Que difícil es el amor ( Sanji x Usopp )

Capitulo 5

Narra Usopp:
Me sentía realmente bien junto a Sanji, lo estaba pasando increíble y a cada minuto rezaba para que no llegara el final de la velada. Cenar con Sanji era un gran logro para mí, porque había pasado de ponerme nervioso con su presencia a estar en un restaurante con él a solas, quizá era el principio del camino hacia una bonita relación con él, aunque no fuera amorosa, pero esperaba que algún día si lo fuera. Negé para mis adentros no quería engañarme, eso nunca sería posible pero, soñar es gratis, ¿no?

Mientras soñaba despierto no me había dado cuenta de que Sanji se había puesto de pie, me miraba, como solo él sabe mirarme. Tragué saliva nervioso y también le miré, percibí que estaba igual o incluso más nervioso que yo, su fisonomía no le delataba se le veía sereno y calmado pero el movimiento inquieto y ansioso de sus manos lo delataba.

- Oye Usopp, necesito hablar contigo sobre algo muy importante, es algo difícil de decir para mí, pero siento que ya no puedo más - exclamó.
- Claro Sanji, somos nakamas y puedes contarme lo que quieras y necesites con total confianza- contesté

- En ese caso - Sanji tomo un respiro antes de empezar a hablar- quiero contarte esto pero has de prometerme que no vas a interrumpirme hasta que acabe y también prometeme que no va a cambiar tu amistad hacia mi- exclamó Sanji

-Sanji, te lo prometo, nada de lo que me cuentes va a hacer que deje de hablarte o que dejemos de ser amigos y no voy a interrumpirte así que cuentame, ¿que ocurre?- pregunté.

- Lo que pasa es que...Me gustas, Usopp, me gustas mucho, desde hace bastante tiempo. No quise aceptarlo al principio porque desde siempre me habían gustado las mujeres y que me gustara un hombre era una gran vergüenza para mí. Pero con el tiempo me di cuenta que no servía de nada ocultar lo que sentia porque cada vez el sentimiento hacia a ti era mayor. Empecé a sentirme así hace unos 2 meses, cuando pasaba tiempo contigo me lo pasaba tan bien, me reía, tú me hacías sentir bien y me di cuenta de que me había enamorado de ti porque sentía lo mismo que sentía cuando me enamoraba de una mujer. No creo que sientas lo mismo Usopp, porque siempre he sabido que te gustaba la chica de tu villa, pero aún así necesito decírtelo.Tu, Usopp, has hecho que me dé cuenta de muchas cosas y estoy hoy aquí, en esta bonita noche, mientras suena está hermosa música para preguntarte si estás dispuesto a salir conmigo y ser mi pareja.

Narra Sanji:
Al acabar de decirle todo a Usopp no pude evitar sentirme aliviado.Al final lo he hecho, se lo he dicho, ahora necesito que responda, pensaba mientras no podía evitar sonrojarme de la vergüenza, mire a Usopp que se había levantado de su silla y se acercaba poco a poco hacia mi, esperaba que empezara a hablar pero no decía nada solo estaba ahí quieto, también sonrojado, mucho más que yo.

- Entenderé que...

- Tu también me gustas, Sanji -interrumpio Usopp a su nakama.

Usopp estaba nervioso, notaba como todo su cuerpo temblaba cuando mi mano se posó en su mejilla. Él, al sentir el calor de mi piel junto a la suya me sonrió, esa hermosa sonrisa que me tenía cautivado.

- ¿En serio? No quiero que te sientas obligado a decir que si, para no herir mis sentimientos, entiendo si es un no- explicó Sanji, queria estar seguro de que era cierto.

- Si, es enserio - repuso Usopp-  Sanji, llevo enamorado de ti desde hace mucho, pero nunca me atreví a decirlo porque tenía miedo, porque estaba seguro de que mis sentimientos hacia ti no iban a ser los mismos hacia mi por tu parte. Pero, ahora que estamos aquí y que te has sincerado conmigo, yo, me siento el hombre más feliz del mundo y acepto ser tu pareja.

Me sentía tan feliz por las palabras de Usopp,  tan emocionado porque había aceptado ser mi pareja que no pude resistirme y le besé. Un beso suave y cariñoso, mi mano seguía en su mejilla y la otra estaba entrelazada con la mano de Usopp, era un momento realmente increíble y esperaba que no se terminará nunca. Finalmente me separé de él y lo mire, estaba totalmente atónito, sonrojado, pero estaba feliz y eso era lo que más me alegraba.

Narra Usopp:
"Acaso estoy soñando" me preguntaba, lo que estaba pasando era tan increíble que aunque fuera un sueño no quería despertarme. Había anhelado tanto aquel beso que cuando me fue otorgado, no supe cómo reaccionar. Su mano se fue acercando lentamente a la mía hasta que se juntaron suavemente. Después de separarnos no sabía que decir o hacer, estaba realmente perplejo, así que tan solo limité a mirarle a los ojos.

- Te quiero Usopp, gracias por aceptar ser mi pareja - me dijo Sanji

- No me des las gracias, no son necesarias, estoy muy feliz de que me lo hayas propuesto, yo también te quiero- contesté

Sanji me sonrió genuinamente, se sentó de nuevo en la mesa y me hizo un ademán de que le imitará.

-Tengo un regalo para ti -exclamó Sanji- quizá no es el mejor regalo del mundo pero iré mejorando, te lo aseguro.

- No tendrías que haberte molestado, no era necesario. Aún así, sea lo que sea que me regales me hará feliz, mientras seas tú el que me lo de- declaré.

Él, puso encima de mi mano, que se encontraba apoyada en la mesa, la suya; un gesto que expresaba a su vez amor y agradecimiento. Cómo estaba realmente cautivado con ese acto, no me había percatado de que Sanji, había depositado encima de la mesa una cajita de color ocre.

-Es para ti, ábrelo cuando quieras- expuso Sanji

Con sumo cuidado cogí con mi mano libre la caja, la acerque hasta mi y la abrí. Dentro había un collar, un collar bastante simple pero que poseía su encanto; este estaba compuesto de 2 partes, la cadena y la pieza del centro de la joya: una llave.

- Sanji..., no sé qué decir, me encanta- afirmé

- Estoy realmente contento de que te guste, ¿te gustaría saber porqué escogí la llave?- preguntó

- Claro que sí, cuéntamelo- contesté, está ansioso de saber que signicado tendría aquella llave.

- Bueno, te seré sincero, mientras iba en busca de un regalo para ti no conseguía dar con el adecuado porque sentía que ninguno era lo suficientemente especial para este momento. Después de un buen rato paseando entre las tiendas y observando sus productos, aún no había conseguido dar con nada, pero en ese instante se me presento una idea, "Porque no hacer yo mismo el regalo", primero pensé en cocinarte algo, pero aparte de que no era singular, quería que tuvieras algo que siempre que lo miraras te recordara a este momento, por eso un postre o una comida, no era lo más acertado, no creo que pudieras guardarlo para siempre- Sanji soltó una pequeña risa y continuó- Asi que al final después de pensar durante un tiempo, me decanté por regalarte una joya, ya que así podrías tener mi obsequio siempre cerca; compré primero la cadena y luego fui a buscar la llave, buscaba una que me recordara a ti, que fuera bonita como tú, pero que tuviera una cierta sencillez. Ahora bien, ¿porque escogí la llave y no otro símbolo? La respuesta es sencilla, cuando tú tienes algo que proteger lo escondes, lo pones bajo llave, por ejemplo un tesoro. Para acceder a él necesitas la llave sí o sí, por tanto la llave es lo que protege al objeto en cuestión, yo soy tu llave Usopp, porque estoy dispuesto a protegerte de cualquier cosa que quiera hacerte daño, porque ahora mismo eres el tesoro más preciado que tengo.

No pude contener la emoción al oír las palabras de Sanji, me levanté frenéticamente de la silla y fui a abrazarlo.

Narra Sanji:

Correspondí el abrazo de Usopp, su gesto me dio a entender todas las cosas que quería decirme, no eran necesarias las palabras, su cálido abrazo era más que suficiente.

Estuvimos el resto de la velada conversando, riendo y disfrutando; una de las mejores noches de mi vida. Después de todo, nos dirigimos de nuevo al hotel, el camino iluminado por farolas, nos alumbraba, una pareja de enamorados cogidos de la mano.

Llegamos a nuestra habitación, era tan tarde y estabamos verdaderamente cansados que nos fuimos a dormir a los pocos minutos de haber entrado; agradecía en verdad que nos hubiera tocado dormir juntos en la misma habitación.

- Buenas noches Usopp, te quiero- dije para luego depositar un suave beso de buenas noches en sus labios.

"Yo también te quiero", fue las últimas palabras que escuche antes de caer en un plácido sueño.