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Yoongi no tiene idea de cómo ni en qué momento llegaron hasta el porche de la casa contraria. El pobre Yeontan había quedado en el olvido, amarrado con una correa a la cerca que separa ambas viviendas.

—¿Qué pasa, muñeco?¿Acaso se siente intimidado, hyung? —la ronca voz de Taehyung lo hace fijar su vista al frente, justo al rostro del hombre que lo estaba apresando contra la pared externa de su hogar.

Carraspeó para tratar de no perder la compostura tan pronto. ¿Para qué hacer evidente que estaba ansioso?

—No, para nada. —sonrió pícaro, atreviéndose a acariciar el pecho del moreno por encima de la ropa. —Solo que no sabía que eras exhibicionista también, ¿No te has dado cuenta de que la señora Kang está con la vista fija en nosotros desde su cocina?

Ambos voltearon para confirmar que sí, la vecina chismosa tenía los ojos tan abiertos como podía. Taehyung rodó los suyos con diversión, cargando a Yoongi como saco de papas y dándole una nalgada.

—¿La puerta de su casa está abierta?

—No es la única cosa que está abierta para ti, Kim. —no, no pudo contener ese comentario. Es que ese hombre está tan sabroso...

No obtuvo respuesta, pero sí comenzaron a moverse hasta llegar a la sala. Taehyung colocó a Yoongi en el suelo y se sentó en el sofá con las piernas varonilmente abiertas. El bulto entre las mismas no era cosa de juego.

Yoongi, como buen chico, se arrodilló para quedar con el miembro de Taehyung aún cubierto por la ropa justo al frente. Sus manos fueron a sus muslos, toqueteándolos a su gusto. Todo en el moreno se sentía fuerte.

—Opino que, para causar y recibir placer, es necesaria la utilización y agudización de todos los sentidos. —comienza a hablar Taehyung con el mismo tono que utilizaba en su oratoria. Persuasivo, ese es su toque. Captó la atención de Yoongi al momento. —El
gusto permite saborear cada centímetro de tu amante; el tacto hace sentir todo lo que es entregado a ti; el olfato revela la esencia de tu amante; el oído te brinda la mejor sinfonía que puedas escuchar; y la vista coloca el cielo al desnudo. —acaricia el
cabello de Yoongi, desabrochando su pantalón para liberar al monstruo que, semi-erecto, grita por atención.

—¿Es así como convences a tus “estudiantes” de tener sexo? —Yoongi alza una ceja, aguantando las ganas de babear el glande rojizo de Taehyung, quien soltó una pequeña risa.

—De esta manera enseño el arte del sexo, que es distinto, hyung... ¿Qué tal si me enseña usted qué tan hábil es su boca?

—¿Vas a corregirme si me equivoco? —se mordió el labio inferior, tomando el trozo de carne que tanto tiempo estuvo esperando.

—Oh, voy a hacer mucho más que corregirle. —jaló un poco las hebras negras del pálido. —¿Para qué vine aquí si no?

Alguien pásele toallitas a Yoongi... Cree que pudo correrse antes de tiempo.

Blowjob » TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora