Hoy era un día normal, simplemente estaba cansado y quería regresar a casa, hasta que un colega me habló… Me dijo que un grupo de “Idols” había debutado recientemente, diciéndome que eran realmente talentosas, aunque no me fiaba mucho de él, era el tipo de persona de quien sospecharías primero cuando desaparece tu almuerzo, y cuando le preguntas si fue él, lo negaría pese a tener manchas de comida en su ropa.
Por alguna razón solo me resigné a escucharlo para dejarlo satisfecho y no molestara más, hasta que… Una de las voces de las chicas me pareció conocida, así que me detuve en seco, para ver a la pantalla de su celular, en la cual se podía ver a una chica, quién después de un rato, logré saber que era Suisei, era obvio ya que su propio nombre lo decía, pero yo lo supe por su voz angelical y el sombrero que le había regalado aquel día…
{Al parecer le gustó tanto que nunca se lo quitó… jejeje…}— Dije para mí mismo, solo para después decirle a mi compañero — Pues no lo hacen tan mal, tal vez les vaya bien… — ¿Que no lo hacen tan mal? ¡Vamos! ¡Si lo hacen perfecto! ¡Tienen mucho potencial! —Puede que sí, pero aún así, yo no estoy muy metido en el mundo de las “Idols” y todo eso…
Tras esto simplemente caminamos hacia el estacionamiento mientras platicábamos sobre el día, chismes de los alumnos y esas cosas. Pasé todo el trayecto del trabajo a mi casa sonriendo de la nada al recordar los momentos que pasamos juntos, los cuales me habían intentado forzar a olvidarlos, pero supongo que no es tan fácil como parece.
Pasaron las semanas, tal vez meses, o incluso años, aunque ya no lo recuerdo, pero el tiempo ya no era algo que me importara. Siempre veía las transmisiones en vivo de Suisei, compraba sus álbumes y demás mercancía, y mis sentimientos nunca cambiaron, aunque sabía que ahora más que nunca mis probabilidades de poder decirle lo que siento probablemente estaban bajo cero, y ya lo había aceptado, así que simplemente seguía con mi vida mientras escuchaba su voz.
Una noche salí del trabajo tan cansado como siempre, con ganas de llegar a casa y recostarme sin hacer nada más, hasta que una noticia en mi celular llamó mi atención.
[LINE - Número Desconocido] {Holaaa!!! :3}
Aparentemente me había llegado un mensaje, no presté mucha atención dado que ya había empezado a manejar a mi casa, a la cual llegué un rato después.
-{Hola?} –Respondí sin darle tantas vueltas al asunto, simplemente quería dormir, así que lo dejé así hasta la mañana siguiente. Por suerte o por desgracia, desperté con una lluvia de mensajes. {Hola! Cuánto tiempo! Cómo has estado?} {Aún sigues con la música?} {Recuerdo que habías dicho algo sobre aprender a tocar todos los instrumentos wwwww} {Estás ahí?} {Holaaaaa} {Porqué no respondes?} {Ya te dormiste?} -{Disculpa, me quedé dormido luego de contestarte.}- Respondí aún dudando de lo que hacía, no sabía de quien se trataba, lo único que sabía es que probablemente había conocido a esta persona en algún lado. La mañana se mantuvo silenciosa hasta el receso del turno de la mañana, momento en el que recibí más mensajes. {No te preocupes, seguro trabajas muy duro} {En fin, cómo has estado desde que nos vimos? Escuché por ahí que obtuviste un trabajo como profesor de música, realmente me sorprendí por eso} -{Así es, en este momento estoy en la escuela donde enseño.} -{A todo esto, cómo sabes tanto de mí?} {Ah claro! No te lo dije! Soy Suisei, tu compañera de hace años!}
Yo simplemente no podía pensar que era real, probablemente era una broma de Luna o Fubuki, así que simplemente me resigné a contestar siguiéndole el juego. -{No puedo creerlo! En serio? Jamás pensé que volvería a saber de ti! Me alegra mucho volver a hablar contigo!} Tan pronto como envié ese mensaje que en mi mente tenía un tono sarcástico, sonó la campana para retomar las clases. No volví a tocar mi teléfono hasta el final de mi jornada, notando un nuevo mensaje en mi celular. {A mí también me alegra volver a contactarme contigo! ¿Cómo te ha ido? ¿Has tenido experiencias nuevas? ¿Cuántos instrumentos aprendiste a tocar?}
A partir de ese día empecé a hablar con quien fuera ella, aún dudando de la veracidad de sus palabras, pues aún seguía pensando que era alguna de las dos zopencas de mis amigas de la juventud. De alguna manera, un día nos surgió la idea de reunirnos en un parque cercano, y aunque mis expectativas estaban en el subsuelo, terminamos haciendo realidad esta idea. Yo seguía pensando que era una broma pesada, pero la idea de que fuera la Suisei real se paseaba por mi mente y se convirtió en un deseo. Por mera desesperanza me vestí casualmente, como cuando salía con Luna y Fubuki, además de llevar mi kalimba, una forma de entretenerme y no parecer un tonto si me dejaban plantado. Al llegar al parque me senté en una de las bancas en el centro del parque. De la nada, una extraña melodía pasó por mi mente, se trataba de la primera “canción” que escribí, hacía bastante tiempo que no la tocaba, así que parecía una buena idea para esperar a mi destino. Mientras tocaba aquella nostálgica melodía, empecé a cerrar mis ojos, y al cabo de unas notas, una dulce y pacífica voz se unió, cantando una hermosa letra. Pese a lo que mis oídos podían decirme, decidí no abrir los ojos, probablemente por miedo a la decepción, o por la sensación tan familiar que me producía ese momento. Pasó un rato antes de llegar al final de la canción, junto al que finalmente abrí mis ojos, y logré verla, realmente era ella, Suisei estaba sentada a mi lado, viéndome con una sonrisa. —Realmente… eres tú…—Fue lo único que pude decir mientras sentía cómo unas pequeñas lágrimas recorrían mis mejillas. —Así es… Y a pesar de todo, sigues siendo tú…—Respondío Suisei con aquella sonrisa característica en su rostro.
Los meses siguientes seguimos en contacto, reuniéndonos de vez en cuando y manteniéndonos al día el uno al otro, eso, hasta el día que me armé de valor y le pedí matrimonio, pero ya te conté esa historia, no?
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__________________________________________________________________________________________________ No pregunten por qué tardé casi un año en actualizar, ok? Tenkiu :3 Palabras: 1,072
