Parte 1

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En la oscuridad del océano aparecen dos luces tenues, muy juntas...cada vez brillan más, provienen de dos submarinos de profundidad, en caída libre como ascensores.

Una va por delante de la otra, y pasan lo suficientemente cerca como para llenar la pantalla, los submarinos parecen naves espaciales con luces brillantes, llenos de artefactos manipuladores.

Son como luciérnagas, dos estrellas. Desaparecen.

Dentro de uno de ellos, Ouyan Zizhen, piloto del submarino, está sentado delante de los controles, tarareando una vieja canción en chino.

Cerca, junto a él dormido y roncando, está Jiang Jingyi. Él es un joven, de habla rápida, un cazafortunas, un rescatador de tesoros famosos que tiene parte de historiador, parte de aventurero y parte de vendedor de teletienda.

Al otro lado, hacinado en el poco espacio que queda hay un joven con un ceño fruncido llamado Jin Ling, que también duerme. Es un piloto de R.O.V.'s (vehículo operado a distancia) y es el experto residente del Titanic.

Zizhen ojea el sonar del submarino y hace un ajuste de lastre.

Un muerto y pálido paisaje lunar. Brilla, iluminado desde arriba por el MIR UNO, que entra en pantalla, llega al fondo del mar arrancando sus propulsores. Toca fondo después de dos horas de caída libre provocando un fuerte estruendo haciendo que Jingyi y Jin Ling despierten con el aterrizaje.

Zizhen los mira sonriendo - Ya hemos llegado.

Minutos después, los dos submarinos pasan rozando por encima del fondo del mar con el sonido del sonar de barrido lateral y el ruido de los grandes propulsores.

La arena gris y monótona del fondo brilla con las luces de los submarinos. Jin Ling mira la pantalla del sónar de barrido lateral, donde aparece la silueta de un gran objeto de forma puntiaguda.

Zizhen está firmemente pilotando el submarino, y con su cara presiona el mando central.

Vayamos un poco a la izquierda. Está justo enfrente de nosotros, a dieciocho metros, quince, trece... deberías verlo - Jin Ling mira enojado a Zizhen - ¿acaso eres ciego?

-¿Lo ves? No lo veo... ¡allí!

De la oscuridad, como una aparición fantasmal, aparece la proa del barco. El borde de la proa afilada, parece que corta los sedimentos del fondo como si fueran olas. Se eleva en el fondo del mar, de la misma forma desde que llegase ahí, hace 84 años. EL TITANIC, o lo que queda de él. El MIR UNO sube y pasa sobre la barandilla de la proa, intacta excepto por el rápido crecimiento de estalactitas de óxido, que parece musgo.

Enfocando de cerca el monitor de la lente ocular de una cámara de vídeo. La cara de Jingyi llena la pantalla en blanco y negro.

-Me sigue desconcertando cada vez que lo veo.

-Robar a los muertos queda bajo tu responsabilidad.- le dice Zizhen mientras está grabando con la cámara él mismo, girándola con su mano para enfocar su propia cara.

-Gracias, joven amante, pero tú también estás aquí conmigo en esto.

Jingyi se pone serio, mirando hacia el frente, pensativo, con la cámara enfocándose a sí mismo, extendiendo el brazo.

- Me sigue desconcertando cada vez... el ver los tristes restos del gran buque aquí hundido, donde aterrizó a las 2.30 de la madrugada del 15 de Abril de 1912, después de su larga caída desde el mundo de la superficie.

Zizhen pone los ojos en blanco y murmura en chino.

Jin Ling ríe y vigila el sonar -Eres un cínico de mierda, jefe.

My Heart Will Go OnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora