Qué sea la Luna la que me guíe,
Que su oscuridad me ampare,
Que su brillo me señale,
Que tus secretos me contaste.
Aquella que consuela,
Aquella que al campo apaga,
la que del sol todo lo guarda,
la que en invierno todo lo hiela.
La que transmite su pureza,
La que te tapa cuando duermas,
No habrá otra en mi planeta,
Que iguale tu belleza.
que tu poca luz,
duerme del mar su orilla,
y tu sabor andaluz,
que apaga toda Sevilla;
ciudad del oro,
del que la luna tuvo al hijo,
ciudad que nace el todo,
cuidad de origen divino.
Luna a la que ningún barco llega,
Luna envidiada del lobo,
que te aúlla mirándote a los ojos,
que nos iluminan cuando estás llena.
Triste mala fama tienes,
dada por los cantores,
injustos aquellos señores,
que angustian volver ser jóvenes.
oh! luna divina,
adorada por el poeta,
que te aprecie cada noche,
noche que a ti se sujeta.
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Vacíos en Blanco
PoetryConjunto de poemas sin sentido que narran una historia conocida por pocos, desarrollada por muchos