suficiente | julian x enzo.

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sabe que es su oportunidad de actuar cuando ve a enzo salir solo de la habitación.

—voy al baño.

nicolas le dice algo, pero julian ya está muy alejado de él como para poder escucharlo. acelera sus pasos para poder tomar a enzo del brazo derecho y empujarlos a ambos dentro de una habitación completamente vacia.

y antes de que enzo pueda preguntarle qué está haciendo, julian lo besa.

él disfruta del cuerpo de enzo atrapado entre el suyo y la puerta de la habitación. sus pechos tocandose y sus manos apretando la cintura del chico frente a él.

besa bruscamente los labios de enzo antes de morder con fuerza su labio inferior.

con un poco de dificultad aleja su mano derecha de la cintura del morocho y la lleva hacia su cabello. tira hacia arriba con fuerza y el cuello de enzo queda expuesto solo para él.

y sabe que esa es la zona sensible del otro.

posa sus labios sobre la piel caliente de fernandez y siente que el cuerpo ajeno tiembla contra el suyo.

sus dientes muerden y su lengua deja un rastro de saliva desde la mandibula del morocho hasta sus claviculas apenas expuestas.

soltando el cabello y la cintura del chico, alvarez lleva sus manos hacia el borde de su camiseta.

sonríe descaradamente mientras le quita la camiseta a su compañero de equipo, disfrutando que ahora enzo no se niegue a él y a su toque.

—julian...

no le toma más que unos simples segundos besar la piel del cuerpo frente a él otra vez. su boca besa las claviculas marcadas y los hombros temblorosos del morocho.

sus manos se aferran nuevamente a la cintura ajena y aprietan con fuerza su agarre.

pero antes de que pueda hacer algo más, enzo pone sus manos temblorosas sobre los hombros de julian y lo aleja unos centímetros.

—julian.—enzo no lo mira a los ojos, mira el suelo.—no podemos hacer esto. están nuestros compañeros de...

julian se ríe del chico frente a él.

—sé que vos queres esto tanto como yo, enzo.—con una de sus manos toma la mandibula del morocho, obligandolo a verlo a los ojos.—y no te importa que todo el equipo esté a tres habitaciones de nosotros.

la mano que sigue en la cintura de enzo se aprieta casi dolorosamente.

—¿te pensas que no note tus miraditas en los entrenamientos?—pregunta mientras sonríe divertido.—¿o como te pones cuando te toco la cintura?

el morocho traga saliva al escucharlo hablar.

—o como inconscientemente te acercas más a mi...

y julian cree que enzo va a empujarlo para largarse de la habitación después de eso, pero el morocho lo toma del cabello y lo besa.