La ciudad de las almas rotas.

veinticuatro. - elliot

Selene.

Ahí van mis últimas palabras

escritas en una carta

que seguramente

quemarás en un par de días

cuando te dés cuenta

de lo que me has hecho.

Querida Selene,

Te doy las gracias por romperme el corazón. Te doy las gracias por hacerme llorar hasta ahogarme, te doy las gracias por dañarme hasta sentir lástima hacia mí mismo. Te doy las gracias por hacerme perder la esperanza cuando no había, te doy las gracias por darme una vista del mundo en la que me siento mal. Te doy las gracias por hacerme darme cuenta que la vida no es de flores y tulipas, y también te doy las gracias por encontrarme. Te doy las gracias por hacerme sentir desgraciado por las mañanas, cuando no te veía en mi cama, a mi lado.

Porque sin todo el daño que en mí has causado, nunca podría a Helia haber encontrado.

Creía que me estaba quemando con su luz, pero, en realidad, me estaba purificando.

Hace doce años que no te veo, llevo doce años preguntando por ti. Me he casado con Helia, y ahora tengo dos hijas: Dana y Selene. Fuiste importante para mí, pero no de la manera que tú habrías querido.

¿Dónde estás? Me gustaría encontrarte. Te buscaré, y sé que no te podrás volver a esconder.

Unos contactos tuyos me han dicho que te habías casado, pero yo sé que esto es imposible, tú no puedes sentir lealtad hacia alguien, es más, tú ya no puedes sentir nada. Te hize daño, ¿verdad?

Diría que lo siento, pero estaría mintiendo.

Nos veremos pronto,

Elliot.