Jake Sully y Ney'tiri han formado una familia y hacen todo lo posible por permanecer juntos. Sin embargo, deben abandonar su hogar y explorar las regiones de Pandora cuando una antigua amenaza reaparece.
Con el nuevo amor de uno de sus hijos, intent...
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—¿Que fue lo único que les dije? ¿¡Que les dije?!—estaba hecho una furia.
Mall'ki-Ari sabía que Neteyam después de esta charla se sentiría culpable y triste, así que tomó su mano para empezar a alivianar un futuro lamento.
—Que sin problemas...—Dijo Lo'ak.
—¡Sin problemas!
—Esto, esto es mi culpa.—se coloco delante de los dos el hermano mayor.
—No lo creo, ¡y ya deja de defender a este necio!—Dijo entre dientes.
—Aonung estaba molestando a Kiri. Le dijo rara...—Explicó.
Este pareció dar un lamento. Odiaba que tratarán mal a su hijita, pero no podían arriesgarse a que los echaran de la aldea. Estarían más seguros aquí donde los molestaban, que allá donde los cazaban.
—Ve a disculparte con Aonung.—Ordeno con voz de como si le quemaran la garganta.
—¿Qué?—pregunto Lo'ak.
Kiki dejo de prestar atención al ver como su novio relamia sus labios por los golpes. Ella busco un paño y le hecho agua que tenían para beber.
—Es el hijo del jefe, ¿Que no entiendes? No me importa lo que le diga, solo has las pases.
Comenzó delicadamente a pasarle por su rostro, quitando los excesos de sangre. Este colocaba mala cara al ver que algunos ardían, pero solo resistía por ver a su chica tan concentrada atendiendolo solo a el.
—Haslo...—Fue con la cabeza agachada.
Neteyam iba a aprovechar la oportunidad de escaparse con su chica una vez más, pero la voz de su padre lo atrapó en el proceso.
—Oigan...—llamo.—¿Como quedaron los otros?
—Peor.—Respondió Mall'ki.
—Eso...—Dijo orgulloso.
—Mucho peor.—Siguió Neteyam.
—Larguense.—Sonrió cómplice y ambos se fueron de la mano.
Comenzaron a ir por la malla entre las conexiones de los hogares, mientras que llamaban a los Ilu. Al no lograr contactar con ninguno, volvieron a su hogar. Ahí estaba vacío y los niños se miraron sonriendo.
Al intante Neteyam agarro a Mall'ki por la cintura y la pego a él. —Oh, gran madre. ¿qué voy a hacer contigo?—Acaricio sus caderas.
—Eres un loco...—Beso su nariz y este gruñó ante el dolor.
—Loco por .....—Comenzó a susurrarle cosas a Mall'ki en el oído.
A esta se le coloco la piel de gallina y su cola comenzó a moverse algo más rápido de lo normal.
—¡Neteyam!—empujó su pecho.
Ella comenzó a reír y el la calló con un beso. Este colocaba cara de dolor cuando pasaba a jugar con su labio de abajo, ya que aun seguía algo adolorido.
Se separo de sus labios y se dirigió a su mentón. Luego bajo por el cuello, hasta llegar a sus adornos. Este solo jugueteo con ellos mientras algo crecía en el.
—Tus padres...—Decía con la poca cordura que le quedaba.
—A la mierda.
Comenzó a besarla ferozmente, insitandola a que todo le importara un carajo también. Comenzó a acariciar sus caderas y luego bajo la mano aún más a su trasero. Ella acariciaba su abdomen mientras besuqueaba su cuello. Ahí solo habían dos personas, pero claro que no podrían estar tranquilos
Tuk entro corriendo y al ver la imagen dio un fuerte grito. Al intante los dos adolescentes se separaron y corrieron donde ella.
—¡Que asco!—Decía chillando.
—Tuk, corazon. Tranquila.—Decía Ari.
—No quiero tener nunca novio.—Salió corriendo de la casa y los dos adolescentes atrás de ella.
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Luego de un rato, lograron sobornar a la pequeña para que no dijera nada. A cambio Neteyam la tendría que llevar todos los días a ver a los ilu. Mall'ki-Ari tendría que prestarles sus collares y pulseras cuando ella se lo pidiera, cosa que ya hacía.
Al llegar a su hogar ya había pasado la hora del eclipse. Neteyam y Tuk fueron a ayudar a su mamá. Mall'ki-Ari se sentó al lado de Kiri.
—¿Extrañas al niño simio?—Acaricio el hombro más cercano.
—En parte.—cerró los ojos.—¿Y tu extrañas a tu familia?
—Siempre. Extraño a todos. A mi mamá, a mi hermano, a Mo'at. A Ke'nai, Mi'kal y sus cachorros. Awga, mi fiel amigo. A todos mis cercanos, en realidad—No se dio cuenta al ver como de sus ojos brotaban lágrimas.—lo lamento...
Se levanto y se fue a la playa, dejando a la chica con lágrimas también. Al comenzar a irse, escucho como Jake se acercaba a hablar con su hija.
—¿Que pasa, mi amor?—Fue lo último que escucho.
Siguió su camino hacia la playa y se sentó en la arena mojada. Sus ojitos volvieron a aguarse y se intento calmar.
Una muchacha se coloco al lado de ella, era Tsireya. Comenzó a tararear una canción muy hermosa, mientras le hacía cariños en la espalda. Ella no dijo nada, solo siguió llorando, como si su cuerpo lo necesitará.
Luego de unos 10 minutos se sintió relajada y noto como muchos pequeños animales de playa las rodeaban.
—Tienes un don con la fauna, Mall'ki.—Le sonrió.—Y eres una guerrera natural.—Explicó.
—¿Tu crees?
—Deberías intentar montar un Skimwing. Creo que es lo más parecido a un Awga que vas a encontrar por acá.—Le intento ayudar, pero la cara de incomprensión la aterro.—¿Que dije? ¿dije mal el nombre?
—No, no. Es solo que no se como lo sabes.—Le sonrió.
—Oh.. perdón, no debí decirlo tan de la nada. Lo'ak me contó que montan Awgas. Son como skimwing voladores.—a la otra chica se le hizo una sonrisa en la cara.
—No, Reya. Montamos Ikranes, Awga es el nombre de mi Banshee.—Soltó una pequeña risita.
—Eso era. Ikran.—río a la par de ella.
—Gracias Reya. No se que hiciste, pero me siento mejor.—Dijo jugando con unas pequeñas estrellas de mar.
—El mar te ayuda a descargarte, solo le devolviste energía que te pesaba.
La conversación se acabo al ver a Neteyam arrastrando a Aonung. Ambas chicas se miraron aterradas y los siguieron.
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