No aclaré nada antes, perdón pero los chicos tienen 18 ambos jjj.
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— Estabas llorando... perdón, no quise interrumpirte y tampoco quiero ser chusma pero.. ¿está todo bien?
¿Le preguntó si se encontraba bien? ¿Estaba preocupado por el?
Su mente le estaba jugando en contra, no sabía si debía responder pero fué demasiado tarde cuando nuevamente unas pequeñas lágrimas resbalaron por sus mejillas haciéndole mirar hacia otro lado para evitar la mirada del muchacho. Alguien estaba preocupado por él y eso lo ponía nervioso, pasó bastante tiempo desde que una persona se preocupó por él, desde que empezó una relación con su, ahora, ex-novia todo era más color de rosas y sin preocupaciones.— Es una pelotudez, no te preocupes por mí.— Respondió en un tono bajo, estaba verdaderamente avergonzado ante sus propias palabras y su forma de actuar ahora mismo.
El muchacho tomó asiento a su lado y dejó su vista posada en una dirección frente a ellos, o eso es lo que Enzo veía desde su lugar. Con sus dedos limpió sus propias lágrimas y suspiró pesado, estaba cansado y ahora sentía que el mundo estaba en su contra;— Sé que no me conoces y que tal vez pienses que soy un metido, pero no me gusta ver a las personas tristes y cuando veo a alguien llorar solo tengo ganas de ayudar porque la culpa me consume.— Soltó el castaño, haciendo que el pelinegro le mirase y éste devolviéndole la mirada. — Hace unos dos años estaba en una relación con un chico, duramos tres años seguidos y fué una de las cosas más lindas que me han pasado, y aún me consume la culpa...— Desvió la mirada a los juegos infantiles, suspirando nuevamente. —Para mí fueron los tres mejores años de mi vida y para él fueron una tortura, su madre lo despreciaba mucho y su padre lo apoyaba en todo. Por culpa de su madre...se quitó la vida.—
El pelinegro no sabía que decir ante la historia que le contó el castaño, sentía la misma tristeza que el castaño comenzó a sentir.
— ¿Cómo se llamaba? — preguntó, no quería incomodarlo sin decir nada o algo.
— Paulo, Paulo Exequiel Dybala. ¿Lo conociste?— Preguntó.
— No, no lo conocí pero apuesto a que era un buen chico.—
Ambos vivían en un pueblo, no era tan pequeño pero entre todos solían conocerse ya que existían solo tres escuelas secundarias y dos primarias.
— Lo fué, pero su madre lo arruinó por completo. —
— ¿Sabes la causa de su suicidio?— “que pregunta tan idiota, Jeremías.” pensó.
— Por la presión de su madre, la presión social; ser gay está mal visto, pero no es malo.— Respondió.
Hubo un silencio nada incómodo, era lindo pero necesitaba pensar más. ¿Estaba mal ser homosexual? ¿Por qué éste chico no se sentía un bicho raro? que idiota, él no sabe cómo se siente...
— Hoy le confesé a mi ex-novia que me gustan los hombres también pero ella me dejó. — soltó de la nada.
El castaño soltó una pequeña risa que logró confundir al pelinegro quien lo miraba.
— ¿Cuál es la risa?— preguntó con una pequeña molestia.
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hola, lamento que sea tan corto.
les prometo que el próximo será más extenso.
bye<3
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caminata. - Enzo Fernández y Julián Álvarez
Short Storydonde la tristeza consumió el corazón y el sueño de Enzo quien salió a caminar para calmarse o donde la caminata se vuelve uno de sus pasatiempos favoritos. - historia completamente de mi autoría. - los capítulos tendrán una extensión media, por lo...