Si tuviera que elegir alguna manera de describir a Sky, diría que él era como las luces de neón del distrito de San Marco en las noches; lo primero que vez dentro del ruido visual de la ciudad o de un club nocturno lleno de gente. Imposible que pasase inadvertido.
Así como las luces de neón te invitaban a adentrarte al distrito en busca de pasar una noche fantástica, prometiéndote una velada llena de todas las cosas prohibidas posibles, Sky te atraía hacia él con su mirada fría, penetrante y su contrastante sonrisa compradora, animándote a perderte en su aura llamativa e intrigante.
La primera vez que lo vi, las luces estaban completamente apagadas, hasta que un reflector se endendió alumbrando el centro del escenario. Una figura en medio resaltó de espaldas, con una vestimenta que dejaba ver unos delicados y singulares tatuajes de fases lunares.
Así, las luces parpadearon, anunciando el inicio de la presentación junto con los primeros acordes de la música. Los colores cálidos y fríos de los reflectores jugaban entreverándose entre sí, destacando la presencia del bailarín en aquel escenario que, a pesar de ser pequeño, no lo era lo suficiente como para limitar la gracia de sus movimientos. Te deslumbraba como las mismas luces de aquella zona de clubes nocturnos, como los letreros que pintaban de multicolores los callejones más oscuros. Pero, en lugar de cerrar los ojos por la intensidad de la luz, los mantenías bien abiertos y fijos sobre él, sin lograr desviar la mirada en ningún momento, y por un segundo olvidabas quién eras tú y dónde estabas.
Era lo que hacía de las noches en San Marco algo mágico y satisfactorio de ver, porque entre los grises de la cotidianeidad de la ciudad, Sky llenaba el vacío con sus colores.
En mi corta vida, pocas cosas eran las que se robaban mi atención de esa manera. El ritmo del día a día no dejaba espacio para apreciar la vista antes de llegar al final del camino, porque debías trabajar duro todos los días, sin parar ni respirar, para llegar a fin de mes.
Bueno, había gente que la tenía aún peor que yo, así que optaba por no quejarme al respecto y continuar con mi vida en piloto automático. Era mejor vivir de esa manera, sin ser consciente de la mierda de vida que vivía, ignorando las cosas de las cuales mi vida carecía, aunque el anhelo era difícil de barrer lejos en algunos momentos. Era una realidad injusta, y aunque me obligara a resignarme y aceptar las cosas como eran, una parte de mí se resistía a vivir de esa manera.
Por eso, ver a Sky era como una bocanada de aire fresco. El maquillaje y la gran cantidad de brillos sobre sus pómulos me habían atrapado. Sin mencionar que su vestimenta llamativa no era normal verla en un hombre, nadie se atrevería a usarla. En realidad, nadie podía. Pero Sky y los demás chicos que trabajaban en el club sí lo hacían, pero sólo en esas noches y en ese lugar. Esas eran las reglas.
Cuando Sky había finalizado con su espectáculo, bajó del escenario y recibió amablemente todos los elogios que los hombres a su alrededor le brindaban. Mientras yo trabajaba de camarero, intentando estar a la altura de la demanda de tragos de los clientes, esquivando personas audazmente y agradeciendo al cielo no lanzar las bebidas encima del atuendo de ningún multimillonario, no dejaba de buscarle con la mirada.
Él nunca estaba solo, siempre había algún hombre que se sentaba con él a tomar un trago y a conversar. Ese era parte de su trabajo, ser un buen agasajador, hacer que los clientes del club se entretuvieran y estuvieran a gusto, que tuviesen una gran noche para que volvieran a la siguiente.
Mientras tomaba la oportunidad de ver qué era lo que él hacía, cómo interactuaba con los demás, varias preguntas rondaban mi cabeza.
¿Quién eres? ¿Cómo te llamas realmente? ¿De dónde vienes? Eran algunas de ellas.
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• SKY ; Dreaming ~ [JIKOOKMIN] • (3SHOT)
FanfictionEl distrito de San Marco tenía todo lo que Jungkook odiaba; las personas eran privadas de su libertad de expresión. Allí, ser quien eras podía poner una bala directo en tu cabeza. La ley no le amparaba y, por ende, él se aseguraba la vida manteniénd...