de loto que tenia en la base del cuello, parecía un tatuaje, pero si lo observabas de manera detenida te dabas cuenta de que era mas que eso, aquella marca era su unión con su alfa destinado, maldijo al saber que hacia juego con la que él poseía en la cara del muslo interno.

El abuelo del castaño rio divertido al ver la interacción de esos dos, sabia por lo que vio años atrás en el nacimiento del castaño cuando su amigo se convirtió en un gran lobo en medio del festejo y se acercó al bebe para lamerlo y impregnarlo de su olor, hecho que su amigo no recuerda, que era posible que ambos fueran destinados, aun así no dio nada hecho hasta hoy; carraspeo
para llamar la atención de esos dos, quienes lo miraron su nieto rojo de
vergüenza y su amigo fastidiado, su sonrisa se hizo mas grande.

- Tsu ¿me buscabas? – pregunto el anciano.
- Bueno quería… - se sentía nervioso – solemos pasar tiempo juntos
- Es cierto, mandare a que nos traigan la merienda – el anciano llamo a una empleada quien recibió la orden de llevar aperitivos, cuando se fue su atención volvió a su amigo - ¿te quedas Reborn?
- Nono… - hablo en advertencia el pelinegro.
- Yo… abuelo – hablo suave pero entendible para su abuelo
- Dime Tsu
- Puedo irme si lo deseas – le aseguro, su lindo puchero lo hacia ver tan tierno
- No bebe Tsu, siempre pasamos este tiempo juntos y que este Reborn no
cambia eso – aseguro dando una ligera caricia a los cabellos de su nieto.

Reborn se trago un gruñido ante esto, no podia creer que sintiera celos de esa interaccion, era ridículo su nivel de posesividad, ese chiquillo no era nada suyo, ni lo seria nunca, lo alejaría por su propio bien, con ello en mente miro abuelo y nieto conversar.