✧∘* One Shots; Malcolm in the middle ⃗*ೃ༄

༺ Francis Wilkerson ༻

Estaba en la cocina cuando recibí una llamada.
Me dirigí al teléfono y contesté;
—Hola?

—Hola!— Una voz chillona muy conocida hablo del otro lado de la línea, pero no decifraba quien era. 

—Oye, tal vez no me recuerdes, pero recuerdas a Francis, ¿Cierto?— De algo estaba segura, era uno de los Wilkerson.

—Dewey, eres tu?—

—Que bien! Aún me recuerdas! Escucha, Francis llegará de la militarizada mañana por la tarde.

Me intrigaba saber que es lo que planeaban esos tres.

—Todos sabemos que tú y Francis son muy buenos amigos.

—Si...— musite, si es que besarnos para luego terminar en la cama era ser "buenos amigos" , pues si.

— Así que...¿No te molestaría comer con Francis y nosotros? Solo estará tres días, y creo que marcaría la diferencia el que estés.

Lo admito, las palabras del pequeño Dewey me enternecieron, no podía decirle que no.
Tenía una visita de mis padres pero la podría pos poner.

—Claro! Allí estaré.

—Gracias, eres lo más! Nos vemos mañana.

El pequeño colgó, y me dejó sorprendida, estaba tan emocionado de estar con Francis.
Llame a mis padres y les dije que no podía por el trabajo y bla bla bla.
Allí iba a estar.

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Me levanté en la mañana y me prepare mi café, estaba pensando en que ponerme, Francis y yo no habíamos visto al otro desde que se fue a la militarizada. Quería lucir bien, presentable, a pesar que mi personalidad sería la misma, como mi padre solía decir "No eres más que una marimacho!" Lo decía por qué con ellos solía actuar como un chico más, pelear con ellos, y todas esas locuras que se les ocurría, pero a mí me daba igual, el amor escondido que teníamos Francis y yo era inexplicable, recuerdo que Dewey en una ocasión en un lago dijo que éramos una clase de padres adolecentes muy divertidos, y Francis lo arrojó al agua.

Me puse una remera blanca lisa, acompañada de una chaqueta militar, unos jeans negros y mis botas negras. Tome mis llaves y me dirigí a esa loca casa que tanto amaba. Toque la puerta y Hal me recibió.

—Llegaste, pasa.— Hal me recibió.

—Gracias Hal.

Entre en la casa y oía a Lois gritar, los chicos estaban haciendo algo de seguro.

—¡Su hermano vendrá en pocas horas y están desobedeciendo! — Gritaba con furia a Reese.

—Hola Lois.— Saludé con una sonrisa.

—Ay...que gusto tenerte aquí, juro que ya no sé cómo controlarlos...— bufó la pobre, la entiendo; 4 hijos, un matrimonio, el trabajo, ¿Quien no estaría así?

— Tranquila, iré a saludar a los chicos, intentaré que se comporten— giñe un ojo para que la pobre mujer se calmara.

•••

—¿Dónde están mis diablillos favoritos?— entre intentando ser divertida, hace tiempo no los veía, tal vez crean que ya no soy "Cool".

— Holaa, hace tiempo no te veíamos y pues...Te extrañamos— Hablo el de en medio.

—Aww que tierno — sacudí su cabello y Reese se acercó a saludarme.