God of Mischief, Master of Death

¡Libros, maldiciones y basiliscos! ¡Oh mi!

Ultima vez...

Incapaz de pensar en otra cosa para probar, escribe en él.

Mi nombre es Hera Potter.

La tinta brilla por un momento y luego desaparece. Ella se sorprende con la escritura comienza a aparecer de nuevo.

Hola Hera Potter. Mi nombre es Tom Riddle. ¿Cómo llegaste a mi diario?

Capítulo 10

Es lento al principio, porque ella quiere saber cómo se hace, y quiere saber sobre ella. Es cautelosa e ingeniosa, esquivando sus dilemas directos e indirectos. Finalmente, comienza a escribir en él sobre su vida hogareña con los Dursley, incluso sobre el armario debajo de las escaleras que era su habitación hasta que llegó su carta de Hogwarts. Ella escribe sobre su descubrimiento del mundo mágico y el descubrimiento de que era famosa por algo que ni siquiera recordaba.

Quedó bastante intrigado por eso, y le pidió más información, no es que ella tuviera ninguna para compartir. No sabía cómo lo hacía, siendo un bebé y todo eso, pero no se glorificaba como los demás. Incluso el título que le dieron fue un recordatorio de lo que nunca tendría. La-niña-que-vivió fue solo un golpe que sus padres no tuvieron, que de alguna manera fue su culpa. Ella escribe en él lo que sabe de Voldemort, cómo se había escondido dentro de Quirrell durante todo el año escolar sin que Dumbledore se enterara.

Sorprendentemente, reacciona a sus lágrimas tan bien como lo hace con la tinta, y le pregunta qué le pasa un día antes de que pueda escribir en él. Ella le dice que toda la escuela la está condenando al ostracismo, que todos piensan que ella es la heredera de Slytherin por poder hablar con las serpientes. No entendía por qué estaban haciendo tanto alboroto. Para poder hablar con las serpientes. Personalmente, ella pensó que era brillante. El diario expresó interés en este regalo suyo y le sugirió que fuera al baño de niñas en el segundo piso para hablar con la serpiente en el lavabo.

...

"¿Hera?" Myrtle llama, viendo a la chica entrar al baño un poco distraída. "¿Entrar aquí para llorar?"

Hera levanta la vista del libro que había estado leyendo, con los ojos llenos de lágrimas, y sonríe. "Es un buen lugar para eso, ¿no?"

"Simplemente no te acerques a ese fregadero". Myrtle estuvo de acuerdo con una risita. "Creo que lo que me mató salió de ahí".

"En realidad... creo que se supone que debo ir allí". Hera admitió. "El libro dice algo sobre un pasaje secreto".

Hubo un pequeño silbido de Hera, ¡y el fregadero se abrió!

"¿Nuestro pequeño secreto?" Hera pregunta, sus ojos parecen suplicar por ella. "No me están hablando a mí, porque puedo hablar con las serpientes, pero eso es lo que encontró este pasaje secreto, y no creo que merezcan saberlo".

"No van a escuchar nada de mí". Myrtle prometió. "Solo recuerda que lo que sea que viva ahí abajo podría haber sido lo que me mató. Si mueres, eres más que bienvenido a compartir mi baño".

"Gracias, Myrtle. Eso es lo más lindo que alguien me ha dicho en todo el día". Hera se rió entre dientes, antes de deslizarse por el túnel en el que se había convertido el lavabo.

...

Había calaveras y huesos por todas partes, y la piel de serpiente mudada más grande que jamás había visto. La mugre estaba literalmente por todas partes. Esto iba a requerir tantos hechizos de limpieza y, mientras tanto, podía pensar en qué tipo de serpiente se había vuelto tan grande. ¡Esa piel de serpiente era jodidamente enorme! Aunque muy pronto se había centrado en la parte de la limpieza más que en cualquier otra cosa, agradecida de haber aprendido esos encantos temprano.