୨ ♡ ୧ - Jimin es uno de los chicos más dulces de todo su instituto. Era atentó, tierno, respetuoso y todo lo bueno que las personas se podrían imaginar.
Y si, esa misma persona, tan amable y cordial, estaba enamorado del gótico culón del salón.
Qu...
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Okay, libremente podía decir que estaba sumamente nervioso.
Sus dedos no habían dejado de moverse en el transcurso de la tan esperada ida a la cafetería, inclusive se había tambaleado un poco en el trayecto.
Había estado aproximadamente dos horas con Jimin en su hogar, siendo sincero, había aprendido muchísimas cosas que no sabía anteriormente y no creía que de verdad había funcionado aquella tarde de estudios. No pudo contener algunos comentarios fuera de lugar, pero Jimin ya parecía acostumbrado a ello con tal de que no se pasará de la raya como anteriormente lo había hecho, pero igualmente, trato de controlarse.
No lo podía evitar, así era su personalidad.
A veces era algo testarudo y mandon, otras completamente sumiso y cute, otras engreído y de lanzar malos comentarios, etc etc etc.
Era totalmente normal para el y tratar de controlar su propia personalidad le resultaba algo difícil.
O sea, douh.
Así que ahí estaba, caminando junto a Jimin a una cafetería algo cercana de su casa. No había hablado mucho, al menos por parte suya, pero no significaba que no le prestaba atención a cada palabra que salía de la boca del rubio.
¿Debería considerar esto como una cita?
Bueno, no estaba seguro, pero continuaba estando nervioso.
"Yoonie, estás algo callado"
El mencionado levanto su vista del piso inmediatamente, enfoncandola en el más alto.
"Um- es que tengo hambre" jodida excusa tan estúpida.
"¿El hambre es un impedimento para hablar para ti?" Pregunto confundido.
El menor mordió su labio inferior con algo de fuerza, dándose una golpiza mental. Bien, no tenía mucho sentido lo que había dicho.
"Algo así" se encogió de hombros.
Ni siquiera tenía hambre.
"Oh, está bien. Cuando lleguemos pediremos cualquier cosa que sea de tu gusto"
El más bajo asintió nada más.
Continuaron caminando, está vez en un cómodo silencio.
"Minnie" le llamo.
"¿Si, Yoonie?"
"Quisiera preguntarte algo..." Dijo en un tono bajo pero lo suficiente audible para que el moreno lo escuchará.
"Soy todo oídos"
"Uh, bueno. Es...¿Sientes alguna obligación al estar conmigo?" Jimin frunció el ceño.
"Creo que no entendí...-"
"A lo que me refiero" interrumpió "es que a pesar de mis malos tratos tu continuas hablándome y- ¿sabes? No te debes sentir obligado a hacerlo, si quieres alejarte u algo no me sorprendería, todo el mundo termina haciéndolo"
