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"Eso fue muy divertido!" exclamó la pequeña, todos le daban la razón mientras salian de la casa embrujada, acompañados del mayor. Cuando se empezaron a alejar, se despidieron al unísono del adulto, el cual se despidio con una tierna sonrisa, para luego volver a entrar.
Los pequeños empezaron a caminar hasta que alguien los detuvo.
"Miren!" dijo Pump, y señalo al cielo. El cielo se torno en una bella gama de colores cálidos y bellos. Naranjas, rojos, amarillos. Los niños se unieron en un gran "Ooooh!" hasta que cayeron en la cuenta del problema. Sus madres les habian advertido que, antes de anochecer, debian volver al cielo, sino se quedarian atrapados en la Tierra para siempre. Adoraban la Tierra, y todos los humanos en ella, pero estarian alejados de sus seres queridos. Se desesperaron y corrieron hacia el punto de encuentro para llamar al príncipe Sol. Una vez que llegaron le pidieron que los llevara al cielo de nuevo.
El príncipe se hayaba ocupado, cuando escucho el pedido de los pequeños. Se asomó y vio a los niños rogarle, pedirle de rodillas. Le parecio graciosa la situación, despues de todo, de pequeño tambien habia caido en el cuento del anochecer. Cerró los ojos, extendio su mano y los mismos destellos y brillos que habian rodeado a la pequeña estrella realizaron su acto por segunda vez en el día. Cuando el Sol abrió los ojos, los pequeños ya estaban devuelta. Le agradecieron repetidas veces, mientras el príncipe los intentaba calmar. Luego, todos los niños tomaron caminos diferentes, excepto una estrella.
"Príncipe, mañana puedo volver otra vez? No pude visitar al tío Kevin.." explicó Evan, mirando al suelo, un poco avergonzado.
"De acuerdo, pequeña estrella. Vuelve mañana yo te llevaré sin problemas!" aceptó el Sol.
"Muchas gracias, príncipe!" se emocionó y lo abrazo con una dulce sonrisa, el cual el príncipe le devolvió. Luego, el menor se despidió y se alejó en su nube, mientras el Sol lo observaba alejarse. Cuando se aseguró que se habia ido, volvio a sus tareas.

La estrella volvio a su casa, saltando de nube en nube para luego aterrizar en su cama boca abajo. Se dio vuelta riendo, y quedo boca arriba. Se levanto divertida y comenzo a saltar en su cama hasta que escucho una suave melodia, proveniente de la habitación de su hermano. Saltó de su cama y, silenciosamente, se acerco al cuarto de la Luna. La cancion se hacia cada vez mas sonora cuanto más se acercaba, y podia distingir la letra mucho más. Era una letra dulce, de palabras sencillas pero hermosas. La niña se acerco a la puerta y lentamente la abrió. Pudo divisar a su hermano, acostado en su cama, escribiendo mientras cantaba lentamente. En un momento se detuvo, lo cuál hizo que la niña se sorprendiera.
"Me habrá visto?" se preguntó. El muchacho suspiró y dejo su lapiz sobre su pequeño cuaderno, para luego apoyar su menton en su mano, con una sutil sonrisa.
"Que más podria escribir sobre ti..?" se pregunto la Luna, lo cual su pequeña hermana escucho "Tienes tantas cualidades que no se de cual hablar primero.." explicó, cerrando sus ojos.
"De quien esta hablando??" se pregunto la estrella. Se acerco más a la puerta para seguir escuchando. La Luna se recosto boca arriba, con las manos en su pecho.
"Podria hablar de tus hermosos ojos, oscuros pero que iluminan mi día sin excepciones. De tu sonrisa, tan dulce y alegre, completamente hermosa. Tu voz melodiosa, tu risa contagiosa, tus suaves manos, tu sedoso cabello.." siguio enumerando cualidades del príncipe, mientra sacaba un pequeño peluche, que la pequeña no pudo distinguir de que era "Tu labios rojos.." se detuvo.
Subio el muñeco para verlo cara a cara, con destellos en sus ojos, volvió a sonreir "Tan rojos y brillantes, que simplemente podria..."
La estrella se acerco para oirlo mejor, ya que el volumen de su voz hiba disminuyendo. El muchacho respiro, con el corazón en la boca.
"Sin explicaciones, sin motivos, solo podria... Besarlos" dijo. La pequeña se quedo atónita, quizo acercarse más, solo para seguir escuchando, pero resbaló con la punta de su vestido, y cayó boca abajo en la habitación.
El muchacho se enderezo repentinamente, todavia con el muñeco en las manos.
"HACE CUENTO ESTAS AHI?!" exclamó, enojado y avergonzado. ¿Su hermana habia escuchado todo? No podia permitirse exponerse asi. ¿¡Y si le contaba a todos?!
"Lo suficiente para saber lo que eres, hermanito!" dijo, mientras se levantaba y acomodaba. Dio un vistazo al muñeco, y sin problemas pudo ver de quien era "Ese es un peluche del Príncipe Sol?"
El calor subio por las mejillas de la Luna y escondió el peluche detrás suyo "Peluche? Que peluche?" pregunto, intentando que la estrella lo olvide. Lo cuál no sucedio. La niña se levantó y se subió a la cama para arrebatarle el muñeco de las manos de su hermano.
"De donde lo sacaste?" preguntó, levantando el muñeco para verlo mejor. La Luna se lo arrebató, con la cara roja, lo cual hizo que la pequeña soltara una pequeña carcajada.
"Me lo regalo... Alguien" no quizo explicar mucho más, asi que guardo el peluche y tapo su cara con sus manos, intentando que su hermana no vea su evidente vergüenza. Su hermanita se levantó y le dio unas pequeñas palmadas en la cabeza.
"No te preocupes, no le dire a nadie!"
"Como si fuera a creerte.." murmuró el muchacho, la estrella lo miro indignada.
"Lo digo enserio! Mira.." se arrodilló, al lado de su hermano, extendió su mano con el dedo meñique. La Luna la miró "Promesa de meñique! Sabes que cumplo las promesas"
"Pero no guardas secretos, entonces se cancelan entre ellas" explicó, mirandola incrédulo.
"Es esto o decirle a mamá que robaste un vestido suyo para hacer tu capa" le dijo, con cara amenzadora, el muchacho suspiró y junto su meñique con el de su hermanita. Era mejor que nada.
"Pero enserio, no le digas a nadie porfavor. Sabes lo rápido que corren los rumores acá arriba.." le pidió, separandose.
"Lo juró!" saltó de la cama "Me voy a jugar afuera, ya vengo!" se despidió y cerró la puerta. El muchacho se quedó mirando para luego recordarse en su cama. Lo único que le quedaba era confiar en la estrella, y que el Príncipe no se enterara. No queria imaginar como reaccionaria si supiera..

La pequeña salio y se dirigió al campo de meteoros, debia hablar con alguien urgentemente.
Cuando llegó encontro una silueta familiar en el centro. Saltó de nube en nube, hasta llegar a la fihura misteriosa. Una vez que llegó, se arrodilló juntó a ella y comenzo a murmurar, con los ojos cerrados. Cuando terminó, destellos comenzaron a brotar de la silueta, mientras lo rodaban lucez parpadeantes. Una vez que se apagaron, la silueta se dio la vuelta, mostrando a una figura de pelo esponjoso, rubio, ojos brillantes y con un traje esplendoroso, de colores calidos.
"Quien desea un sabio consej- DAISY!" exclamó la figura, extendió los brazos en dirección a la pequeña con una tierna sonrisa. La estrella se abalanzo en un cálido abrazo, mientras reia a carcajadas.
"Eclipse! Te extrañe!" le dijo, mientras tocaba y peinaba su rubio cabello. El eclipse estaba encantado de ver a la pequeña, y soltaba pequeñas risas.
"Que necesitas, pequeña?" preguntó, dejandola en una nube. La estrella recordó porque estaba allí y se quedo en silencio un rato.
"Bueno... Te contaria, pero prometí no contarlo. Pero enserio necesito una ayuda.." explicó. No queria exponer a su hermano mayor, y menos a su mejor amigo. El eclipse entendió, y le pidió que se tomará su tiempo.
"Okey.. Que deberia hacer si quiero ayudar a alguien que esta enamorado, pero no lo admite, o no quiere dar el primero paso??" pregunto, aunque intento ser discreta, el eclipse supo enseguida a quien se referia. Asintió con la cabeza, mientras pensaba una respuesta.
"Bueno, aunque se que tus intensiones son buenas, pequeña estrella, creo que deberias dejar a esas dos bellas almas encontrarse y amarse a su debido tiempo. No querras que se formen mal entendidos o problemas, no?" dijo, palmeando la cabeza de la niña.
"Entiendo, aunque enserio me gustaria ayudar en algo. Mi herm- DIGO.. Esa persona de veras ama mucho a la otra persona y no quiero que se guarde sus sentimientos.." explicó mirando para abajo, con las manos entrelasadas.
"Lo se, por ahora, creo que la mejor ayuda que puedes dar es apoyo y comprensión a esa persona. Esta podra revelar sus sentimientos cuando pueda y quiera, entiendes estrellita?" la pequeña asintio, y le dio un pequeño abrazo para luego despedirse. Cuando esta se alejó, la silueta se dio vuelta para observar todo el campo, mientras empezó a pensar.
"Aah.. Siempre supe que esos dos andaban en algo.. La princesa saturno me debe 10 destellos cósmicos, hehe!" se dijo, para luego cerrar los ojos y desaparecer lentamente dentro del cosmos.

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⏰ Última actualización: Feb 03, 2023 ⏰

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Un eclipse soñado (Royoss Fan-Fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora