all your heat

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¿Quizás no fue coincidencia encontrarme con ella?

no sabía, tal vez esto que tenían ahora lo quiso siempre el destino.

Cuando estaba solo la guarida se sentía tan vacía, pero cuando estaba con Diane el mundo entero desaparece.

Dios,la habia extrañado tanto, esa semana habia sido una tortura, el papel de gobernadora la habia mantenido tan ocupada que no le alcanzo chance para ir a ver a su amado tipo malo y ahora finalmente se tenian. Lobo había sido notificado con que ella regresaría para verlo esa noche, solo Diane fue testigo de su colita moviendose cuando la sostuvo entre sus brazos,rodeándola en un abrazo,queriendo unirse en su lindo aroma. Sus manos tan grandes acariciaron su espalda y recorrieron su cintura, no quería soltarla, no pensaba dejarla ir

Cuando la dejó entrar a su desordenada habitación habitación, planeaba buscar una película para ver juntos,pero la sorpresa de su vida fue levantar su mirada y encontrarla quitándose su traje gris, y luego la camisa blanca que iba debajo de esta,cuando vio su ropa interior, la vergüenza se apoderó de su rostro.

cada una de las prendas de la zorra pelirroja fueron desapareciendo, solo quedaron sus bragas,Lobo con una pícara y nerviosa la vio moverse,la vio correr sus manos por sus piernas hasta su cadera y como su larga cola se movía con caleta, supo ahí que era lo que su amada novia deseaba.

El rojo se coló por sus mejillas al bajar sus pantalones, la cual la última prenda que le quedaba a él puesta, abrió sus ojos para ella y la miró,de cabeza hasta los pies, sus delicadas curvas caderas tenían su cabeza dando vueltas y el resto de su desnuda silueta lo tenía mareado, inclusive cuando ya habían hecho el amor más de una vez, la llena idea de abrazarla a piel lo tensaba.

Diane abrió sus ojos, también lo miró de pies a cabeza y le sonrió de vuelta, tomó sus manos grandes manos, lo atrajo hacia ella y cerró sus ojos para darle un beso muy tierno.

—¿Eres el ladrón de mi corazón? .-preguntó Diane de manera coqueta.

—si eso deseas, puedo serlo preciosa…-Lobo respondió de la misma manera, sintiendo como lo atraía a su cama y ella caía primero para amortiguar su caída.

Cuando se entregó en sus brazos, Lobo solo sintió su cuerpo caer contra el de ella, sintió cómo se sentía débil cuando ese pelaje rojizo se frotaba contra su pelaje gris,se hundió en ella completamente y cerró sus ojos soltando un suspiro enamorado. Ocultando avergonzado su rostro entre su desnudo busto,mientras que las manos de Diane fueron a parar por su desnuda espalda, la zorra abrió sus ojos verdes,solo para ver como sus caricias provocan que la cola de Lobo se moviera otra vez,  cosa que le sacó una pequeña carcajada, siguió dándole suaves caricias por todo su cuerpo por lo que quedaba del rato que tenía con él.

sus labios se unieron como marido y mujer, esas manos de zorro se acariciaban en sus zonas más cálidas y las más esponjosas,incluso atreviéndose a rasgar por detrás de su cabeza entre sus orejas:la mayor debilidad del Sr.Lobo.

—Diane~…-canturreo el canino gris, abrazándola y dejando besos y pequeñas lamidas sobre su mejilla, se avergonzaba tanto de esa situación, pero no podía negar que todo el cariño que se daba mutuamente con su amada novia le fascinaba

—por que te da tanta vergüenza? .-Diane preguntó,acariciando sus hombros.

—S-Se supone que soy el malvado Lobo feroz…-Lobo le dijo.

—hasta los malvados lobos feroces pueden ser suaves,Lobin.-Contesto Diane,uniendo sus narices en un beso esquimal.

Aferrado a su esponjoso y cálido pecho como si fuera a perderla, tambien empezo a dar atención, acariciando sus brazos y decorandolos con besos que quedaban marcados eternamente en su alma, el corazón de ella estaba tranquilo y latía contra sus oídos, el de Lobo se encontraba reventando contra sus costillas, aún no podía calmar la serotonina que le producía estar ahí con ella, al borde de la desnudez, sólo usando sus boxers y ella sus bragas,besandola y acariciandola de su cabeza hasta las heridas selladas que obtuvo siendo la Garra Escarlata.

El sol se colaba por la ventana de su habitación, dándole calidez a sus semidesnudos cuerpos, sus elegantes rojas grises y blancas estaban tiradas sobre el suelo, ambos amores estaban sobre la cama, unidos descansando entre caricias y mimos, el sonido de las aves lo hacían sentirse perdido en el bosque, Lobo aún se estremecía al sentir como sus piernas estaban entrelazadas con las de ella, la gobernadora relajada lo miró con una tierna sonrisa,aun notando lo tenso que él estaba, por lo que una de sus manos lo tomó de su rostro y lo acerco para besar su nariz,cosa que lo hizo reaccionar sorprendido pero luego le saco una sonrisa nerviosa, solo en esas ocasiones era donde Lobo se daba cuenta de que

¿Quién diría que hasta el villano de todos los cuentos ahora se encontraba siendo el amante de la gobernadora Foxington? ¿había decidido volverse un tipo bueno solo para tener la oportunidad de entregarle su corazón? ¿todo por la mujer de su vida?.

Si, así es.

—n-no…no tengo idea de lo que hago.-Lobo admitió.

—descuida…lo estas haciendo grandioso,Lobito.-Diane aclaró con una voz enamorada,sin dejar esas muestras de afecto.

ella pertenecía a él.

él pertenecía a ella.

era su dulce corazón.

Todo tu calor||°Wolf x Diane Drabble°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora