Capítulo V

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Todo el mundo se quedó callado al oír la grave voz de Alonso. Alonso era un hombre imponente, era el temor de la mayoría de los hombres y el crush de millones de mujeres.Nadie quería un problema con él, ni siquiera una pequeña disputa. Hubo una ocasión que Jay terminó en el hospital todo dolorido por los golpes y patadas de Alonso porque se había acostado con su novia. Alonso tenía la espalda ancha, dentadura perfecta y facciones muy definidas y para muchas mujeres, el mejor cuerpo que han visto en su vida. Usaba frecuentemente diferentes chaquetas de cuero que lo hacían lucir demasiado estilizado y le marcaba cada músculo que tonificaba, en ese momento sólo utilizaba una playera blanca de cuello V.

-Crees que me importa lo que dices- bramó Jay.

-No es pregunta idiota, suéltala si no quieres que te deje como la noche de graduación.

-Todavía sigues con eso- habló Jay mientras arrojaba a Jessica a su izquierda y se subía las mangas de su camisa-Mira idiota yo no tengo la culpa que no pudieras satisfacer a Mónica como lo hice yo. La verdad, que mujerón tenías en ese entonces hombre; pero a mí no me andas chantajeando con ponerme una madriza. Así que ven si tienes los huevos necesarios que antes no tenías.

Alonso se arrojó en Jay sin pensarlo, se creó una rueda para que todo el mundo empezara a ver la gran pelea entre ellos, Jay se veía victorioso con dos ganchos que logró impactar en el abdomen de Alonso lo cual hizo que escupiera algo de sangre, pero la pelea fulminó con un golpe de Alonso a la quijada de Jay y silbatos de policías del aeropuerto.

Todos se quedaron quietos observando cómo se llevaban a Jay, Jessica, Alonso y Frank. Frank había interferido en la pelea justo cuando los policías llegaron.

-¿Qué acaba de pasar aquí? - Preguntó el guía

-Se los están llevando porque estaban peleando- contestó una persona del grupo

"Carajo me hubiera ido con el grupo de ancianos" - pensó el guía.

- ¿A dónde se los llevaron?

- Por la puerta de allá

-Ahorita vengo, los espero en la sala después de migración, no se muevan de ahí.

El guía comenzó a seguir a todos los policías que se llevaban a " los muchachos" pero la multitud hizo que perdiera el rastro de ellos. Llegó a una puerta donde dos oficiales se encontraban de guardia, intentando pasar a la sala, los oficiales lo detuvieron

-¿A dónde quiere ir ? - preguntó el oficial de la izquierda en un acento británico.

-¿Qué?

-Traigan al oficial mexicano, no nos está entendiendo.

Pasó un largo tiempo esperando afuera de la sala hasta que llegó un chavo con traje de Policía algo percudido y la corbata con manchas de salsa, llevaba con él una torta que parecía de jamón.

-Hola señior, ¿Qué se le ofrece?

-Mis muchachos del grupo tuvieron una pelea hace un momento y unos oficiales se los llevaron hasta traerlos aquí y tengo que ir por ellos.

-Ah..- dió un mordida a su torta- ya- empezó a masticar al hablar- y ¿A dónde dice que se fueron?

-¡Aquí !

-Uyy pero no me tiene que gritar, a ver - dió otra mordida a su torta- déjeme ver que se puede hacer.

Transcurrió media hora hasta que llegara el oficial sin la torta en su mano

- Ayyy....

- ¡¿Qué?!-el guía lo miró atento-

-Mi torta estaba buenísima.

Prove it (Demuéstralo) #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora