Efectivamente, Chunga no estaba en casa cuando ambos llegaron. La parte difícil fue convencer a Mingi, porque salió de la pizzería dispuesto a tomar un camino distinto y cumplir la amenaza de comerse la pizza solo, incluso tuvo la delicadeza de dar media vuelta, abrir dramáticamente la caja y levantarle a Hongjoong el dedo medio después de “sacarlo” de la caja. Sólo hubo que seguirlo cuatro calles y cuando finalmente lo alcanzó, le prometió que había algo para él y debía acompañarlo.
Así, llegaron a casa del menor, con una pizza fría y un Mingi confianzudo que apenas puso un pie dentro, se dirigió al refrigerador para buscar una cerveza.
—No hay, Min. — responde desde la sala Hongjoong, a sabiendas de qué busca su amigo apenas escucha el ruido de la puerta ser abierta. —No hubo ayer, no habrá hoy.
—Debería, se supone que me conoces. — cierra la puerta sinceramente decepcionado, para salir a la sala donde Hongjoong está sentado en el sofá.
El sofá.
—Y también se supone que me importas, por eso no fomento tus vicios.
Mingi pone cara de asco.
—Demonios, hablas como una madre, Kim.Hongjoong sonríe, cruzando ambos pies bajo su trasero. —Me gusta pensar que muy dentro de ti, te gusta que me preocupe por ti.
—Un poco, tal vez.— Mingi evade lo anterior dicho, porque le pone incómodo admitirlo y además, todavía no se acostumbra a eso de que le guste Hongjoong de otra forma. — ¿Vas a darme lo que sea que tienes para mi o me puedo ir?
—Te lo daré, sí, pero antes quiero algo. — Hongjoong palmea el reposabrazos del sofá.
—No voy a sentarme ahí.
— ¿Eh? ¿Qué tiene de malo?
—Que me tienes en abstinencia desde hace tres meses y ahí sucedieron cosas.— señala el sofá con la cabeza, cruzado de brazos. —Y yo no soy de hule.
Hongjoong se suelta a reír con ganas, mientras Mingi se molesta más y más a cada segundo. Renuente, no se mueve de su sitio hasta que el menor se pone de pie, con las manos al cielo en señal de paz.
—Vale, tu ganas. Siéntate. — Hongjoong señala el sofá ahora vacío. —Gigi~... Confía en mí.
Mingi en serio trata de mantener la expresión estoica y firme pero Hongjoong le pone esos ojos de cachorro, esa boquita en puchero y efectivamente, él no es de hule, así que acepta y se deja caer al sofá de mala gana, con las piernas abiertas y los brazos cruzados. Hongjoong sonríe victorioso y se sienta junto a él, con la peculiaridad de estar sobre las piernas de Mingi. El menor enrosca los brazos al rededor del cuello del mayor, con esa dulce y bonita sonrisa todavía en el rostro. Mingi lleva ambas manos a la espalda de Hongjoong, mirándolo con detenimiento, sin esa expresión de molestia permanente que normalmente carga. Sus párpados relajados, sus ojos brillantes recorriendo las facciones del menor y sus labios ligeramente curvados hacia arriba mientras pasa los dedos por la espalda baja de Hongjoong.
— ¿Qué pasó con eso del trato y tus patrañas?
El menor se encoje de hombros. —Esto es chantaje puro, te estoy secuestrando y no te has dado cuenta.
Mingi alza una ceja, una sonrisa divertida en su rostro. Sus dedos bajan un poco, delineando el interior de los muslos de Hongjoong. — ¿Ah, sí? — el menor asiente con los ojos cerrados.—Puedo levantarme y llevarte conmigo, y entonces, tu plan habría fallado rotundamente.
—Tal vez quiera que me lleves contigo... — enrosca sus dedos en el largo cabello de Mingi, mirando bajo sus pestañas el pecho de este.
Mingi entiende el sentido de la frase y detiene sus movimientos, para observar con atención a Hongjoong. Sus ojos tristes y esa bonita sonrisa caída, mientras le acaricia el cabello. Toma de la barbilla al menor, con cuidado, enfocando sus miradas; los ojos de Hongjoong no brillan en la forma que tanto le gusta a Mingi, se sienten apagados.
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𝑅𝑢𝑑𝑒 𝐵𝑜𝑦
Fanfiction𐀔ʾʾ.𝑤𝑤𝑤.𝒎𝒊𝒏𝒋𝒐𝒐𝒏𝒈.𝑐𝑜𝑚 "La delgada línea existente entre ser azotado en los casilleros por tu bravucón y terminar entre sus piernas" 𔘓Mingi:Top H...