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Narra Grecia Evans

Tanner y el señor Cox me hablaban pero no los oía, todo para mí estaba congelado. Solo veía la foto que tenía en la mano.

Era de una mujer, pero era mi madre, claro que tenía que ser ella, no había cambiado nada. 

«Esto no es real»

—¡Grecia! ¡Grecia! —Enfoqué el rostro de Tanner frente a mí —¿Estás bien?

—La impresión fue fuerte —dijo el señor Cox —Conoce a esa mujer ¿No es cierto?

Asentí lentamente, mire la foto nuevamente

—ella...ella es mi madre

Tanner se alejó enseguida, su rostro se contrajo de confusión.

—Está viva —mis ojos se humedecieron cuando dijo eso

—Investigare más sobre esto, si ella es su madre verdaderamente, no creo que esté ahí por voluntad propia

Negué rápidamente

—No. Eso jamás. Mi madre odiaba a Albert, ella jamás se hubiera ido con él por querer...tenemos que rescatarla —me levanté rápido de la silla

—Déjeme confirmar la identidad de la mujer. —dijo el señor Cox

—¿Cuándo podremos ir por mi hijo? —hablé enseguida

Tanner y el señor Cox se miraron, y yo fruncí el ceño

—¿Qué?

—Eso va a llevar tiempo —artículo Tanner

—¿Cuánto tiempo? —me estaba desesperando

—Grecia —tomó mis manos con delicadeza —Ya sabemos que tú hijo, está vivo, y sano, y no está mal, está con tu madre —lloré —Ten paciencia ¿Si?

—Bien —lo abracé y recosté mi cabeza en su pecho

Me alejé de él y mire al señor Cox

—Gracias, gracias por todo. Encontró a mi hijo, volviendo a mi vida la paz...y mi madre...

—No agradezca —me dió la mano —Este es mi trabajo.

[...]

Salgo del edificio en compañía de Tanner. No paro de pensar en mi hijo y mi madre. Si ellos están juntos, eso me hace sentir un poco aliviada, sin embargo no sabía cuál era la situación en la que estaban, pero era ventaja que Albert no fuera tan seguido allí.

—¿Quieres que te lleve? —la voz de Tanner me sacó de mis pensamientos

Lo mire y este me dedicó una cálida sonrisa

—Si —respondí

Nos subimos en su auto y él lo encendió, estaba algo nerviosa pero el silencio de Tanner me ponía aún más nerviosa.

—Tu...¿Piensas decirle a Fabián? —ahí estaba su silencio

Lo miré un momento y me pregunté lo mismo yo misma. ¿Iba decirle a Fabián esto?  Abrí mi bolso y saqué la foto de mi hijo. Tenía su cabello, se parecía a mí pero algunos rasgos eran de su padre. Esa nariz, la forma de las cejas.

—Grecia —lo mire —¿Vas a decirle que tienen un hijo?

—No lo sé Tanner —hablé pensando en la discusión de ayer —¿Que debo hacer? Es su hijo pero él cree que está muerto, he incluso apenas llegué y discutimos por eso...

—¿Qué?

Asentí

—Él cree que esto de buscar a mi hijo es absurdo, que es una estupidez

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