Capítulo Único

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En la sala de estar se encontraban un alfa y un Omega de pie frente a su pequeño hijo. Él solo los observaba sentado en el sillón sin comprender que ocurría, sabía que no había hecho travesuras, o al menos no descubrieron las que hizo porque sus padres no estaban enojados, debía ser algo más.

La pareja se miraba mutuamente algo nerviosos. El alfa parecía aterrado por lo que el Omega decidió hablar

— Taehyun, vas a tener un hermanito— ambos padres estaban expectantes a la reacción del menor.

— ¿Cuánto pagaron por mi hermano?

— ¿Pagar?— preguntaron ambos extrañados.

— claro, cuando alguien quiere algo debe pagar el precio justo o hacer un cambio equivalente al valor de ese algo.

— tienes 6 años ¿de dónde sacaste eso?— cuestiono Yoongi.

— tío Jin me lo enseñó— respondió orgulloso de poder recordar las palabras exactas.

— no me sorprende.

— no pagamos nada pequeño nosotros-

— entonces será un... Cambio... Me van a dar a mi ¿no es así?— ambos mayores se miraron sorprendidos— pero yo no quiero irme— continuó mientras sus ojos se cristalizaban— n-no me gustan las aves grandes, y-yo no quiero un hermanito si debo irme

— hey hey, no cariño— dijo Namjoon cargando en brazos a su hijo mientras limpiaba una lagrimita rebelde— jamás te daríamos a nadie, eres nuestro bebé.

— ¿De verdad?

— claro, además la cigüeña es como el Santa Claus de las parejas. Solo deja un bebé cuando una pareja se ama muuucho mucho— abrazó fuertemente a su hijo logrando que riera a gusto.

— entonces ¿Los padres con muchos hijos se ama más que ustedes y por eso la cigüeña les dió más bebés?

— como dijo papá— interrumpió el pálido— es como Santa Claus, tú escribes una carta y Santa trae los regalos, de la misma forma las parejas pedimos un bebé y la cigüeña lo trae.

— ¿Y porque no pidieron un bebé antes? Podríamos ser hasta cien, no miles de hijos por tooooodo el amor que tienen— enfatizó extendiendo sus manitos por sobre su cabeza causando ternura a sus padres.

— porque queríamos que tuvieras todo ese amor para tí y cuando llegue tu hermanito puedas compartirlo con él— afirmó Namjoon a lo que el menor asintió pensativo, en su pequeña cabecita eso tenía sentido.

— pues cuando llegue le daré mucho mucho amor— sonrió contento mostrando sus lindos dientes.

— así me gusta— dejó un beso en la frente del pequeño.

— ¿Cuando vendrá la cigüeña?

— todavía faltan unos meses cariño

— ¿meses? ¿No puede ser antes?

— haces muchas preguntas— susurro el más bajo.

— ¡Yoongi!— reprendió el moreno a lo que solo recibió un gesto de falsa inocencia— no viene antes porque hay que preparar las cosas para su llegada— continuó dirigiéndose al menor— ahora ¿Quien quiere ir a casa de Beomgyu?

— yo— dijo moviéndose con emoción mientras levantaba su manito.

— entonces ve a preparar tus cosas— ordenó con dulzura Namjoon mientras dejaba al pequeño en el suelo nuevamente.

— ¡Si!— el grito entusiasmado de su hijo causo risa en ambos.

— recuérdame no dejarlo tanto tiempo cerca de Jin— hablo Yoongi.

— sabes que igual lo harás.

— bueno, eso resultó más simple de lo que creí— ignoró lo anteriormente dicho cuando quedaron solos— esperaba algún berrinche o celos de hijo único.

— evidentemente no es celoso— dejó un beso en la mejilla contraría abrazándolo por los hombros— o tal vez solo es la emoción del momento y cuando nazca este pequeño sea el problema— Realmente espera que la llegada del nuevo integrante no sea algo difícil de llevar, no quería que su hijo se sintiera mal por ello.

— no lo creo, Tae todavía es un niño pero es muy comprensivo y bueno, seguramente serán inseparables con el bebé.

— eso espero— hizo una pequeña pausa— ahora serán dos pequeños torbellinos corriendo por la casa— con mucha ternura observaba el vientre algo abultado.

— si, todavía recuerdo cuando era nuestro mocoso quien estaba aquí dentro— sonrió con nostalgia.

— no le digas así— reprendió el moreno.

— sabes que es con cariño— se excusó recibiendo solo un suspiro como respuesta.

— ya son más de ocho años juntos, lo recuerdas ¿no?— dijo abrazando al Omega por la espalda— pero sigues igual de sexy que el primer día— susurró en su cuello dejando un beso sobre la marca de unión.

— lo dices porque me quieres en ropa interior— respondió riendo.

— que decir, esas lindas piernas son mi debilidad— sonrió olfateando el aroma, haciéndole cosquillas con su nariz al pelinegro.

— tonto— rio estremeciéndose ante el roce contrario.

— pues con este tonto tuviste un hijo y hay otro en camino.

— Mmh, gracias a qué yo di el primer paso— dijo volteando para poder poner los brazos alrededor de su esposo.

— discúlpame por ser tímido ante un tan precioso Omega— respondió dando un tierno beso.

— tú aún sigues siendo tierno como un cachorro gigante.

— eso no decías anoche— dejó un superficial beso en el cuello.

— ni se te ocurra alfa, Tae vendrá en cualquier momento.

— pero lo dejaremos en casa de Jungkook con Beomgyu— continuó dejando besos.

— ¿Qué pretendes?— rió suave.

— pues tendremos casa sola, podríamos hacer un cachorro más.

— pues te recuerdo que estoy embarazado por si no te diste cuenta.

— pero podríamos intentar hasta que sean gemelos— respondió coqueto presionando más la cintura del Omega.

— estoy seguro que así no funciona.

— no perdemos nada intentando.

— ya, alfa pervertido, primero dejemos a nuestro cachorro— contesto soltando al más alto caminando hacia el mismo lugar por el cual se marchó su hijo pocos minutos antes.

Namjoon solo apreciaba la figura alejarse lentamente y sintió su lobo aullar de felicidad. Despertar día tras día rodeado del aroma que amó desde el primer momento, sabiendo que había un pequeño niño tan solo a unos metros de su habitación y otro que pronto podría tener en sus brazos llenaban su alma y la de su lobo.

Siempre creyó que su vida sería simple y monótona dedicada a la música, hasta que llegó Yoongi a desestabilizar sus planes.

Nunca espero que el talentoso compositor y rapero bajo el seudónimo de Agust D, fuese un tierno Omega de piel pálida y sonrisa adorable. Contrastaba completamente con la imagen que causaban sus canciones y eso solo era aún mejor.

Llegó una mañana como nuevo compañero de trabajo y con el tiempo se convirtió en su compañero de vida. Todo gracias a una colaboración a la cuál se iba a negar por no sentirse capaz. Bendito sea su amigo Jungkook, quien lo convenció de aceptar.

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