CAPÍTULO I

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"Cuando uno menos se lo espera siempre encuentra lo que en un pasado estuvimos buscamos." Eso era lo que siempre me decía mi abuela cuando salíamos juntos al mercado para comprar el mandado de la semana.

Lo único que sé es que esas palabras se quedaron guardadas en mi cabeza, no las entiendo, ¿qué significa lo que siempre me decía mi abuela?, ¿es que acaso fue una lección de vida? O ¿solamente fue algo dicho al azar?, es algo que realmente me confunde demasiado.

Mientras vagaba en mi mente escuche a mi madre gritarme desde la cocina pidiendo que bajara a desayunar con ella.

­­­­­­­­ ─Hijo, baja a desayunar que vas a llegar tarde al bachillerato ─Gritó mi madre desde la cocina.

Voy, Mamá ─respondí entre bostezos.

Mientras me dirigía hacia las escaleras me percate que había olvido mi celular en mi escritorio, así que di media vuelta y retrocedí para regresar a mi habitación.

Ya estando en mi habitación recogí mi teléfono del escritorio, ─ ¿Qué es esto? ─Dije mientras me percataba de una carta que se encontraba enganchada entre los libros amontonados que tenía en el escritorio, ─ ¿Una carta?, ¿Qué carajos hace una carta entre los libros? ─me incline y estire mi mano para agarrar la carta que se encontraba entre los libros.

Cuando tuve la carta en mis manos no dude en abrirla para poder leer su contenido, "Para Emmanuel" decía en los primeros párrafos de la carta, continue leyendo y se me helo la sangre mientras leía, "Yo no te use, pero me tenías tan descuidado que no tuve otra opción, pero siempre que te engañe pensaba en ti, a pesar de eso, te amo, quisiera volver aquellos días en donde estábamos juntos tú y yo, prometo cuidarte y protegerte nuevamente, te amo. Atentamente G." ─ ¿Quién diablos es G? Me preguntaba mientras buscaba entre mis recuerdos, pero fue en vano, ningún recuerdo surgió.

Mientras trataba de recordar escuche el grito de mi madre exigiéndome bajar por mi desayuno, así que deje la carta, tome mi celular y bajé lo más rápido que pude y me dirigí hacia la cocina.

¡EMMANUEL!, ¡¿Por qué tardaste tanto en bajar?!, ya el desayuno debe de estar bien frio ─Dijo con voz molesta.

Perdóname Mamá ─dije mientras tomaba un bocado del desayuno ─es que encontré una carta de un tal "G" y la verdad no recuerdo a alguien que tenga una "G" en su nombre. ─Dije mientras masticaba la comida y miraba el desayuno que había elaborado mi madre.

Cuando regresé la mirada vi a mi madre sentada con una expresión seria y se encontraba bastante callada ─ ¿Qué tienes Mamá? ─Pregunté confundido ante tan repentina expresión.

Nada hijo ─Respondió con seriedad, después volteo a verme y me sonrió. ─Hijo que bonito color café tienes en tus ojos, te hace sobresaltar la belleza de tu cabello lacio color negro ─Dijo con una triste sonrisa de mejilla a mejilla.

Gracias Mamá ─Respondí observando la tristeza de sus ojos y como estos demostraban que había algo que mi madre no quería que supiera.

Mamá, ¿me estas ocultando algo? ─pregunté mientras mi mirada se enfocaba en sus ojos tristes.

No hijo, todo está bien ─dijo mientras soltaba una risa nerviosa. ¿Por qué me preguntas eso? ─Preguntó con una voz tenue y bastante fingida.

Que rico te ha quedado el desayuno mamá ─Respondí para desviar su pregunta y no hacer que la conversación se volviera incomoda.

Gracias hijo, hoy me esmeré demasiado para prepararlo, es muy difícil seguir recetas de internet hoy en día, hay muchos anuncios molestos que no te permiten leer el recetario ─Los dos nos miramos mutuamente y soltamos una carcajada que hizo que el tema principal quedará en el olvido.

Bueno mamá, ya me voy que se me hace tarde para ir al Bachillerato y no pienso llegar tarde ─dije entre risas.

Mientras me levantaba de la mesa paso en mi un escalofrió por todo el cuerpo ─ ¿Qué secreto me estará ocultando mi madre? ─dije en mi mente para posteriormente dirigirme hacia la puerta principal

Mientras corría rápidamente dirección al Bachillerato recordé que no había visto a mi mejor amigo Brandon.

Brandon es uno de los chicos más guapos que he conocido, su piel morena y su pelo ondulado lo hace ver muy rudo y bastante varonil, Su familia y él se mudaron a nuestra colonia por el prestigio en el cual se encuentra el bachiller "Brock Wild no. 244".

La fiesta de bienvenida para los nuevos vecinos fue toda una locura, hubo alcohol, carne asada y mucha gente horriblemente adulta, pero gracias a que los adultos terminaron abrumando la fiesta pude conocer a Brandon mientras jugaba videojuegos solo debajo de un árbol.

Hola, buenos días Emmanuel, ­─voltee para ver quien me había saludado y me percate que era Brandon el cual tenía una sonrisa alegre en su cara, se encontraba sudado por haber corrido detrás de mi ─Pensé que no te iba alcanzar, caminas muy rápido Emmanuel ─Dijo con voz agitada.

Hola Brandon, Buenos días ─Respondí con la voz cansada y agitada de tanto correr, ─Sí, creo que ahora camine bastante rápido, aunque no te voy a mentir, me tiene nervioso el hecho de que ya casi se termina nuestro último año de bachillerato.

Sí, quien diría que estamos a la vuelta de la esquina para por fin salir del bachillerato Brock Wild no.244 ─Dijo con voz melancólica, pero no debemos de ponernos tristes, recuerda que iremos juntos a la misma Universidad o ¿ya cambiaste de parecer? ─Preguntó entre dientes.

No he cambiado de opinión querido mejor amigo ─Respondí riéndome ante su pregunta, Y tu ya estas listo para conseguirte un novio ─Dije con tono sarcástico.

Los dos nos miramos y comenzamos a reír como si hubiera dicho el mejor chiste del mundo.

Eres un tonto Emmanuel ─dijo Brandon, como crees que yo voy a conseguir novio.

No estoy preparado para tener pareja del mismo sexo y si voy a tener novio prefiero que seas tu ─Dijo mientras me miraba fijamente.

¿Qué? ─Dije incrédulo y avergonzado al escuchar su comentario, ¿Por qué dices eso? ─Pregunté nervioso mientras se formaba un nudo en mi garganta.

Como crees que yo saldría contigo Emmanuel, eres mi mejor amigo ─Dijo mientras desviaba la mirada hacia otro lado, más aparte eres moreno color mole y yo soy de gustos mas refinado ─Dijo mientras se reía.

¿Alguna vez has pensado en conseguir pareja? ─Preguntó Brandon con seriedad.

Con esa seriedad hasta da miedo responder tu pregunta ─lo miré a los ojos y le sonreí, pero sí, me gustaría tener pareja, aunque sea poder jugar videojuegos con alguien más.

¡Oye!, pero yo juego contigo videojuegos todas las tardes ─dijo Brandon con un tono molesto.

Es que tú eres pésimo jugando videojuegos ─le dije entre risas.

Nuestra platica hizo que nuestro camino hacia el Bachillerato fuera corto, cuando menos lo pensamos ya estábamos en las puertas del Bachiller.

Bueno, ya hemos llegado, ¿Qué clases tienes iniciando Brandon? ─Pregunté mientras mi miraba se posaba en los ojos de Brandon.

Tengo clases de Química Avanzada, ¿y tu Emmanuel? ─Dijo mientras sus dedos jugaban con mi mano que se encontraba sosteniendo un libro.

No me toque así ─Exclame con nerviosismo.

¿No crees que fue una reacción bastante exagera? ─Dijo gestionando un seño confundido.

No es una reacción exagerada ─Respondí mientras mi mirada se posicionaba en Brandon. ─Mi seño se fruncia cada vez más ante su mirada tierna y al mismo tiempo varonil, ¿Por qué siento un hormigueo recorrer mi cuerpo? ─Me pregunte a mí mismo.

No soy exagerado Brandon ─Dije con enojo y sarcasmo mientas al mismo tiempo que giraba mi cabeza hacia otro lado.

Entonces mírame a los ojos ─Respondió con seriedad

No lo haré ─Le respondí mientras soltaba pequeñas risas sarcásticas.

No se que tienes que haces que mi día se vuelva grandioso ─Dijo mientras mostraba una sonrisa coqueta y carismática, bueno ya es momento de irme, te veo al rato Emmanuel.

El secreto de estar a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora