Era un día como cualquier otro, a decir verdad no había nada interesante pero mejor centremos en alguien que caminaba rumbo a su casa después de la escuela.
Uesugi Fuutarou un chico de 16 años que se esforzaba por traer dinero a su familia para sobrevivir.
El era un chico muy aplicado en sus estudios, siempre quedaba en los primeros lugares por no decir el primero en las calificaciones de la escuela... Aún así el tenía amigos, no eran realmente muchos pero almenos tenía y eso era lo importante...
Quien diría que su vida tranquila estaría apunto de ser arrebatada.
Mientras caminaba en dirección a su casa decidió tomar un atajo por un callejón oscuro.
Grande fue su sorpresa al ver que varios chicos empezaron a varias chicas pero debido a la oscuridad solo pudo ver a una de ellas.
Una chica pelirosa con el cabello largo, pero ¿que podía hacer el?, Ni siquiera llevaba el mismo uniforme que el, por lo que dedujo que era de otra escuela.
Su primer pensamiento fue que no era su asunto, por lo que se dió media vuelta y empezó a caminar por donde había entrado.
Pero se detuvo antes de llegar al final y solo pudo pensar en algo... ¿Era correcto abandonar a quien lo necesita?
La respuesta era no, no importaba como lo viese el no fue educado de esa forma, por lo que se armó de valor y regreso para ayudar a esas chicas.
Fuutarou: HEYY USTEDES DETENGANSE.
Al oír el grito los tipos voltearon y lo vieron, un chico Pelinegro bastante delgado que les ordenaba que se detuvieran.
Fuutarou: me parece patético que siendo hombres decidan atacar a una pobres chicas siendo tantos-dijo con tono serio-
Tipo 1: no es tu asunto mocoso-dijo enojado-
Fuutarou: lastima ahora lo es *poniéndose en guardia*.
Los tipos al ver que el chico "iba en serio" solo comenzaron a reírse de él.
Pero en un instante Fuutarou vio que uno de ellos había bajado la guardia y lo golpeó en la parte de atrás de su cabeza y como se tratase de un milagro el tipo cayó desmayado.
Esto no le gustó a los demás por lo que se abalanzaron contra el Pelinegro quien solo pudo tratar de defenderse pero al ser más muchos no pudo lograr nada.
Pero eso era parte de su plan, el no era un idiota pues antes de que decidiera ayudar a esas pobres chicas había decidido llamar a la policía quien llegó a los pocos minutos.
La policía solo pudo ver a varios hombres golpear a un chico indefenso mientras había varias chicas acorraladas.
Los oficiales sin perder el tiempo terminaron arrestandolos mientras que Fuutarou estaba en el suelo bañado en su propia sangre, varios moretones eran visibles en su cara y sus brazos.
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"Mis 5 acosadoras"
FanfictionUn día vas caminando hacia tu hogar y decides salvar a una chica de unos sujetos, pero te das cuenta que no salvaste a una sino a cinco chicas iguales.