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Esa noche no durmió del remordimiento de sus palabras, ¿Como pudo decirle eso a Miguel, cuando vio la situación en la que estaba?

Fue un milagro que Miguel aceptará dormir con él, en medio de la oscuridad lo observó fijamente como le gustaba hacer antes de irse al frente.

Probablemente no vuelva a caminar, y piensa que lo traicione”

Lo siento Miggi, no pude hacer nada...—Susurro en voz baja sin saber que el Alfa no estaba dormido y escucho lo que dijo—Te cuidare mi sol, estare contigo aún me quieras alejar.

Miguel confundido por las palabras del castaño analizo cada letra y no entendía el porque Robby no pudo hacer nada

Era temprano cuando el Omega se levantó y empezó a preparar un pastel de chocolate, tal como le gustaba a su esposo.

después de preparar un buen desayuno fue a despertar al Alfa

—Miguel, ¿Vas a desayunar?—Toco suavemente su hombro despertando al hombre

Para el moreno abrir los ojos y ver a Robby fue como ver a un ángel mirándole fijamente, bajo su vista a la barriga del Omega, la ira se apoderó de él que aparto la mano de su esposo sobre su hombro

—Voy en unos segundos—Respondio con dificultad queriendo ponerse sobre la silla, el Omega lo ayudo lo más que pudo

—Tu pijama está desacomodada—Dijo Robby abotonando la prenda de Miguel quedando sus rostros cerca, realmente el Alfa tenía el impulso de besar al joven frente a él y no desaprovechó la oportunidad atrayendo el rostro del Omega y besarlo con intensidad, pensó que Robby no correspondería, y cuando lo hizo fue como antes que se fuera

Esa emoción ardiente que quemaba en sus labios fue la mejor sensación que Miguel había sentido en meses, cuando tuvieron que separarse observo las mejillas sonrojadas y los labios húmedos del Omega.

—¿El bebé se mueve mucho?—Pregunto curioso acariciando con suavidad el vientre

—¿Porque preguntas por eso?

—Solo quiero saber...

—Aveces, no es muy molesto, no sé si es niño o niña.

—¿Al menos el te ayuda...?—La pregunta quedó suspendida en aire esperando una respuesta

El Diablo no ayuda...solo condena y mortifica—Volteo a otro lado de la habitación mirando a un cuadro de los dos

—¿El diablo? ¿A qué te refieres con eso?

—Tu desayuno se enfría, vamos—Hizo avanzar la silla de ruedas al comedor no queriendo responder más a la plática, el solo pensar en Silver le daba náuseas y ganas de vomitar

Comieron en silencio cuando un toque en la puerta interrumpió.

—Ire a ver—Susurro Robby dejando su plato a medias y caminando hasta la entrada de la puerta encontrando al diablo con unas rosas

Silver entro como lo hubieran dejado pasar, le entrego las flores que se empezaba a enojar por irrumpir en su hogar

—Señor de Diaz—Se burlo Silver llamandolo por su nombre de casado

Miguel escucho extrañado la voz del hombre y olió sutilmente el aroma dominante que quería emanar en su hogar, avanzo en la silla hasta la sala dejando notar su presencia, unos retorcidos celos surgieron cuando vieron a su Omega sosteniendo las flores sin notar su cara mal disimulada de asco

—Señor Díaz—Saludo Silver mirando al Alfa en silla de ruedas

—¿Quien es usted?—Cuestiono viendo como el otro hombre hacia una sonrisa de lado, queriendo mostrar su superioridad

Salvando a la Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora