Parte única

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No era una casualidad que haya escogido un zafiro para su ojo, su madre y sus hermanos lo sabían. El color de su prótesis se debía al hermoso tatuaje en su piel que nacía en su muñeca, la preciosa señal de que había algo que sólo le pertenecía a él había mermado el dolor y la agonía de perder su ojo. De hecho no se había dado cuenta que la marca había aparecido hasta que regresaron a King's Landing luego del desastroso funeral y su reclamo a Vhagar en Driftmark. Cuando lo estaban ayudando a bañarse una criada gritó, anunciandole que la marca de su alma gemela había nacido en el interior de su muñeca.

Aemond no lo había creído hasta vio él mismo con su ojo sano una marca naciendo en el centro del interior de su muñeca, tenía un color azul profundo y brillante, era una forma rara, no podía determinar qué era, podía ser una L, o una T, normalmente las personas afortunadas que recibían su marca de alma gemela tenían nombres, otros símbolos, pero Aemond no sabía qué era lo que estaba en su muñeca, sólo sabía que tenía un alma gemela esperando por él en alguna parte.

La fe de los siete no creía en las almas gemelas, decían que era brujería que obligaba a almas a atarse de por vida para algún ritual. Aemond creía que eso era mejor que casarse por conveniencia, así que ignoró todas las veces que su madre intentó disuadirlo de buscar a su alma gemela y unirlo en alguna unión política que apoyaría el reclamo de Aegon como heredero en el futuro.

Su obsesión con su marca superó su enojo hacia Lucerys y su ojo, no le importó más que lo que lo hacía algún día poder encontrarse con la persona que era sólo para él, la única cosa por la que no tenía que pelear por conseguir y merecer ser digno, lo único que estaba hecho por los dioses sólo para él, para ser suyo y amarlo por cómo era. Sin embargo, mientras más pasaba el tiempo y la marca iba creciendo, más desesperado estaba.

La marca sólo dejaba de crecer cuando al fin te encontrabas con tu alma gemela y veían en el otro las marcas casi idénticas, crecían de la misma forma hasta que podían estar juntos. Así que Aemond había viajado a  visitar reinos y conocer a cuanta gente pudiese con la esperanza de poder encontrar a su persona. Se preguntaba si su alma gemela estaba al otro lado del mar, en algún lugar que él no podía imaginar.

En medio de su búsqueda de alma gemela fue que la carta de Vaemond Velaryon llegó a manos de su abuelo, haciendo oficial su reclamo por Driftmark ahora que Lord Corlys estaba enfermo en cama. Quiso reír al saber que el sucio bastardo de Rhaenyra sería despojado de su "derecho" por su bastardía, sería interesante de ver, el niño que lo mutiló siendo humillado en una corte pública, siendo entredicho que su sangre era sucia marcada por el adulterio de su madre. Pausó su siguiente viaje con ilusión de distraerse un poco y ver el circo que se armaría en la fortaleza.

Cuando su media hermana llegó se regocijó al saber que el mocoso estaba asustado. Había cambiado y crecido mucho, pero aún era tan pequeño, sus rizos se habían convertido en ondas marcadas, su cara redondeada e infantil seguía ahí pero más definida que cuando tenía cinco años, parecía que la pobre criatura no mataba ni una mosca, pero él sabía mejor.

Fue un acto de alarde la pelea con Sir Criston. Quería mostrarle a esos bastardos, a Lucerys, que podía arrancarle el ojo con tanta facilidad que no se lo vería venir. Disfrutó su expresión aterrada cuando se dirigió a ellos, y más aún cuando Vaemond Velaryon llegó.

Estaba destilando adrenalina como nunca antes el resto del día y al día siguiente cuando la audiencia se llevó a cabo. Por las miradas en las caras de su abuelo y su madre sabía que hoy acabaría todo, el mocoso quedaría en evidencia y se le quitaría el derecho que se le había dado sin merecerlo. Nunca esperó que su padre moribundo decidiera arriesgar su propia salud por ir a defender a su hija y a sus nietos.

Al final nada resultó como ellos querían y la cabeza y el cuerpo separados de Vaemond estaba ahora ensuciando el piso de la sala del trono y Lucerys seguía siendo heredero al trono de Driftwood, además Jacaerys estaba siendo comprometido a Baela Targaryen apoyado por la princesa Rhaenys. Se preguntó por qué Lucerys y Rhaena no estaban siguiendo el mismo camino.

Tatuado en la piel [Lucemond]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora