Capítulo 8

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Arthit azotó la puerta violentamente sin importarle que Krist estuviera llorando afuera de esta. Krist lloró y se disculpó, pero a Arthit no le importó. Su imagen como líder de las novatadas fue destruida por Krist.

—¡¡VETE!! —Gritó Arthit desde adentro.

—Lo siento, P'... hip... Kit promete no volver a hacerlo... hip... hip... por favor, P'. No tengo donde quedarme... —Krist dijo miserablemente, esperando que el corazón de Arthit se ablandara.

Arthit abrió la puerta para ver que Krist estaba sentando en el piso. Los ojos de Krist brillaban con anticipación.

—Aquí está tu teléfono y dinero para que encuentres donde vivir. —Arthit le dio su celular a Krist y 1,000 baths, entonces volvió a cerrar la puerta.

—P... ¡P MALO! ¡P MALO! ¡CORRIENDO A UNA LINDURA COMO YO ES UN DELITO P'...! —Krist gritó para crear drama y que a Arthit le diera vergüenza y lo volviera a meter al departamento. Pero lo que planeó Krist no pasó. Gritó por 10 minutos, pero Arthit no cedió. A pasos inestables Krist se fue.

Arthit se sentó en el piso con su espalda pegada a la puerta. Escuchó todos los gritos de Krist. Sentía lastima por él, pero igual debe de aprender la lección. Debería respetar las opiniones de otros. Imagínense, que el primer beso de Arthit se hubiera ido por culpa del ridículo comportamiento de Krist.

Flashback

Esa mañana Arthit se sentía fresco y emocionado. Era raro para él levantarse a las 6 de la mañana ¡qué milagro! Hoy Krist estaba raro porque normalmente le pedía a Arthit si podía ir a la universidad con él y esta vez quiso quedarse dormido.

Arthit agarró su mochila e inmediatamente fue a la universidad sin olvidar dejarle 100 baths a Krist para comida. Arthit frunció el ceño cuando vio a el hombre más molesto de todos sentado en el recibidor de su departamento.

Tal vez vino a recoger a alguien que vive aquí. Pensó Arthit.

Sin importarle, Arthit volvió a caminar, pero alguien lo detuvo.

—Bueno días, P'. —Dijo Kongpop abrazando a Arthit por detrás envolviendo sus brazos alrededor de su cintura.

—0062, ¿qué haces? —Arthit preguntó en voz baja, pero con enojo.

—Saludando a P. —Dijo Kongpop inocentemente.

—¡Suéltame! —Kongpop dejo de abrazarlo.

—¿Por qué me estabas abrazando? ¿Así te comportas con tus superiores? —Arthit no entendía por qué Kongpop se atrevió a abrazarlo en público.

—Ayer P me abrazó, hoy me toca a mí. Es justo y necesario. —Kongpop dijo poniendo cara de perrito.

—¡¿Cuándo te abracé?!

—Ayer. —¡¿Ayer?! Pero dormí todo el día. Ohh... mierda Krist... me la pagarás después.

—P... ¿ya comiste? —Preguntó Kongpop suavemente.

¿Acaso no me odia? Arthit estaba confundido.

—Aún no. —Dijo Kongpop respondiendo su pregunta. —Desayunemos, P. —Kongpop agarró la mano de Arthit y lo llevó a la cafetería más cercana.

No solo fue en la mañana, todo el día Kongpop estuvo pegado a Arthit. A pesar de que Arthit le dijo que se fuera varias veces, Kongpop lo siguió fielmente como un perrito. Incluso si las novatadas fueron aplazadas por actividades de la universidad.

Mimi, la descarada, se acercó a la mesa donde comían Arthit y sus amigos. Sin embargo, hay una persona fuera de lugar. Kongpop vino a comer con sus mayores.

Krist y ArthitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora