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El estrellato de la casa más famosa del mundo, Gran Hermano, había terminado.

La casa ya tenía dueño y ese era Nacho.

La celebración de aquella victoria que ya todos veían en la mano de aquel joven muchacho iba cesando.

Pasaba el tiempo, las entrevistas iban desapareciendo, ya los participantes no estaban teniendo presencia escenica en la tv, exceptuando aquellos participantes extravagantes que se abrieron paso a la farándula.

Aquellos que más atención estaban recibiendo eran los finalistas, entrevista tras entrevista, programa tras programa.

Detras de Nacho, el ganador que hablaba con tal orgullo de su esfuerzo en cada lugar, le seguía Marcos, quien fue su contrincante para poder obtener su casa de ensueño .

Poco a poco estaban empezando a tener tiempo, estaban ansiando tener ese tiempo para poder reunirse los dieciocho otra vez para conocerse mejor, dejar de lado quienes eran en esas cuatro paredes y conocerse desde cero.

Marcos anhelaba que eso terminara pronto, era un hombre de poca parla y tener que dar palabra tras palabra y siempre lo mismo en distintos programas le parecía un martirio.

Él no veía la hora de terminar aquello y poder abrazar a su familia.

Él no veía la hora en tener aquella reunión y reencontrarse con sus compañeros.

Marcos no veía la hora de reencontrarse con Agustín y tener aquella cita prometida.


[      ♤      ]

El ojiverde acomodó su pelo una última vez antes de sonreirse en el espejo y salir del baño.

Los demás estaban esperándo afuera para comer todos juntos.

Aquél asado que Ariel tanto había prometido hacer ya estaba por ser servido en la mesa (y no quemado).

Desde la puerta del patio trasero, buscó con la mirada donde ubicarse, pues todos ya se encontraban hablando entre sí y no quería entrometerse.

-Primo, ¿Se va a quedar ahí toda la noche? Pase pase no sea tímido que no mordemos - La correntina no lo dejó hablar que ya lo había agarrado del antebrazo para llevarlo ante los demás, específicamente junto a Agustín, quien lo había visto a lo lejos esperando que él notara su presencia.

-Primo.

-Agu.

Esa fueron los primeras palabras que se dijeron desde la última vez que se vieron.

-¿No me vas a abrazar, primo? O ¿No me extrañaste?.

-¿Eh? Si si, yo solo ... -.Estaba nervioso y sabía porqué.

Se dio vuelta para soltar el agarre de Coty, pero no notó cuando su amiga se había ido, estaban ellos solos.

Los demás estaban en su mundo, dispersos por el pequeño lugar, cada uno con la mirada enfocada en distintas cosas.

Las miradas no estaban atentos a ellos, a los demás ya no les importaba que hacía el otro, ya no estaban jugando, ya no habían cámaras.

Reencuentro; MARGUS¡!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora