Chloé miró de arriba a hacia abajo al desconocido que había pronunciado su nombre sin escrúpulos, aquel caballero de cabellos negros y ropas desaliñadas que se había atrevido a molestarla.
Esperaba que aquel vagabundo dijera o emitiera palabra alguna, pero no hacia nada más que mirarla.
—¿Quieres una foto? — cuestionó con sonora arrogancia y burla.
Plagg parpadeo varias, abrió la boca para decir algo, pero no lograba articular ninguna palabra, su cuerpo se movió de forma rara y comenzó a vacilar.
—Yo-o, yo-o quería, q-queria, que de-dejes de...
—¿Acaso no sabes hablar sin tartamudear? — preguntó divertida— sé que soy alguien que deja a la gentuza sin palabras, pero esto es mediocre.— comentó.
Plagg se silenció y sus mejillas comenzaron a enrojecer.
Adrien se apresuró a acercarse a él e interponerse entre ellos.
—Hola Chloé, perdón si mi... — Adrien miró a Plagg— primo lejano de otro país te molesto, es nuevo por acá y no conoce nuestras costumbres — mintió y lanzó una mirada furtiva hacia Plagg.
El pelinegro lo miró confundido, luego volvió su vista a Chloé.
—Disculpate con Chloé, Plagg— ordenó Adrien.
El nombrados agachó la cabeza.
—Si, lo siento si te moleste— se disculpó.
La rubia lo miró y suspiró, luego miró en dirección de Adrien con seriedad.
—Que no se vuelva a repetir, recuerda lo que hablamos Agreste, mantente alejado de mí, tú y tu raro primo lejano— dijo para luego darse media vuelta y comenzar a caminar hacia el interior del establecimiento.
Plagg seguía con sus ojos la figura de Chloé marcharse, observaba como aquel cabello dorado se zarandeaba a los lados al compás de su andar firme, decidido y elegante, únicamente dejó de verla cuando ella desapareció.
—¡Plagg! — gritó Adrien.
El nombrado parpadeo varias veces y miró al rubio.
—¿Qué?, no tienes que gritar estoy al lado tuyo— se quejó.
—Te llame tres veces y no respondias, parecías hipnotizado. — comentó el rubio suspirando— Como sea no debiste hacer eso, no es bueno enfretar a Chloé.
Plagg volvió su mirada hacia donde la rubia se había marchado, luego la campana comenzó a sonar y todos se apresuraron a ingresar.
—Vamos, Plagg, entremos. — dijo Adrien.
Ambos comenzaron a entrar bajo la atenta y curiosas miradas de algunas parisinas.
...
Adrien y Plagg entraron al salón y al instante las miradas de todos los presentes se dirigieron a ellos, específicamente hacia el de pelo negro.
—Tenemos un invitado el día de hoy— habló la profesora.
—Oh... Si— habló Adrien— él, él es mi primo lejano que viene de una isla remota al norte del continente asiático. —mintió.
Plagg arrugó la nariz y miró confundido a Adrien.
—Ja-ja, ¿no es así? — cuestionó el rubio golpeando levemente a su acompañante con su codo.
Plagg asintió no muy seguro.
—Oh, que genial, dinos, ¿cómo te llamas? — preguntó curiosa Miss Bustier.
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A tus órdenes, Mi Reina [MUY PRONTO]
FanfictionPlagg x Chloé Ella solo quiere una cosa, ser Reina y él le concederá su deseo a cambio de una unión. [Fanfic] La actualización depende de la flojera de la autora