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Durante la universidad mi amiga Nora era la más sensata, la copiloto que ayudaba a que las estupideces que tomaba no fueran tan grandes

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Durante la universidad mi amiga Nora era la más sensata, la copiloto que ayudaba a que las estupideces que tomaba no fueran tan grandes. Ahora que somos adultas, parece que yo tuve una gran influencia sobre ella porque me dejó a mí ser la madura en nuestra relación, como ahora, que me he despertado con un poco de resaca por la prefiesta de año nuevo.

Ella en este momento está dormida en el sofá de mi departamento, con el maquillaje corrido y el cabello deshecho.

Qué forma de empezar las vacaciones.

Tomo las llaves de la mesita al lado de mi puerta y veo que todo esté en orden, veo a Nora removerse de forma incómoda, lo que me hace sonreír.

Me acerco a la cocina, tomando el temporizador que uso al cocinar y lo dejo programado para que suene en un minuto.

Abro la puerta y salgo.

Ella me matará cuando regrese, pero, mi ofrenda de paz será el café, el mejor café.

Lo que me convenció de vivir en el departamento es la cafetería que se encuentra debajo, el mejor café y deliciosos desayunos, además de que siempre hay churros con azúcar y canela.

La primera vez que probé uno fue aquí mismo cuando vine a ver lo que sería mi hogar.

Bajo las escaleras y el olor me hace cerrar los ojos un segundo, y bajar las escaleras más rápido.

Salgo por la entrada y doblo hacia abajo, puedo ver a la señora Rose cambiar el cartel de cerrado a abierto y regresar a la barra.

El tintineo de la campana la hace voltear.

— Siempre a tiempo — me dice alegre.

—Ya sabes que tu café es la forma perfecta para comenzar el día — le contestó —. Esta vez serán dos, por favor, además de uno de tus deliciosos churros.

— ¿Algún otro antojo, querida?

— ¿Qué me recomiendas para hoy?

—Para ti, la tarta de almendra y pera. Para tu amiga, la alta y rubia, una rebanada de mi pastel de chocolate — se acerca un poco — lo dulce la hará sentirse mejor — me hace un guiño.

Su manera juguetona de "discreción" me parece divertida, lo que me hace reír.

—No se me escapa nada, nena, las escuché llegar, espero lo hayan pasado bien — me dice divertida, mientras me acerca los cafés y termina de meter las cosas en las bolsas de papel.

—Lo fue, sí.

En cuanto me da el pedido y realizo el pago, me despido y tomo el camino de vuelta a mi departamento.

Apenas estoy por llegar y escucho el sonido del timbre y a mi amiga gritar, creo que no tomé tanto tiempo como creí.



° ° °



Justo ahora, el dolor de cabeza se acompañó de un dolor de espalda gracias a la necedad de gustarme comer en el piso de la sala con la cosa en la mesa cafetera en lugar de la barra de la cocina.

Ambas estábamos disfrutando la comida, mientras veíamos el partido de los reyes de Boston.

"— Este momento definirá a Kingman. Si ganan se van a la postemporada. — habla el comentarista deportivo.

Súbanse a mis hombros! — Al escuchar su voz, aparto la mirada de mi plato, para ver el partido — ¡Vamos a la tierra prometida!, ¿está bien? ¡A la de uno! — el equipo se separa, acomodándose en la cancha, tomando posiciones —¡a la carga! ¡Vamos!

Aquí vamos, Kingman tiene a los rebeldes en la línea, Sanders se cambia de derecha a izquierda— El jugador número 85 corre hacia el lado contrario, listos, inicia la jugada — y ahí viene kingman, retrocede. ¡Tiene a Sanders desmarcado en la zona de anotación!

—¡Lánzalo, Joe!

¡Kingman corre!, ¡está dentro de la 5!, ¡brazo extendido, es el giro de Kingman! — Observo mientras sorbo lo que me quedaba de café, sin despegar la vista, como el numero uno atraviesa al equipo contrario para finalmente, tras empujar con su paso distintivo, caer en la línea de anotación. —¡Y ENTRA! ¡TOUCHDOWN, REBELDES! ¡GANARON! — La Cámara enfoca al público en la tribuna, que empieza a celebrar, se escuchan los gritos. —¡Que tremenda jugada de Kingman! ¡El rey gana de nuevo!

La música inunda el estadio y gritos con su nombre resuenan '¡vamos Joe!'. Contagiado por el ritmo de Elvis, fingiendo tocar una guitarra, con cada rasgueo, sus fans dicen '¡NUNCA.... DIGAS... NO!'. Finalmente marcado el final del partido cuando el equipo regresa a los vestidores."

—Me sorprende cómo evitas a tu hermano en sus fiestas, pero nunca te pierdes de sus juegos — me dice Nora

— Es diferente, prefiero verlo regodearse en la cancha que regodearse en una fiesta, además, recuerda cómo son esas fiestas.

—Y quiénes están —comentó divertida, observándome.

—¡Cállate, Eleonora! —gritó y le lanzó la almohada en la que me estaba recargando.

Tomo el control de la televisión y le bajo el volumen.





...

hey lectores, por fin pude sentarme a leer lo que tenía de esta historia y rehacerla. Espero que les guste.

Por favor, voten o comenten, eso incentiva mucho y me ayuda conocer sus opiniones, también aprecio las sugerencias. \⁠(⁠ϋ⁠)⁠/

Collage hecho por mí, modificando imágenes de Pinterest para que se parezca más a lo que imagine mientras escribía.

Entrenando a Papá. Reunión familiar - ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora