Respirando el mismo aire

Sentimientos Encontrados

Por la mañana, Mariana despierta y se da cuenta que ya no se encontraba a su lado, ella toma el teléfono del burro para revisar la hora.

se levanto y camino hacia la ducha, pero mientras lo hacía no podía sacarse la duda de la cabeza de por que yolo se iria asi y sin avisar, Al ella salir de su del baño comenzó a arreglarse, pero cuando salió de su recamara se topó con la mesa hecha y yolo en la cocina y dos platos en la manos

-¿Qué es todo esto? -Pregunto ella -Es el desayuno. -Exclamó el. -pensé que te habías ido.-Dijo ella. -Pues ya viste que no, ante todo soy un caballero. -Dijo él mientras esbozaba una sonrisa.

Cuando yolo se acerca a la mesa a dejar los platos tambien jala una silla

-Siéntate- Le dijo el

Mariana accedió a sentarse, al hacerlo tomó la mano de Yolo y lo miró con fijación. De la boca de mariana después salieron unas palabras

-Tenemos que hablar- Dijo ella

El al escuchar eso se sentó para escuchar se procedió a sentarse

-Hablar de que? -Pregunto el -Como, que de que? pues de lo que pasó anoche. -Dijo Mariana. Lo único que yo tendría que conversar sobre lo que ocurrió anoche, sería el hecho que anoche fue una de las noches más especiales de mi vida, que anoche fue una de pocas que pude dormir en paz. Mariana, si tu piensas que lo que pasó anoche en esa recámara fue algo de una sola noche, pues dejame decirte que por lo menos para mi fue mucho más que eso, fue tu cuerpo y el mio haciendo el amor, pero también el amor haciéndonos a nosotros.

Yolo retira su mano de de el dorso de mariana para acariciar brevemente su mejilla y después se levanta de la silla y comienza a caminar hacia el lado opuesto de la mesa, pero a medio camino da un pequeña vuelta y mira a marian

-Mariana, no me tienes que responder ahora, pero si tu preocupación era que yo le dijera algo a alguien lo que sucedió, tranquila, que un caballero no tiene memoria. Yo creo que lo mejor es que me retire-Dijo Yolo mientras más se acelera la puerta.

Mariana sintio su corazon latir a mil por hora, ella se dirigió hacia la puerta y abrirla ahí estaba el, ella procedió a caminar hacia él y cuando lo alcanzó tomo su muñeca con ambas manos

-Yolo no te vayas. -Mariana, no tiene caso que sigamos hablando de esto, mejor me voy y despues hablamos. -No Yolo, claro que tiene caso. No lo quise decir de esa manera. -Que? No quisiste decir que lo que que paso ayer no significo nada para ti. - Yolo, jamas dije eso, y si yo te pedi hablar sobre eso, es por que yo misma me encuentro confusa. -Confusa? Qué es eso que te mantiene confusa. -Dijo Yolo volteando a ver a Mariana.

-Mariana, dime una cosa... ¿Sientes algo por mi?

Mariana al escuchar esas palabras salir de la boca de yolo se quedó callada

-Lo sabia, es mejor que me retire-Concluyó Yolo antes que mariana lo tomará otra vez de el brazo

-¿Ahora qué, Mariana? -Dijo el mientras volteaba a verla

Cuando Yolo volteo, lo sorprendieron los labios de ella contra los suyos, haciendo que el se quedará pasmado por unos segundos, marian colocó ambos brazos alrededor de su cuello, mientras los segundos pasaban el beso se intensificó. Yolo guió sus manos hacia la cintura de Mariana. Mariana se separó de yolo, yolo al darse cuenta de esto acomodo sus manos en su mandíbula y recargo su frente con la de ella, haciendo que ambos se miraran a los ojos

-Dime Mariana, este beso fue... -Dijo Yolo antes de ser interrumpido. -Si, fue porque sigo sintiendo algo por ti.

Cuando Yolo escucho esa palabras sintió su corazón acelerar mil por hora, sintió como su alma dejó su cuerpo por un milisegundo y regreso.

-No sabes lo mucho que he esperado por volver a escuchar esa palabras.

Yolo y mariana volvieron a entrar al departamento

-¿Qué tal está el desayuno? -preguntó el. -No sabia que cocinabas tan bien- Exclamó Mariana. -Hay muchas cosas que no sabes de mi. -Como que pregunto ella. -Preguntó ella.

Yolo al escuchar sintió que se atragantaba con la comida.

-Como esto-Dijo yolo poniéndose de pie y sujetando la mano de mariana

Él la guió hasta el centro de la sala, ahí el sujeto tomó la mano de ella para luego guiarla hacia su cuello. El comenzó a tomar su cintura.

-¿Yolo que estamos haciendo? -Preguntó Mariana con una leve sonrisa en su rostro. -Estamos bailando. -Contestó el. -Pero no hay música. -Contestó ella. -No la necesitamos, solo déjate llevar.

La rodilla de Yolo se acomodo entre las piernas de ella, poco a poco se iban coordinando el uno con el otro.

Al terminar de bailar, mariana comenzó a caminar de regreso al comedor, pero cuando estaba caminando se tropezó con un juguete de platanito, haciendo que esta casi cayera, de no haber sido por Yolo que pudo agarrarla a tiempo.

-Wow, no recuerdo que bailaras tan bien! -Exclamó Mariana

El al agarrarla se quedó viéndola uno par de segundos eso fue hasta que el teléfono de yolo sonó, interrumpiendo.

-Voy a contestar, debe de ser algo importante. Dijo el.

-Yolo? -Pregunto Nando. -Si, que pasa? Ya desperto mama? -Preguntó el. No sé, pero al parecer el doctor ya tiene noticias. -Enseguida estaré ahí -Dijo Yolo en un tono de preocupación.

-¿Quién era? -Preguntó Mariana. -Era Nando, me tengo que ir, al parecer, ya tienen noticias. -Yo te acompaño. -Dijo ella. -Segura? -Le preguntó él. -Si. -Entonces vámonos. -Respondió Yolo.