¡Hasta que fué feliz!

El Secuestro

                        Narra Miranda

Aún no puedo creer lo que estoy escuchando-
Digo para mi en voz baja, mientras escucho a Andrea mi nueva madrastra- Era una zorra, gracias a Dios murió y estoy con Robert al fin- Dijo ella por teléfono - ¡Así es siempre! , solo piensa en si misma y en la fortuna de mi padre -

Como bien saben me llamo Miranda Saldaña Del Monte, tengo 19 años, mi padre es Robert Saldaña, mi hermana menor de 15 años Gema y esa estúpida que está hablando es mi madrastra Andrea Capillo, la cuál tengo que soportar todos los días, debido a sus insultos hacia mi madre a pesar de que no está con nosotras.

"Mi madre Katherine fué una mujer amorosa, cariñosa y muy protectora con gema y conmigo, ella nos amó mucho, hasta que empezó a tener problemas con mi padre, ya que al tener problemas en su trabajo empezó a beber mucho y a llegar muy tarde a casa embriagado, mi madre la notaba muy cansada y preocupada por  él, aunque intentaba disimularlo - se que en el fondo estaba triste - mi hermana y yo no nos gustaba escucharlos desde nuestras habitaciones discutir, Gema entraba a mi habitación abatida e inquieta para dormir conmigo, no concebía el sueño por las discusiones de nuestros padres, la dejaba que se quedara, solo tenía 11 años. Yy recordé.

                          Hace 4 años

Estoy en mi habitación, alguien toca la puerta, pensé que era mi madre ya que siempre venía a darme un beso de buenas noches... Pero al abrir la puerta me percato que es Gema veo sus ojos llorosos, se abalanza hacia mi abrazandome.

- Puedo dormir contigo? - Me dice sollozando sobre mi pecho - que te ocurre? - Le digo dejándola pasar a mi recámara.

- Es que... Mamá y papá discuten mucho y no quiero que se separen - la acuesto a mi lado en la cama, gema se queda dormida y le digo que todo estará bien, luego sin darme cuenta también me quedo dormida.

Actual

- Que estas haciendo? - me sobresalta Gema mientras yo estaba viendo a la estúpida de Andrea hablar por teléfono - eh... Bueno eh - Andrea se da cuenta de que la espiaba, susurra algo que no llego a escuchar bien, cuelga y se acerca a nosotras - me pongo nerviosa.

- Que estabas haciendo niña tonta? - me quedo callada metida entre mis pensamientos, mi padre no estaba en casa, hasta que salgo de mi burbuja cuando me grita - CONTÉSTAME!!! - me quedo atónita y luego me toma por el brazo con fuerza, me hacía daño.. y me lleva a mi habitación lanzandome a la cama, antes de irse me dice - Estás castigada, no vas a salir.-

Me molesté mucho, abrí mi armario y saqué toda mi ropa, tomé una mochila y metí todo lo necesario, me colgué el bolso acercándome a la ventana buscando la manera de salir - "en estos momentos no me importa nada, quiero salir de esta casa, ella siempre me trata como basura, me largo de aquí "

Abrí la ventana saltando a las tejas, era una casa de dos plantas si me caía me mataba, en lo que termino de pensar eso piso una teja en falso y caigo creyendo que me mataría, pero por suerte caí en la piscina. Con la ropa mojada salgo, me dirijo al cuarto donde nos cambiamos de traje de baño, entro y me cambié, salí y empezé a caminar por la autopista, pensaba ir para la casa de mi amiga ( ella me hiba a aceptar).  Iba pensando en Gema, la pobre gema la dejé con esa bruja.

"Bueno la verdad es que tengo que contarles algo". Por Andrea Capillo mi madre murió, un día mi padre vino a casa con ella, al parecer  eran amantes, mi madre estaba en el trabajo, yo los observaba desde las escaleras.

"Eres tan dulce Robert" - Decía Andrea mientras le daba besos, entra por la puerta mi madre quedando en shock al verlos besarse, vi que su piel palidese y se desmaya, en ese momento me asusté mucho y bajé las escaleras hacia ella  corriendo, mi padre se percata de la presencia de mi mamá en el suelo, la agarra sentandola en el sofá y le empieza a dar aire con una revista, yo llegué al lugar y comencé a hablarle. No reaccionaba, entré en pánico la verdad, luego mi madre empezó a combulsionar y tuvo un infarto.

Yo suspiré, mientras se me venían tantos malos recuerdos a la mente, traté de contener las lágrimas pero no púde, se me escapó una, rápidamente me la quito con el dedo mientras seguía mi camino.

De pronto dos camionetas negras se detienen y de la primera salen dos hombres altos y musculosos, no me dió tiempo de correr ni de gritar cuando ya me habían tapado la boca, me tomaron entre sus brazos y me montaron en la camioneta, traté de escapar pero fué inútil, luego me hicieron oler algo y me desmayé.

Nota de las escritoras: hola a todos , espero que les esté gustando nuestra historia, ya que somos dos escritoras.
Nos vemos en el próximo capítulo😃.