Your Heart.. [Neteyam Sully]

02.

Por el embarazo de mamá, mis hermanos y yo dormiamos en una choza diferente a la de mis padres. Ao'nung dice que prefiere dormir en la mitad por si pasa algo se daría cuenta por los movimientos. Tsireya duerme dandonos la espalda y yo duermo abrazada a un brazo de Ao'nung para sentirme protejida.

Senti una brisa inusual en la choza pero preferi quedarme quieta, seguir con los ojos cerrados, esperando a que algo pasara.

Unas fuertes pisadas se hicieron presentes, me gire hacia mi hermano para acostarme en su pecho, el me abrazo con su otro brazo.

Senti como me jalaban del cabello suavemente y lo levantaban hacia arriba, oí un suspiro entrecortado de una voz gruesa.

—Oh pequeña Raimy, lo que daria por que fueras mia. Tenerte conmigo y no tener que verte a escondidas.

Senti como se me iba la respiración cuando senti besos en mi oreja que descendian hacia mi cuello, creando ruidos humedos, me removi pensando que habia logrado asustarlo pero a cambio recibi una pequeña risa, los minutos pasaban entre caricias y toques que no pasaban de mi rostro.

Al rato se fue, dejandome alli.
Abri los ojos asustada y por inercia me levante de la cama, note que estaba sudando y con el corazón a nada de salirseme del pecho. Toque el camino de besos que habia trazado, senti un ligero cosquilleo en ese lugar y como mis ojos se aguaban.

Sali del Marui, asustada, llorando aterrada, no habia nadie despierto ya a esas horas, estaba completamente sola.

Tape mi boca con mis manos y me deje caer de rodillas en la arena, estaba temblando. Queria procesar y entender que habia pasado y que habitante del pueblo Metkayina me haria eso.

Senti una mano tocarme la espalda, estaba helada. Senti como un escalofrio recorrio mi cuerpo abruptamente y me levante rapidamente del suelo.

—¿Neteyam?— Pregunte, viendo su rostro iluminado por unos pequeños lunares color lila, él asintio.— ¿Que haces aqui?.

—Es la primera vez que estoy fuera de casa, el bosque, y parece que no puedo dormir.

Asenti despacio.
Mientras volvia a tomar asiento, Neteyam permanecio parado.

—Sientate, no muerdo— Murmure palmeando la arena junto a mi, siguiendo con mi invitación.

Nos quedamos sentados uno junto al otro, en un silencio acojedor.

—¿Tu por que estas aqui?.

Pense mi respuesta unos segundos.
No podia decirle lo que habia estado pasando con mi vida las ultimas semanas, seguro me creeria loca.

—Pesadillas...— Respondo mirando el cielo, iluminado por miles de estrellas.

—Ya veo ¿Tan fuerte? Es decir, cuando llegue estabas llorando y temblabas.

Asenti en silencio, abrazando mis rodillas. Suspire pesadamente pasando las manos por mi cabello. Observe a Neteyam, su cabello estaba lleno de trenzas, algunas con cuencas.

Tenia un collar y unas pulseras tejidas a mano muy bellas, me gustaban mucho.

—¿Que te parece el arrecife?— Hable viendo como me devolvia la mirada.

—Es diferente— Respondio y solto una pequeña risa.— Siempre estuve acostumbrado a vivir en el bosque y a ver animales salvajes y arboles por doquier, aqui ves arena y un mar inmenso. El bosque era lo unico que conocia como la palma de mi mano, eatar aqui me desconcerta pero me gusta, tengo la oportunidad de conocer más.

Solte una risa, que llamo la atención de él.

—Es lindo que no pienses que estas aqui para sobrevivir, aunque sea para eso, el clan, el arrecife es un lugar pacifico que no busca guerra.

Asintio mientras me observaba.

—¿No te gustan las trenzas?.
—Jamás he tenido la oportunidad de hacermelas.

Y asi seguimos la noche, entre preguntas y respuestas, algunas inteligentes y otras estupidas. Hablar con Neteyam me hizo olvidar lo malo, su sonrisa me transimitio una paz inigualable.