[margaritas] - JinNam©

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Jin miraba con una sonrisa el misterioso libro antiguo, su lobo aullaba victorioso al tener esa reliquia en sus manos, un tesoro.

La única regla era simple, comenzar a leerlo en cuanto estuviera ya casado con su destino. Lo único malo era que no quería a su destinado, por lo que llevando toda contraria simplemente lo abrió y lo que encontró le sorprendió mucho.

Solo eran hojas en blanco, o bueno, hojas amarillentas y gastadas, pero vacías. Soltó un gruñido dejando esté de lado y pensó que tal vez esa vieja lo engaño.

¿Por qué lo querían si o si casado con ese chico? ¿No era suficientemente claro que no lo quería?

Simplemente lo tiró a un lado con enojo, pensando que definitivamente valía la pena, que importaba ese omega. Sacaría el mayor potencial de los negocios de la manada y se haría rico, su familia sería el nuevo ramo familiar de los líderes y él literalmente estaría en el salón de las fotos familiares, con los antiguos líderes, como una leyenda.

¿O era muy ambicioso?

Rodó los ojos viendo su traje de bodas listo, impecable por completo para tomar el puesto de líder, padre de su nueva familia y responsable de un sinfín de tareas. Por supuesto era capaz, lo demostraría a todos, a sus padres, a ella.

Quedaban solo dos horas, pensar en simplemente escapar no era de sus planes, eso era de cobardes, como ese hombre que huyó de sus respectivas responsabilidades en la manada por deseos egoístas.

Mi niño está tan grande... - Jinri entró algo preocupada a la habitación, tal vez su hijo no estaría presentable pero sonrió al solo verlo sentado, pensativo.

Mamá, te dije que quería estar solo. ¿Por qué no escuchan? Me alistare en una hora, aún queda tiempo - se estiró en la cama cerrando los ojos con cansancio, había estado pensando demasiado respecto a todo, le dolía la cabeza.

Solo quería darte suerte, mi bebé. - la omega dejó un beso en la frente de su hijo mayor - estoy muy orgullosa de ti, te amo con todo mi corazón. Pero por favor no tomes decisiones sin pensar como tu padre... Yo sé que tu sabes lo que haces, pero piensa bien en cada palabra o acción.

Mamá, gracias. Pero ya no soy un bebé, sé lo que hago. - miró un poco arrepentido la expresión afligida de su madre, abriendo los ojos nuevamente para verla - bien, pensaré más antes de hacer las cosas... Ahora por favor, quiero descansar ¿Si? Prometo que hablaremos más después de la boda.

Pero ese tiempo se lo debes dedicar a tu esposo... - era inútil seguir hablando, su hijo simplemente le dió la espalda claramente molesto, debía rendirse con el tema - iré a ver a Namjoon... No te vayas a dormir.

Salió dando una última mirada a su hijo y sonrió sintiendo los nervios en su aroma, pensando con esperanza que aunque sea fuera un poco por lo deseos de su lobo de tomar a su luna, su otra mitad.

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Nam estornudó poniendo un pañuelo blanco en su nariz, recibiendo risitas y salud divertidos de sus acompañantes, sus familiares y los de Jin, que veían como le hacían un ridículo maquillaje, además de ponerle ese vestido que parecía de monito de feria... Él quería un traje bonito, algo de su gusto.

Miriam también estaba ahí, por supuesto no faltaría al matrimonio de su aprendiz estrella, el Omega esposo del líder, o más bien el trofeo o decoración.

¡Dios, que envidia tengo! Es el vestido más bonito del mundo entero... Asegúrate de que las flores me caigan a mi - Namjoon sonrió tratando de ser cortes y por dentro su lobo rodó los ojos.

Jin estará taaan feliz de ver lo bonito que estás, Nam - claro, Yoongi. Por supuesto, tu sarcasmo es de mucha ayuda, aún más el si emocionado de todos esos betas y omegas que creían saber mucho de la hermosa relación.

Namjoon sonrió escuchando todo a su al rededor, con su ojo derecho casi parpadeando por la rabia.

Contó mentalmente hasta 10, tratando de mantener la calma, lo hacía porque no tenía de otra, no había opción, no tenía a nadie más y no podía desperdiciar todo lo que aprendió, tal vez podría llegar realmente a un acuerdo con su esposo.

Los omegas guardaron silencio con nervios, haciendo un cordial saludo inmediatamente, era la antigua líder, imponente, elegante, con una sonrisa de superioridad que siempre mantenía en su rostro mayor.

Lamentó interrumpir así, de la nada, pero ya casi empieza la ceremonia y obviamente no podía olvidar darte algo sumamente importante, hijo. - Namjoon bajó la mirada sin saber que pensar, le daba miedo su abuela - Dan, la caja...

Una pequeña caja de terciopelo azul marino fue puesto frente a Namjoon, sonrió incómodamente, dando vuelta para hacer una reverencia a su abuela, mientras su lobo gruñía adolorido y asqueado.

Gracias. ¿Pero por qué...? - estaba confundido, y asustado del orgullo de su propio lobo que gruñía con desprecio hacía la alfa.

Quiera darte o no esto, es una tradición. Así que ponte ahora mismo mi regalo, alisten sus lugares o lo que sea, entre más rápido acabe esto mejor - por supuesto todos acataron la orden, moviéndose para ordenar las cosas y salir, pero Namjoon se sentó nuevamente, viendo el accesorio de cabello que le había dado la mujer.

Tragó saliva lastimado, era su deber, pero no quería, pero debía, dolía. No podía ser un desagradecido con su familia.

Tomando tanto aire como pudo y exhalando, se puso él mismo el pequeño broche y se levantó viéndose en el espejo, pero por alguna extraña razón, no le disgustaba del todo la situación, aún así, las personas y las circunstancias arruinaban lo que según todos los demás "es el día más feliz de su vida".

Debía ser agradecido, habían omegas en situaciones mucho peores.

Gruñó viéndose en el espejo de repente odiando su imagen y solo volvió en sí cuando Miriam acarició su cabello acomodando el broche.

Estoy orgullosa de ti aunque no sea tu madre, y sé que harás un excelente trabajo como esposo, eres mi mejor alumno. - ella solo lo vio con seriedad a través del espejo - eres más inteligente de lo que pensaba, se que vas a afrontar cualquier problema muy bien... Pero no arruines tu reputación actuando indebidamente, no por tu familia o tu alfa, solo piensa en ti. Esté es mi último consejo para ti.

Prometo que no fallaré. Seré un buen esposo... - no podía evitar la sorpresa por las palabras de su maestra, pero solo sonrió y salió junto a otros invitados, dejándolo con su madre y otras personas mayores.

Es hora hijo, debemos irnos ahora... - su madre sonrío emocionada, arreglando su cabello mientras el omega menor se veía al espejo, con la mente en blanco.

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No sé si se preguntan pq hago que los omegas en mis historias parezcan femeninos, con vestidos y así... La respuesta es... Pq si 😦
Na mentira, no quiero que crear una imagen femenina en un hombre, solo que así queda bonito, espero a nadie le incomode 😿

XD