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— Antes destruía carros y ahora los lavo. Que ironía— dijo Livie quejándose con Sinan.

— Acabando el año, yo mismo he ayudaré a destruir esta mierda.

Era el primer día de clases y las cosas no eran nada buenas, especialmente ahora que eran los esclavos de Necdet.

— Me deben una explicación— se acercó Isik confundida— ¿Qué está pasando?

— ¿No es obvio? —respondió Eda— Hicimos un trato con Necdet, volver a la escuela a cambio de ser sus esclavos.

— No les creo. Creí que no había nada más importante que su orgullo— dijo Isik.

— El orgullo es una mierda— dijo Livie burlona.

— Entonces, ¿por qué no se disculparon?

— Nos dejamos llevar en ese momento, pero ya recuperamos el sentido. Es más importante estar en la escuela.

— ¡No les creo nada! —exclamo la rubia- No pueden ser esos chicos geniales que conocí. ¿Qué les pasó?

— Quizás nos sobrestimaste. Solo idealizaste la situación— dijo Kerem.

— Que palabras dices, todo un poeta— alago Eda a Kerem.

— ¡No cambien el tema!

— Solo supéralo Isik, relájate— pidió Live.

— Vamos, la ceremonia comenzará.

Osman, Livie, Kerem y Eda se fueron del lugar dejando solos a Isik y Sinan. No podían decir la verdad, no querían que Isik cargara con esa culpa.

La asamblea no fue la gran cosa, Necdet metió presión al examen de admisiones para la universidad, anuncio su nuevo sistema de clases y presentó a la nueva alumna quien era una prodigó musical.

...

— Debemos estudiar— aviso Livie.

— ¿Desde cuándo estudiamos? —pregunto Osman.

— Desde que este año presentaremos exámenes para la universidad—contesto Livie— Joder, Osman es nuestro momento.

— Esta bien, estudiemos.

La chica comenzó a sacar libros de su mochila, Osman la miro asombrado.

— ¿De dónde sacaste todo eso? —pregunto Osman.

— Tuve que ir a la biblioteca... y Sinan me presto unos- contesto Livie— Ahora, ¿Qué te parece si tu lees y yo tomo apuntes para ambos?

Osman asintió y así comenzaron a estudiar. Livie había comprendido que estudiando con Osman era todo más fácil, pues la mente de la chica se grababa todo lo que Osman decía. Fuera importante o no.

— ¿Qué haces? —pregunto Livie al ver que su novio hacía figuritas con papel.

— ¿Te quieres casar conmigo? —pregunto Osman dándole un anillo de papel.

— Eres tan lindo— dijo Livie sonriendo enamorada, Osman podía jurar que los ojos de Livie brillaron— Acepto— contesto Livie y le dio su mano.

Osman le besó la mano y le puso el anillo, la chica miro ese anillo con ilusión.

— Haría todo por ti, Livie— aclaró Osman— Cuando la vida te lastime estaré ahí, si me necesitas estaré ahí. Todos mis negocios, mi vida, todo lo que quiero, todo dejaría por ti, solo para que estes bien.

— Me encanta la idea de que nunca te iras— contesto Livie acercándose más a Osman— Yo haría lo mismo por ti. Cariño, no pienso seguir adelante sin ti, te voy a querer incluso si te vas.

El chico se acercó hasta poder darle un suave beso, al separarse ambos suspiraron lentamente. Ese beso tenía tantas emociones cargadas.

— ¡Osman, Livie! —ambos se separaron al escuchar al padre de Osman— ¿Qué no van a jugar cartas?

— Desde que le ganaste el pobre no ha dejado de practicar— explico Osman.

Desde que los padres de la rubia la intentaban obligar a casar, la chica prácticamente se mudó con Osman y algunos días se quedaba con Sinn.

Algo que molestaba al padre de Osman, pero cuando la chica le gano jugando cartas este comenzó a aceptarla.

— ¿Está listo para perder? —pregunto Livie haciendo que el mayor riera.

...

Algo llamó la atención de los chicos era una disputa entre el chofer del autobús y un niño de la escuela.

El chofer no quería llevar al pobre niño y él intentaba por medio de ruegos que lo hiciera. Los dos eran expectantes de la situación hasta que Kerem explotó.

— ¡Oye, ¿qué crees qué haces? ¿Qué te pasa?

— Si no lo puedes llevar a casa, ¿porque lo trajiste en la mañana? —continuo Eda— No tiene como volver a casa.

— ¿Qué eres? ¿Un monstruo? —cuestionó Livie— ¿Por qué molestas a un niño pequeño?

— Yo pagaré la tarifa— Osman busco en sus bolsillos algo de dinero, pero fue parado por Sinan.

— No, le pediremos un taxi.

— Gracias— contesto él niño.

— ¿Estas bien? —pregunto Eda.

— Si, gracias.

— Tranquilo, no te preocupes— contesto Livie.

Todos fueron a buscarle un taxi al niño, Osman le dio el dinero y se encargaron de que estuviera bien.

— Muchas gracias.

...

— Buenos días— saludo Livie entrando en la casa de su amigo— ¿Ya estás listo?

— Casi, debo despertar a mi abuelo primero y ponerme los zapatos— contesto Sinan.

La chica observo como Sinan comenzaba a hablarle a su abuelo, pero este no respondía.

— Sinan... — se acercó Livie.

Su amigo comenzó a mirar el interior de la casa donde su abuelo ya había muerto. Sinan la ignoro caminando hasta sentarse en el alféizar de la ventana y comenzó a llorar. Livie solo lo abrazo.

— Lo lamento, Sinan— susurro Livie, el chico al escuchar eso se aferró a los brazos de su amiga.

...

Mientras que Necdet hablaba ante los alumnos con orgullo de tener al director regional en la escuela una Isik muy enojada subía las escaleras con una cubeta de pintura en mano, se había enterado de la verdad, de ese asqueroso trato que Necdet había obligado a sus amigos a aceptar.

— Bienvenido. Es un honor tenerlo aquí, señor director.

Eda golpeó a su hermana y novio, Livie repitió la acción con Osman, al ver a Isik en la ventana frontera del edificio.

Y cuando menos lo esperaron la rubia ya había lanzado una cubeta llena de pintura roja hacia Necdet.

— ¿Quién está allá arriba? —preguntó Necdet embarrado de pintura.

— ¡Vete a la mierda! —grito Isik.

Y con eso, Isik estaba expulsada.

Hace unos meses que Necdet los había llamado para proponerles un trato.

Ellos volverían a la escuela y no serían expulsados, pero tendrían que acatar cada orden que les daría el director, si fallaban Isik sería expulsada.

Necdet miro a los chicos a través de la ventana y repitió el mismo gesto que había hecho hacía unos meses, el cual empezó todo.

Osman llevo una de sus nueces a la boca, Kerem aflojó su corbata y desabrochó los primeros botones de su camisa, y Eda se cruzó de brazos enojada, Livie lo miraba burlona.

El trato había acabado.

Paper rings | Love 101Donde viven las historias. Descúbrelo ahora