Capítulo 12: Confusión

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Seis meses habían transcurrido. Tanto Naruto como Sasuke habían cumplido ocho años con unos meses de diferencia, siendo el rubio, el menor entre los dos.

Minato había estado a punto de enloquecer al no saber que regalo le podía dar a su pequeño, finalizando en un oso de peluche que le había regalado junto a Itachi, que duplicaba el tamaño del niño.

La diferencia entre ambos infantes era increíble y a medida que pasaba el tiempo, se hacía más notoria. La personalidad de Naruto seguía siendo igual que siempre, distraído, simpático, amable y feliz, mientras que la de Sasuke había comenzado a cambiar mostrándose más serio y distante de toda persona que no sea su familia o el mismo Minato, a quien sin siquiera preguntárselo, lo habían adoptado como si fuera un miembro más.

Fugaku y Mikoto se encontraban algo preocupados por el azabache menor y fue Itachi, quien les pidió no interceder para obligarlo a que socialice con otros pequeños, argumentando que a medida que él fue creciendo, fue tomando una personalidad muy similar. Agradecía que Sasuke aún se muestre amable con los demás y sorprendía que Naruto sea el único con quien se mostrara cariñoso todo el tiempo, siendo que había comenzado la etapa donde le avergonzaba, incluso, besar a su hermano en la mejilla.

Minato, por otra parte, estaba aliviado de saber que el pequeño Uchiha no era permisivo con los aldeanos como lo era su hijo, quien solo agachaba la cabeza y trataba de hacer oídos sordos a los insultos que recibía.

—Sasuke, debes entenderlo, lo que hiciste está mal.—Fugaku estaba sonrojado por el enojo, mientras sostenía las bolsas de papel con los alimentos que le había pedido su esposa. Gritaba tratando de amedrentar a su hijo y hacerle entender la gravedad de la situación.

El niño, por otro lado, se encontraba tomando a Naruto de la mano con una mirada aburrida sabiendo que el discurso que le daría su padre, era el mismo que le daba a los shinobi que habían cometido un error en sus misiones.

—¿Qué sucedió? —Itachi preguntó con un semblante preocupado. No era normal que su padre le hablara de esa manera a su hermano.

—Sasuke amenazó con un kunai a un comerciante.—Explicó el patriarca, pasando sus manos por su pelo. Parecía algo desesperado— ¿Sabes en el problema en el que nos podríamos meter?

—Ese imbécil se lo merecía —A la mierda la amabilidad del infante— Estaba insultando a Naruto desde hace un buen tiempo, ya le había advertido que parara.

Fugaku los había dejado ir al parque solo por cinco minutos en lo que él compraba, el mayor confiaba en que no había pasado más tiempo que ese cuando comenzó a escuchar los gritos de algunos aldeanos.

Cuando giró su cabeza preocupado por sus pequeños, se encontró a Sasuke sentado sobre el comerciante que había derribado, con kunai en mano y apuntando a su cuello, obligándolo a que se disculpe con el pequeño niño que derramaba lágrimas silenciosas.

—Lamento haberte asustado.—El azabache atrajo a su amigo a sus brazos, quien se aferró a su camiseta con fuerza— No iba a dejar que siguiera con eso.—Aclaró.

Fugaku estaba que no lo creía. Le había pedido perdón al ojiazul solo por haberlo asustado al actuar de esa manera y no con el aldeano al que estuvo a punto de cortar su garganta.

—¿Sabes lo que pasaría si le haces daño? —Preguntó su padre tratando de controlar su ira.

—Pero no lo hice —Habló seguro— Tengo el suficiente control para mantener un arma firmemente —El pequeño rubio limpió sus ojos, que aún se encontraban brillosos, con el puño de su oscura camiseta— Si nos disculpan, acompañaré a Naru para que se calme.

Oportunidad (MinaIta - SasuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora