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Ojos en él, ardiendo en su alma.

Incluso antes de que estuviera completamente despierto, Seokjin supo que alguien lo estaba mirando. No podía ser Taehyung; ese hombre nunca se había parado a mirar algo en su vida entera. Si el diablo estaba en los detalles, entonces eso lo convertía en un santo.

Pensándolo bien, estas sábanas no se sentían como las finas y sedosas que siempre cubrían la cama de Taehyung en todo momento.

Éstas eran gruesas y calientes, como una nube modesta que nunca se admiraría por su apariencia, pero notó todo igual. El colchón también era más suave. Así que había dormido en la cama de otra persona.

Seokjin abrió los ojos. En algún momento en medio de la noche debe haber rodado. El rostro de Jungkook estaba justo enfrente de él, toda la tensión de los últimos días arrancada por el sueño profundo. Sus labios estaban ligeramente separados, y una mano se curvó infantil contra su mejilla.

Con el corazón dolorido en el pecho, Seokjin se preguntó por qué había pensado que estaba siendo vigilado. Tal vez la paranoia, o su subconsciente había registrado la cara de Jungkook volviéndose en su dirección y sustituyó el resto. De cualquier manera, estaba despierto ahora y no había mucho más que hacer excepto observar al hombre dormido.

A no ser que... A no ser que pudiera devolverle el favor que Jungkook trató de darle, de despertarse siendo chupado. Eso podía ser presuntuoso, sin embargo. El hecho de que pasaran la noche en la misma cama no significaba que se tratara de un método totalmente automático para el sexo.

Además, se recordó a sí mismo, Jungkook no había dicho exactamente lo que pensaba de su relación o el curso que tomaría desde este punto.

—No puedo decidir si esto es sexy o espeluznante.

—¡Oh!

El otro hombre estaba despierto, parpadeando somnoliento.

Seokjin se estiró y deslizó los dedos por entre los desordenados y desaliñados mechones rubios. Jungkook se relajo bajo su mano, dejándose acariciar durante un minuto antes de retirarse lentamente y sentarse.

—¿Estabas durmiendo con los ojos abiertos? —Bromeó.

—No, yo solo... —Seokjin se ruborizó y se empujó sobre sus codos. Las mantas sobre sus cuerpos eran lo suficientemente gruesas como para ocultar el bulto entre sus piernas, pero no tan grueso que se sintiera completamente oculto. —Sólo te estaba admirando. Eres muy lindo cuando duermes.

—Y tú también —dijo Jungkook. Él sonrió, los ojos color avellana brillando débilmente con su diversión—. Eso fue antes de que me apuñalaras en el ojo con tu polla.

—La apariencia de pirata te va bien, te lo digo.

—Mi directorio no está de acuerdo. Hablando de ellos, —Jungkook miró el reloj en la pared. Seokjin siguió su mirada y automáticamente se estremeció. Eran sólo las 1 de la mañana. Había confundido el resplandor del despertador con la débil luz de la mañana. —No están terriblemente contentos conmigo por saltarme tantas cosas.

—Lo siento.

La sorpresa parpadeó sobre el hermoso rostro del otro.

—No es tu culpa.

Seokjin se encogió de hombros.

—Todavía puedo sentirlo. Si tomo la culpa, entonces hay alguien concreto en el que estar enojado. Estar enojado con el mundo es una mierda.

—Sea como sea, me niego a dejar que lo hagas —resoplo Jungkook, extendiéndose a través de los pocos centímetros de espacio entre ellos para tomar el rostro de Seokjin en sus manos —. Estás acostumbrado a tener que tomar la caída, pero de ahora en adelante, sólo se te permite disculparte por algo que has hecho.

Unexpected love Where stories live. Discover now