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El rubio iba llegando a la escuela con todas las energías que se pueden tener en un lunes.

Sí, le había dicho a Han que lo vería el sábado, sin embargo, aquel viernes, lo primero que vio en la casa fue una imagen aterradora.

-¿Viste la hora que es?

-Perdón, mamá, es que fui a la casa de Han.

-Claro, como te mandas solo ¿verdad?

Eran pasadas las 10 de la noche, su madre lo estaba esperando en la sala con una cara que demostraba todo menos cariño.

Después de aquel encuentro poco agradable con su madre, ni siquiera había encontrado el momento para pedirle el permiso para salir, y escaparse sólo empeoraría la situación.

-Eres un puto mentiroso, dijiste que ibas a ir a mi casa el sábado, todos los hombres son iguales. -Era Han, podía reconocer ese tono de drama fingido en cualquier lugar.

-Mi mamá me castigó porque el viernes llegué hasta las 10.

No obtuvo una respuesta, su amigo ahora estaba con la atención fija en quien, según él, era el futuro padre de sus hijos.

-Buenos días, Minho.

-Hola. -El mayor le sonrió un poco antes de seguir su camino.

-No seas ridículo, le dijiste buenos días y son la una de la tarde.

-Cállate, para mí son días.

-De la tarde tenías que ser, camina porque tenemos clase de química.

-No, voy a ir a pedirle el número a Minho, si todo sale bien pronto tendrás el número de tu viejon.

-Estás pero si bien pendejo, ya van a tocar, mejor camínale.

-No, si quieres ve tú, pero yo ya no voy a seguir esperando que Minho entienda que es para mí por arte de magia, yo haré que lo entienda. -Fue lo último que dijo antes de salir corriendo tras Minho.

-Puta madre contigo. -Maldijo y luego salió corriendo tras él, cual madre que persigue a su hijo hiperactivo.

Aquel crush inalcanzable de Han estaba a punto de entrar a su salón de clases cuando escuchó que alguien lo llamaba.

-¡MINHO! Perdón que te moleste, pero ¿podrías pasarme tu número?

Se escuchó una carcajada, era Hyunjin que, detrás de Minho, observaba toda la escena.

-Si Minho no te pasa su número, te lo paso yo, lleva todo el semestre jodiendo con que eres divino.

Las mejillas de Lee se tiñeron de un rojo intenso.

-No creas lo que dice Hyunjin. -Balbuceó mientras tomaba el celular de Han y tecleaba su número. -Supongo que esperaré que me hables. -Dijo aún avergonzado mientras entraba a su salón, seguido de Hyunjin.

Felix miraba con asombro la escena desde lo lejos.

-Wey, tienes su número. -Estaba completamente en shock, hasta que el sonido del timbre lo hizo volver en sí. Tomó la mano de Han y lo arrastró hasta el salón, rezando porque el profe aún no llegara.



You belong with me [HyunLix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora