¿Tú novio es policía?

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Detroit, la ciudad más peligrosa ¿Quién quisiera mudarse ahí? La respuesta, Dick Grayson y claro tuve que ser arrastrada por él, aunque no me quejaba mucho ya que al menos podía estar cerca de él. Algunos no creerían qué Detroit es la ciudad más peligrosa, algunos dirían qué es Gotham o algo así, pero la verdad es que esta ciudad tiene algo diferente o más bien no tiene algo que todas las demás sí, un héroe. Gotham puede ser una mierda, pero tiene a Batman así como Metrópolis tiene a superman y Central City a Flash. Detroit no tiene ningún héroe, su última heroína, Vixen, fue a star City y jamás volvió. Así que cuando nos fuimos de Gotham Dick no dudo en venir a aquí ya qué la gente necesito un héroe y él lo sería.

Era muy de noche, Dick había conseguido un trabajo como Detective así que llegaba demasiado tarde a casa. Esta sola y aburrida, bueno no tan sola ya qué Dick no iba a estar tanto tiempo conmigo me regalo un perrito qué llamé Barry y en un tiempo se convirtió en un gran perro, no solo me iba a dar compaña sino también me iba a proteger. Tenía hambre por lo cual me dirigí a la cocina, abrí el refrigerador y no había nada. No tenía nada mejor que hacer así que tome mi chaqueta y fui directo a la tienda, Barry me acompaño.

Sabía que si Dick llegaba y no me veía en casa iba preocuparse, así que acelere el paso.Giré la esquina y me encontré con una pequeña tienda, entré y empecé a buscar algo que me quitara el hambre.

De pronto escuché como Barry ladraba desde fuera de la tienda lo cual me alertó.

—¡Deme todo!— gritó alguien.

Al escuchar aquél gritó enseguida supe que la tienda estaba siendo robada, me asomé un poco y pude ver como un hombre con ropa y una capucha negra le estaba apuntando al señor de la registradora. Me escondí enseguida esperando a que el ladrón se largará, pero no lo hizo.

—¡No escuchaste idiota! ¡dame todo el dinero!

No pude escuchar lo que respondió el trabajador, pero lo siguiente aturdio mis oídos, había sido un disparo. Tapé mi boca, escuchaba como el ladrón habría la registradora y se llevaba el dinero, suplicaba para que se fuera.

—Maldito perro— dijo el ladrón.

Me preocupe enseguida por Barry, sabía que un ladrón qué acababa de matar a alguien no le importaría matar a un perrito por lo cual quise correr fuera e irme lo más deprisa junto a Barry, pero la voz de Dick no se iba de mi mente.

Recuerda, si estás en peligro solo escondete y no hagas nada estúpido— decía Dick en aquél entrenamiento qué alguna vez me dio.

En ese momento mi mente recordó a Dick y me sentí estúpida al no a verlo llamado aún, sin embargo no pudo ser peor ya qué mi teléfono se resbaló de mis manos y cayó al suelo haciendo un gran ruido, mi corazón se paró.

—¿Quién está ahí?— preguntó el ladrón.

No respondí y miré a mi alrededor para ver con que me podía defender, sin embargo era muy tarde ya que aquél hombre ya estaba enfrente de mí apuntandome con su arma.

—Supongo que viste eso ¿no?— me cuestionó el ladrón.

Sabía a lo que se refería, había visto como mató a ese hombre, ahora yo era la siguiente. Oía como Barry rasguñaba la entrada y entró, se dirigió directo al ladrón y mordió su pierna, esa fue la oportunidad justa para arrebatarle el arma de las manos y apuntarle. Él subió las mano.

—Al suelo ¡ya! — le grité.

No cuestionó nada y lo hizo, con mi otra mano presioné el contacto de Dick y lo llamé, en una mano tenía el teléfono y la otra sostenía el arma.

—Hola, amor— me saludó tiernamente sin saber lo que estaba pasando.

—Dick, estoy en la tienda de la calle #13, por nuestro departamento.

Sabía que había notado mi voz temblorosa.

—¿Está todo en orden?— me preguntó él.

—Hay un ladrón.

—¿Un ladrón? ¿está junto a ti? ¿Estás bien?— me interrogó con un tono de preocupación.

—Estoy bien, pero hay alguien herido, el ladrón está en el suelo, tengo su arma.

—Mierda, voy en camino.

Dick cortó el teléfono.

—¿a quién llamaste a tu novio?— preguntó burlesco desde el suelo.

—Sí.

—Debiste llamar a la policía.

—Eso hice.

Minutos después...

Alguien abrió la puerta de la tienda, eran paramedicos qué se acercaron al hombre en el suelo, después entró él, corrío cuando me vio y enseguida arresto al hombre y se lo dio a otro policía para que lo llevara a la patrulla.

—¿Tú novio es policía?— preguntó el ladrón mientras se lo llevaban.

—¿Estás bien?— me cuestionó Dick mientras me tomaba por la mejilla.

—Sí, estoy bien y también Barry— dije, miré a Barry y me miraba con esa tierna mirada.

—¿Segura? ¿ese idiota te hizo algo?

—Estoy bien— era una mentira que notó al instante ya qué mis manos estaban temblando.

—____.

No respondí y miré a otro lado, estaba bien físicamente, sin embargo jamás había tenido tanto miedo. Mordí mi labio y estaba apunto de irme cuando Dick me abrazó con todas sus fuerzas y yo solo me escondí en su pecho.


En casa

Ya habíamos vuelto al departamento, Barry estaba completamente dormido y yo miraba la televisión para distraerme un rato cuando Dick se sento a mi lado.

—Tal vez, deberíamos irnos a un lugar más seguro— comentó Dick.

—¿Qué?

—Sí, creo que no fue una muy buena idea venir a la maldita ciudad más peligrosa.

—Tonterías, solo fue un robo...además por eso quisiste venir aquí para mejorar la ciudad y hacerla más segura para aquellos que no pueden defenderse— le respondí.

Dick sonrió.

—Pues tú si qué sabes defenderte, manejaste bien la situación.

—Gracias a ti, esos entrenamiento funcionaron de algo y Barry también me ayudó.

—Haré esta ciudad más segura para ti.

—No necesito que me protejas a mí, pero Detroit...necesita a Nightwing.








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Nightwing fuera

ONE SHOTS II  DICK GRAYSON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora