La más bella

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Vil Schoenheit

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Vil Schoenheit.

Lo quería todo, y lo tenía todo, poderoso y hermoso, así debía ser siempre, así quería estar por siempre. Hablamos del rey Vil Schoenheit un hombre vanidoso y orgulloso.

Vil tenía una gran obsesión con la belleza, odiaba todo lo que no era de su agrado, si algo estaba fuera de lugar enseguida lo notaría, si un criado era el responsable de que algo le desagrade se haría notar su enojo con esa persona, nada bonito para la pobre alma que sufra la ira del rey. Es como una rosa en todo aspecto; bella y delicada, pero con unas espinas mortíferas bien ocultas.

Siempre que había que castigar a alguien su más fiel súbdito y amigo se encargaba bajo su orden; Rook Hunt, vaya que era bueno en su trabajo, a sus espaldas todos le llaman el perro del rey, acata ordenes y tiene una sofisticada forma de cazar. Luego del joven cazador Hunt está Epel Felmier, un chico bastante pequeño y refinado, normalmente se encarga de ayudar a Vil con algunos asuntos del estado, cosa que parece importarle poco al joven Schoenheit, Epel suele estrezarse un poco por el nulo interés de Vil hacía su pueblo, no porque le importara realmente, pero todo el trabajo recaía en sus hombros ya que Vil no quería hacerse cargo de tales trabajos.

Vil normalmente todo lo que hacía en su día a día era tomar los trabajos más importantes que en su mayoría incluía asuntos con los nobles y el dinero, el resto del tiempo pasaba perfeccionando o admirando su belleza, después de todo él tomo el reino solo por puro interés y popularidad, no le importaba la plebe ni el echo de que la mitad de su país estaba pasando por una gran ezcasez de alimemtos y medicamentos, tenía una nación pobre, sin embargo sólo veía lo que deseaba ver; belleza, en su castillo repleto de adornos en oro y diamantes, un castillo digno para su belleza, el jardín perfectamente cuidado y a sus pies una ciudad en ruinas.

Estaba el rey admirando por una ventana la belleza del día como los rayos del sol bañaban en su plenitud casa rosa y planta bien podada de su brillante jardin inmaculado, suspiro en calma, realmente se sentía tranquilo. Paso las yemas de sus dedos por el limpio marco de la ventana dejando una suave caricia en esta, lentamente giro con elegancia y caminó con la cabeza bien en alto mostrando su grandeza. Epel se había encargado del trabajo pesado como siempre y hoy no había trabajo por hacer así que decidió descanzar un poco hasta que vio a Vil caminando elegantemente a lo que Epel decidió inclinarse haciendo una reverencia.

—¿Ya has terminado Epel? —Dijo una vez que vio al chico de una estatura bastante baja, su complexión era diminuta y parecía una niña, normalmente el chico se enojaba cuando lo confundían con una, pero ¿Cómo no hacerlo?
—Así es Vil, iré a descansar un momento, con su permiso. —Epel habló con una voz notoriamente canzada, Vil pareció pensarlo un momento, quizá fue un poco extremista dejar a Epel con tanto trabajo sin descanzo, pero simplemente ignoró su pensamiento y asintió con la cabeza dándole a entender al de cabello lila que podía ir a descansar. Sin decir más Epel se fue antes de que Vil se arrepintiera y le haga hacer otra cosa o hacerlo su sujeto de prueba para cosméticos, si, otro hobby raro del rey.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2023 ⏰

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