a stalwart lover, for sure ✧ luckity

ONLY

el frío del aire acondicionado envía un temblor por la columna vertebral de quackity, y tira de la manta en la que está metido con más fuerza alrededor de su pequeño cuerpo. con los pies metidos debajo de él y la cabeza cubierta por una sudadera con capucha de gran tamaño que encontró barata en una tienda de segunda mano en el centro, quackity parece ser aún más pequeño, una criatura tímida envuelta en un capullo. el programa que se reproduce en la televisión es una basura aturdidora, pero luzu está ocupado trabajando y necesita algo en qué ocuparse para no morir de aburrimiento.

encuentra que la tranquila placidez de la convivencia a veces es suficiente para saciar a la bestia hambrienta dentro de él. saber que luzu está en su oficina, encorvado sobre una pila de papeles con las gafas en la nariz mientras quackity está abajo viendo un reality show es tan gratificante como tener a luzu de las otras formas en que lo tiene. es casi doméstico, cómo a veces quackity le trae una taza de té y sonríe con la ternura de un hombre que rara vez recibe ese trato en otros lugares. siempre agradecerá a quackity, maduro y estoico, y, en una muestra descarada de gratitud y cariño, apretará la mano delgada de quackity con la suya. siempre deja el pecho de quackity tambaleándose.

se dio cuenta, después de que terminó lo que él consideraría la fase de luna de miel de su tumultuosa relación, que no siempre necesita todo ese anhelo, ese deseo insaciable. y sí, si bien es agradable y siempre deja a quackity con la sensación de que se ha rascado una picazón que antes no podía alcanzar, hay algo reconfortante en bajar las escaleras y encontrar la figura de luzu bostezando, adornada con la cabecera de la cama, encorvada sobre una taza de café, lo suficientemente temprano como para no ha tenido tiempo de recomponerse y adoptar la personalidad del hombre completo que es. encuentra consuelo al verlo cambiado de su traje de trabajo a su ropa de casa, los pantalones de lana con bolitas y el suéter de punto negro que resalta el rubí en sus ojos.

y sí, estos momentos son pocos y distantes entre sí, pero quackity descubre que son los momentos que más disfruta.

"por tu apariencia, uno podría pensar que estamos en pleno invierno y no a treinta grados afuera, quackity", dice la voz divertida de luzu detrás de él, descendiendo las escaleras. había estado tan perdido en sus pensamientos que quackity apenas lo había oído acercarse. rodeando el sofá, luzu desliza su mano debajo de la capucha de quackity, rascándole el cuero cabelludo. es un toque sin sentido, como suele serlo, pero hace que el estómago de quackity se revuelva.

"tenía frío", explica quackity, metiendo un poco la cara en su ropa para que luzu no pueda verlo sonrojarse. incluso después de todo este tiempo, todos los días que ha tenido que librarse de los nervios de su sistema, luzu todavía lo marea.

"¿por qué no bajaste el aire acondicionado? chico tonto." luzu cae en su lugar en el sofá de dos plazas a su lado, cruzando una pierna sobre la otra. se ve tan digno y quackity se ve un desastre, como de costumbre.

"sé que eres caluroso", es todo lo que quackity logra murmurar a modo de explicación.

el cariño supera las características de luzu. "qué positivamente dulce de tu parte", dice, y se inclina para capturar la boca de quackity en un beso meloso. quackity tararea, inmediatamente abrumado por la sensación de la boca de luzu sobre él. nunca es agotador, ser besado por él. cada vez que luzu lo besa, se siente radiante, como si estuviera flotando, tan cálido y cuidado.

"¿has terminado con el trabajo?" quackity se las arregla, entre besos. son apenas pasadas las tres.

"se puede decir que sí", dice luzu, salpicando picotazos sobre la mandíbula de quackity. "puede esperar. ventajas de ser el jefe."

"ah", respira quackity, inclinando la cabeza hacia atrás mientras luzu articula justo debajo de su oreja, muy consciente de todos los lugares que vuelven loco a quackity.