Cap. 1 🍷

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Para la familia Han, los cumpleaños no eran algo tomados a la ligera pues les gustaba festejar a lo grande y para el pequeño integrante de la familia no es una excepción. Un pequeño Jisung veía a todos sus invitados con hermosos y grandes ojos brillantes pues los regalos que traían solo para él se veían ostentosos aunque tuvieran papel de regalo.

La música infantil, los inflables que decoraban el patio de la casa Han hacia divertir a los invitados de Jisung, los animadores que vestían de príncipes y princesas omegas le encantaban al niño pelinegro, la temática de su fiesta era sobre cuentos de hadas, así que portaba un hermoso vestidos morado de princesa, uno grande y brilloso que le quedaba muy bien.

—Sungie, mi ardillita, no corras puedes caerte. —Dijo el omega Chanyeol, padre de Jisung.

—Perdón, papi. —El menor se sentó a lado de su padre omega, haciendo un pucherito.

—No hagas esa carita, galletita, no puedo regañarte así. —El menor sonrió al sentir un pellizco suave en sus mejillas.

—¡Chanyeol, cariño, ayúdame con esto, por favor! —Gritó la alfa Da Mi que entraba con un pastel gigante, algunas bolsas en sus manos y una vela del número 6 entre sus labios.

El omega mayor corrió rápidamente a ayudar a su alfa, llevando las cosas a la cocina, mientras tanto el pequeño Jisung se escabullo hasta la puerta que había quedado entreabierta, viendo a un alfa de cabellos oscuros viéndolo desde arriba con una sonrisa cuadrada.

—Hola, Jisung. —La voz grave pero a la vez meliflua del alfa hizo palpitar el corazoncito del cachorro, rápidamente el cachorrito se oculto detrás de las largas piernas de su madre alfa que había hecho acto de presencia en el recibidor.

—¡Minho! —Chanyeol dijo emocionado, abalanzandose contra el alfa.

—¿Cómo has estado, Chanyeol? —Abrazo con cariño al más alto.

—Muy bien, como ves ahora tenemos un precioso cachorro consentido. —Señaló con la mirada al pequeño pelinegro que se escondia detrás de las piernas de su mamá alfa.

—Es un hermoso cachorrito, aunque es muy tímido. —El alfa se acercó con gentileza al niño para así no asustarlo ni hacer que la alfa se abalanzara sobre él pues aunque fueran grandes amigos de la juventud, sabía que los alfas son sobreprotectores con sus cachorritos.

El pequeño Han vio al guapo alfa sacar una hermosa tiara de una bolsa, una bastante preciosa, se veía tan real. Con velocidad Jisung salió de detrás de las piernas de su madre, poniéndose enfrente del alfa, sintiendo como éste peinaba sus cabellitos para acomodar la tiara en su cabeza, el cachorrito vio los ojos del alfa mayor, notando como los orbes ajenos destellaron.

—Que hermoso príncipe eres, ¿cuántos años cumples, Sungie? —Sintió un ligero apreton en su mejilla.

—6 años. —Sonrió en grande, mostrandole sus dientitos a Minho.

—Eres muy tierno, te comería a besos. —Minho adoraba mucho a los cachorritos y el pequeño Jisung se había robado su corazón en aquel instante.

Jisung se sonrojó cuando el alfa lo abrazó y lo alzó en sus brazos, cargandolo con cuidado y cariño de que su vestido no se arruinara. El lobo de Minho sin darse cuenta se había impregnado en el pequeño, formando un lazo que el cachorrito de Jusung y él lobo mantendrían por siempre, un lazo de protección pura.

—Es la primera vez que veo que el cachorro de Sungie se abre tan fácilmente. —Habló sorprendida la otra alfa pues su hijo no era de dejarse tocar por cualquier desconocido y el cachorro de Jisung gruñia cuando alguien se le acercaba.

—Lo más seguro es que se sintió seguro con mi lobo, los cachorros siempre buscan a las figuras de autoridad con quien realmente se sientan en confianza. —El pequeño no decía nada, sólo balanceaba sus piernitas mientras abrazaba el cuello del alfa moreno.

—Eso debe ser, ven Minho, vamos afuera, tienes que comer algo.

Salieron al patio y Jisung no quiso despegarse del alfa, solo quería seguir oliendo el aroma a canela y pinos frescos del alfa que lo había sentado en su regazo, sus padres y Minho hablaban tranquilamente mientras el menor no entendía, solo comía dulces, restregandose en el mayor para que el aroma del alfa quedara impregnado en él, su cachorrito le exigía que hiciera eso.

—Después de la graduación me contrataron así que tuve que empacar al día siguiente y viajar a Suiza, lamento haberme ido sin despedirme en persona.

—No te disculpes, Min, nosotros estamos felices que te hayas ido a prosperar profesionalmente. —Da Mi tomaba un café frío mientras sonreía.

—¿Vas a regresa a Daegu? —Preguntaba un sonriente Chanyeol.

—De hecho, ya me cambiaron, adivinen quien será su nuevo vecino. —Los Han sonrieron emocionados.

—¿Compraste la casa de a lado? —Minho asintió a la pregunta de Da Mi.

Los ojitos de Jisung brillaron y una preciosa sonrisa que Minho juraba que jamás borraría de su mente fue lo que vio al escuchar que ahora que alfa sería su vecino, el cachorrito se acomodó mejor entre sus brazos.

Hola, les traigo una nueva historia espero la disfruten.♥

DILF (Minsung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora