𝐋𝐀 𝐒𝐂𝐀𝐋𝐎𝐍𝐄𝐓𝐀 ; 𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬

𝗟𝗶𝗼𝗻𝗲𝗹 𝗦𝗰𝗮𝗹𝗼𝗻𝗶

𝐋𝐚 𝐜𝐚𝐧𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐝𝐚 𝐥𝐚 𝐞𝐥𝐞𝐠𝐢́ 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐨, 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚 𝐚𝐜𝐨𝐫𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚, 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐜𝐭𝐮𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐭𝐞𝐦𝐚. 𝐒𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨, 𝐅𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚. ;)

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Era el gran día.

Mirándome en el espejo pude deleitar como el vestido que llevaba puesto lucía en mi a la perfección. La tela ajustada hacía resaltar mis curvas además, mi escote era oportuno para la ocasión. Mis pechos estaban levantados para poder crear un efecto que me favorecía.

Seguramente a él se le iba a caer la baba al verme. Mi objetivo estaba marcado, y haría cualquier cosa para cumplirlo.

Salí de mi habitación, bajé las escaleras y abrí la puerta para dirigirme a la fiesta a la que había sido invitada por ser hija de uno de los integrantes del cuerpo técnico de la selección. Mi padre, con poca paciencia, hizo sonar la bocina del coche para que me apresurará. Él se hallaba en el auto desde hace medía hora.

—¡Bueno perdón!, no encontraba mis zapatos—mentí acomodándome en el asiento del vehículo. En realidad, tardé porque tuve una sesión de fotos con mi celular. Es que... no todos los días voy a mostrarme de esta forma. Pero si le decía la verdad probablemente mi único transporte serían mis piernas.

—Dios mío. Igual no estamos llegando tarde, pero hay que estar ahí con un tiempo previo. Así que haya vamos.

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Ya en la fiesta, pude divisarlo. Su traje era color azul medianoche, con camisa blanca y corbarta a juego. Me quedé cinco minutos viéndolo. Si alguien me hubiese visto, pensaría que estoy loca. Y si, loca estaba, pero por él.

Me fui acercando a paso moderado mientras tarareaba internamente una canción que escuché en la radio durante mi viaje hasta acá.

Con Lionel Scaloni ya había hablado. Entablamos conversaciones superficiales, aunque no sacaba el hecho de sentir una tensión entre nosotros. Quería comprobar si podíamos pasar al siguiente nivel.

Me sentía segura para encararlo. Necesitaba un cambio en nuestra situación, y comenzaría por hacerlo justo ahora.

—Hola Lionel—se acomodó en una posición para quedar frente a frente conmigo, iba a responderme pero agregué rápidamente— felicidades por hacer ganador a nuestro país y ganar la tercera copa mundial. Estoy muy agradecida con vos.

—Gracias a vos por confiar en nosotros. Aunque el trabajo pesado lo realizaron los chicos, pero de igual forma apreció tu agradecimiento hacia mí— su vista descendió por mi vestimenta. Observó de manera descarada todo mi cuerpo, provocó en mi la urgencia de mi deseo por él. Ambas manos estaban en sus bolsillos delanteros, tratando de dar un aspecto tranquilo para las demás personas. Aunque cuando nuestras miradas se reencontraron, adoptó una posición rígida. Su semblante cambió abruptamente para estar serio. No la seriedad de la que estoy acostumbrada, sino una que jamás presencié.

—Bonito vestido— comentó volviendo a su compostura habitual. Lo dijo con tono formal pero ocultaba cierta... ¿molestia quizás? ¿por qué?

—Gracias por notarlo. Lo compré especialmente para esta celebración— él saco sus manos de los bolsillos al ver que un mesero se acercaba, Scaloni agarró dos copas de champaña.