ÚNICO

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QUINO & FEM!OC

paraíso.

más de 1000 palabras. ©︎

Para ese momento, ellos no tenian acceso a ordenadores en sus propias casas, cuando mucho tenían que ir a una biblioteca para usar una en los horarios de clase o momentos en los cuáles querían pasar el tiempo. Más se la pasarían paseando en su bicicleta o caminando por ahí con un paquete de pipas en la mano, para conversar sobre su vida, pero siempre alguno de ellos acababa comiendo de más pipas inconscientemente por seguir la conversación, como era costumbre. Sin embargo, en una de esas tardes Javi los invitó a pasar la tarde en su casa porque quedarían pocos días para el comienzo de clases. Era de esas pocas veces en que Javi los invitaría a su casa porque tenían que concentrarse en sus clases, siendo tambien que los amigos solían ir a su casa casi todas las semanas. A veces todos aparecían en su casa sin un permiso previo. Pero esta tarde era otro caso, porque Javi pensó que sería interesante que todos sus amigos se vean en su casa, para pasar el tiempo por unas horas, para conversar como los amigos que solían ser.

Verdad o consecuencia, sería el punto más caótico de su tarde entre amigos. Tambien, al padre de Javi le parecía más sano que todos pasen el tiempo ahí en su casa en vez de que estén pasando el tiempo en otras partes que no conocían. Así, Javi los invitó a todos a comer en su casa como a oír de las vidas de todos, pasarían toda la tarde ahí. Por su parte, el padre de Javi había pensado que tendría sentido salir a pasear o a comer por ahí con unos compañeros, se encontraría con su amiga más cercana en el centro. Así, por la tarde ese día, Quino pasó por la casa de Sofía para caminar los dos a la casa de su amigo Javi, porque por más de que les costara conversar sobre sus sentimientos, los dos sabían que sus sentimientos serían mutuos, creían que esa tarde podría ser el momento más oportuno para acercarse en todo sentido. Tambien, así Quino como Sofía podrían usar la consecuencia para acercarse el uno con el otro, podrían así aclamar del otro su primer acercamiento.

Así, conversaron de lo que sea por el camino a la casa de Javi por su confianza. Al llegar a la casa de su amigo, Bea les abrió la puerta con un saludo de amigos para subir al cuerto de Javi para pasar la tarde. En el cuarto de Javi, todos se sentaron en círculo en el suelo uno al lado del otro, en el medio de todos los chicos colocaron dos masos de cartas, un maso de cartas con preguntas como otro maso a su costado con consecuencías que cumplir. Así todos acostumbrados a ese pasatiempo, conversarían al mismo momento en que comerían, para ir contestando las preguntas o llevando a cabo las consecuencias. En cuanto a como se sentaron, Bea se encomtraba sentada al costado de Javi, a la derecha de Javi se sentó Olivia, a su derecha se sentó Álvaro, para que a su costado se siente Zeta, para que al costado de todos ellos se sienten Quino con quien a su costado tenía a Sofía, sentandos uno con el otro compartiendo risas en el hombro del otro cuando sentían que Álvaro se reía al costado de Zeta por sus acercamientos, porque Sofía sentía como Álvaro a veces apretaría los dedos de Zeta como su amigo más cercano.

Álvaro apreta los dedos o la piel de la mano de Zeta con aprecio, o Zeta apreta la piel del cuello de Álvaro porque a Álvaro siempre le causaría cosquillas. Ellos dos habían confesado sus sentimientos al uno al otro unos días previos a esa tarde, pero Álvaro aún sentía esas cosquillas en el todo el cuerpo por la cercanía de Zeta a su costado, soltaría risas curiosas al pensar en cómo se sentían las manos de Zeta en todo su cuerpo, en su cuello o en su manos. Semanas atrás, Álvaro confesó sus sentimientos a Zeta porque sentías esas copas de más en su cuerpo como para confesar sus sentimientos a su amigo. En ese momento, Quino mismo tuvo que cuidar de Álvaro en el momento en que lo encontró escupiendo el contenido en una maceta de una planta, porque Álvaro no podría contener esos contenidos en su cuerpo por unas horas, solía soltar todo en pocas horas, siendo Quino quien tuvo que acompañarlo a su casa a las horas. Así, Álvaro creía que tenía que sentir sofoco por esa situación previa.

VERDAD O CONSECUENCIA | QUINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora