¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"en otro mundo"
...
"Me volviste crazy, de esa noche te encontré tan sexy, me quedé mirándote como un imbécil, hasta que se me dio el momento"
"Sé que es tarde para un perdón, pero quiero decirle yo. Que no la olvidé, que siempre la amé, que siempre estaré, pa' ti mí bebé"
...
Conforme los minutos pasaban mí hermano caminaba de un lado a otro esperando a que termine de maquillarme, con Kari su novia acomodando mí cabello.
—Te dije, prepárate con tiempo. Pero no, vos como siempre todo a último momento— decía Gonzalo metiendo sus manos dentro de su jean negro con roturas.
—Ya casi estoy— hablé como pude mientras pasaba el labial rosadito por mis labios, apenas, para darles un poco de color.— Te dije que estaba dubitativa en ir o no Gonzalo— miré unos segundos a mí hermano a través del espejo, estaba detrás mío, a un lado de su novia, con una cara que reflejaba su malhumor.
—Mira la hora que es— bufó mirando su reloj.— Te dejo, me voy y te dejo si no te levantas de ahí ahora, te dejo— amenazaba ganándose una mirada de desaprobación por parte de su novia.
—Capaz que si no hubieras tardado una hora metido en el baño, haciendo quien sabe qué, ella ya estaría lista— atacó mí cuñada, estiré mí puño para chocarlo con el de ella.
Pasó la planchita del pelo unas tres veces cuando murmuró un listo, acción que Montiel festejó levantando sus brazos.
—Por fin— exclamó para caminar fuera de la habitación.
—Apenas son nueve y veinte, es un dramático— negué mordiendo mí labio inferior mientras salía de la habitación, seguida por Kari quien solo reía.
Llevaba un vestido blanco al cuerpo, por lo que se me había ido un poco la mano con el maquillaje que había elegido la primera vez, así que tuve que lavar mí cara y empezar de cero, y en cuanto hice eso a Montiel le dió por empezá a apurar y agitar las cosas. No me sorprendía en lo más mínimo, siempre era así de insoportable cuando se trataba del tiempo, él siempre quería llegar a horario, y yo por mí parte era todo lo contrario, si debía estar a las nueve, comenzaba a prepararme ocho y media, llegando cerca de las diez. Eso a mí hermano le molestaba, por eso era tan intenso con ese tema, y tanto yo como Kari, su novia, intentábamos ignorarlo para no terminar sacando afuera de la casa a Gonzalo, cerrar con seguro, dejándolo allí tirado.
