¿internado? ¡¡¡no jodas!!!

procesando

(Pov Annabeth)
Hay muchas cosas que no me sorprenden. A los siete años cuando mamá al fin me reclamo como hija de Atenea, realmente no me sorprendí aun a esa tierna edad, yo era bastante lista, así que pude ver las señales.

Por lo que siempre me e considerado atenta y capas de darme cuenta de todo lo que pasa a mi alrededor.
¿Porque? ¡vamos! ¿que niña pequeña conocen puede que averiguar que su madre es una Diosa del parteon Griego sin parecer desquiciada?.

Bueno, pues yo soy una de las afortunadas.

Así que confió en que pueden imaginar mi sorpresa, al verme obligada a dejar de interrogar a Percy, para acudir a la enorme explosión que se escucho en su sección de dormitorios.
Solo para llegar y encontrarme con un grupo de monstruos, en ese instante yo estaba preparada para escuchar la estúpida e incorrecta historia que la niebla hubiera puesto en sus mentes mortales...¡pero no! de hecho ellos me miraron como esperando lo mismo como si yo fuera la estúpida con mente mortal.
Solo tarde unos segundos en darme cuenta de que ellos o eran monstruos disfrazados, algo que no creo correcto, o mestizos.

¡mestizos!.

Solo tuve unos segundos para asimilar esto, antes de que los monstruos nos atacaran, rápidamente saque mis dagas gemelas de bronce celestial. Dagas que había robado de un grupo de monstruos que me acorralaron cuando era pequeña.

Principalmente las había robado porque tenían el símbolo de Atenea en las hojas algo que aun a esa edad me sorprendió y confundió, así que las robe apenas me desice de los monstruos, ciertamente no me arrepiento, pues me han salvado la vida múltiples veces.
Agarre las armas con habilidad y me puse en posición de ataque, con destreza pude bloquear el ataque de la primera mujer serpiente, puse mi mente en modo "hija de Atenea" y busque sus puntos débiles, los encontré en mili-segundos ella dejaba ligeramente desprotegido su lado derecho al atacar, fue su error fatal.

Y haci fue con todos los monstruos, hasta que no quedo nada mas que polvo dorado.

Respire con dificultad, parecian años desde que pelie con tantos monstruos.

"No diría años peros si unos buenos meses".

Con molestia le di a mi conciencia la razón, el tiempo que había estado en este internado lo había pasado como en un sueño, como si solo estuviera aqui para esperar algo, de hecho cuando intento recordar que sucedió no se... Hace una semana no lo logro, pero si puedo recordar perfectamente como llegue aqui.

"¿Annabeth? ¿Estas bien?" ohi que me preguntaban

Sacudí la cabeza, intentando volver al mundo y salir de mis reflexiones.
Percy me miraba con sus orbes verdes, conmocionado, parecía tan sorprendido como yo.

Poso una de sus manos en una de las mías, solté la daga que agarraba con esa mano y tome la suya.

La apreté
Y el la apretó en respuesta

"Estoy bien..." respondí "pero ahí que ir a ver a los demás"

Tomados de la mano nos dirigimos a Thalia y Nico.

Los dos tenían la ropa destrozada, mire la mía con molestia y me di cuenta de que Percy y yo estábamos igual.

Putos y desconsiderados monstruos.

Cuando nos acercábamos pudimos ohir como Thalia gritaba.

"¡Eres un mestizo!"

Al parecer Thalia estaba procesando como yo hice al inicio de la pelea. Ella tenia las mejillas sonrojadas y los ojos abiertos en el mas completo y puro shock.

La entendía, probablemente yo estaba igual.

Cuando finalmente llegamos a su lado Percy grito:

"¡Thalia!"

Ella le respondí con voz tembloroza.

"¿Si?"

Volví a apretarle la mano a Percy, mientras notaba que Thalia nos miraba con sorpresa.

"¿Eres un semidiós?" pregunto Percy
"Semidiosa" respondió ausente "si,si lo soy" parecía afectada por su respuesta.

Aunque parezca extraño, yo estaba igual sentía que esa respuesta cambiaria nuestras vidas.

Como si hubiera iniciado algo.

Algo que estaba segura de que no podríamos detener, algo solo hecho para seguir su propia corriente... corriente

¡ja! Que irónico viniendo de una hija de Atenea.

No hagan caso sólo estoy procesando...

Una gran y problematca información.