XII

133 10 22
                                    

Capítulo Doce

.

"That's the way, that's the way love goes, I guees that's the way, that's the way love goes.
When it cuts you, you when bleed, that's when you're feeling it the most.
That's the way, that's the way love goes"

.

HARRY'S POV

Cuando desperté no sabía que hora era, tampoco me importaba porque Louis me abrazaba por detrás haciendo la función de la cuchara grande y yo la pequeña. Estar dentro de sus brazos era una fantasía hecha realidad, me sentía seguro y muy cálido. Todo era muy placentero, no hubo otro lugar en el que quisiera estar que en el que estaba en aquél momento.

Al sentir besos cortos en mi cuello, sonreí me giré para quedar a centímetros del rostro de Louis, dándole un beso corto.

"¿Sabes que hora es?" Fue lo primero que dijo.

"No, ¿Importa?" Respondí y acuné su mejilla en mi mano y con mi pulgar la acaricié, él se inclinó a mi tacto.

Repasé los rasgos de Louis por un rato hasta que decidí darle un dulce beso en sus labios, él lo correspondió gustoso y colocó una mano en mi cintura acariciándola y dando leves apretones de vez en cuando. Nunca creí llegar a estar así con Louis, ambos despertando desnudos después de una noche de noche, dándonos mimos y siendo sólo nosotros. Tal vez en mis fantasías más retorcidas y profundas llegué imaginármelo, pero por como las cosas se habían dado inicié a convencerme a mí mismo de que esa fantasía nunca se cumpliría. Quizás estuve equivocado porque ese día estábamos juntos, como siempre quise y no podía pedir más.

Louis era muy cómodo para dormir, esa noche había dormido como un bebé. Fue un sueño muy reparador, podía acostumbrarme a ello si Louis y yo prosperamos como una pareja de bien.

Él se separó del beso y continuó con las caricias en mi cintura "¿Dormiste bien?"

"Si, eres muy cálido y eso me ayudó a conciliar el sueño más rápido" dije y suspiré "Hay noches en las que el frío no me deja dormir"

Él sonrío "Me alegra haber ayudado con tu sueño, Hazz" besó mi frente y curvé mis labios en una sonrisa.

"¿Cómo dormiste tú?"

"Muy bien, me dormí al instante"

"Eres como los bebés cuando comen, automáticamente ya se están durmiendo" Ambos reímos.

"Lottie dice lo mismo, dice que soy un bebé grande" Rodó los ojos y solté una carcajada.

De ahí comenzamos una conversación de todo y nada a la vez. Louis me contaba chistes o anécdotas divertidas y yo reía a carcajadas al punto de casi orinarme, yo también le contaba chistes y aunque realmente eran malísimos él se reía como si fuera lo mejor que hubiera escuchado. Eso me hacía sentir alegre y querido ya que muchos de mis amigos consideraban mis chistes fatales—reconozco que en verdad lo eran—, pero Louis a pesar de todo reía para hacerme sentir bien y a gusto con él. Siempre aprecié esa cualidad suya al igual que sus ocurrencias.

Pasamos un buen rato acostados simplemente dándonos mimos y hablando que nos olvidamos que teníamos que ir a clases ese día, pero en realidad lo único que importaba éramos nosotros. Para mí era así porque pensaba que todo podía ser uno de los tantos sueños que había tenido con Louis y que en cualquier momento, despertaría y estaría solo en la fría cama de mi residencia. Pero al sentir sus manos apretar levemente mi cintura y recorrer con sus dedos mis facciones, me daba cuenta de que todos mis sueños y fantasías se habían vuelto realidad, que nada había sido en vano.

The Bet (La Apuesta) | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora