En una noche de luna llena, la última guerra se aproximaba. Le teníamos delante, justo delante. Empezamos a atacarle pero no pudimos hacer mucho. Entonces, él levanto la mano y, cuando la bajó, vimos un gran resplandor caer sobre nuestras cabezas...
EPÍLOGO
En una noche de luna llena, la última guerra se aproximaba. Le teníamos delante, justo delante. Empezamos a atacarle pero no pudimos hacer mucho. Entonces, él levanto la mano y, cuando la bajó, vimos un gran resplandor caer sobre nuestras cabezas...