fall in love [dramitsu]

OO3: después de clases

Los nervios de Mitsuya explotan cuando las clases llegan a su fin, ha tratado de mantenerse tranquilo durante su jornada escolar pero la realidad lo golpea tan pronto como suena el timbre. Yasuda es la única que sabe al respecto y ella luce más emocionada que él mismo, es también quien le ayuda a prepararse para su cita de la tarde.

Apenas salen de su última clase Yasuda lo arrastra fuera del salón para no perder ni un segundo, su primera cita era importante y no podía retrasarse bajo ningún concepto.

—Él llegará más tarde de cualquier modo, Yasuda.

—¡Tonterías!– le responde la chica con el ceño fruncido. —¿Cómo podría alguien llegar tarde a una cita con usted, presidente?

La confusión de Yasuda es evidente, puede apreciarse no solo en su rostro sino también en su voz y es una duda genuina ¿cómo alguien que está por salir con Takashi Mitsuya siquiera pensaría en llegar tarde? La sola idea era ridícula y ofensiva.

Sin embargo, la pregunta lo ha tomado desprevenido así que se detiene unos momentos para intentar responder en un desesperado intento por justificar a su amigo y evitar que Yasuda lo odie por "hacerle esperar".

—Él estudia en otra escuela así que supongo le tomara un tiempo llegar aquí además seguramente lleve a Mikey a su casa.

Mitsuya puede escuchar un resoplido salir de la boca de la joven pero no tiene tiempo de decir nada más porque nuevamente está siendo arrastrado a la salida, no es que le moleste pero si es honesto le habría gustado tomarse un poco más de tiempo para prepararse mentalmente antes de salir.

Contrario a sus suposiciones, Draken ya está afuera de su escuela cuando él finalmente logra salir. La imagen lo deja boquiabierto y una vez más se detiene para tratar de pensar, está situación no la esperaba.

Del otro lado del portón puede ver al chico recargado en su motocicleta y con una paleta de cereza entre los labios, su rostro aburrido lo hace parecer un delincuente y Mitsuya siente sus mejillas arder por lo caliente que se ve. No pueden culparlo, Draken es atractivo y él simplemente sabe apreciar la belleza masculina.

Si antes estaba nervioso ahora mismo se encuentra al borde del colapso, pese a saber que se encontrarían esa tarde después de clases Mitsuya juraba que Draken llegaría tarde así que no sabe que hacer o como actuar ahora que está ahí, frente a él tan puntual que parece que ha sido Draken quien ha tenido que esperarle.

Sin darse cuenta Yasuda ya no camina frente a él sino que ahora puede sentir las suaves manos empujandole la espalda mientras su voz le dice en un tono bajito que se de prisa, nuevamente ella luce más emocionada y no sabe si debe sentirse culpable por ello.

Pareciera que Draken ni siquiera se ha percatado de su presencia, aunque no es su culpa pues aún hay suficientes estudiantes creando un mar de gente y dificultando la posibilidad de verlo, sigue ensimismado con su teléfono riéndose de alguna tontería que le habrán dicho sus amigos.

Nuevamente detiene su andar pero ha decidido que esta será la última vez que se frena, toma aire tratando de relajarse y sujeta las manos de Yasuda para agradecerle la ayuda y el apoyo moral haciéndole saber que apartir de ahora se hará cargo del asunto por su propia cuenta. Puede ver la sonrisa de la muchachita antes de que se eche a correr dejándolo solo.

Se queda de pie unos momentos viendo al chico frente a él y finalmente puede permitirse respirar de forma tranquila, su corazón late emocionado en el momento en que ambas miradas se encuentran y siente como si el resto del mundo hubiera desaparecido. De repente son solamente ellos dos y la distancia que los separa se hace cada vez más corta, avanza rápidamente hasta que por fin se encuentra cara a cara con Draken, no sabe que decir pero tampoco necesita palabras para hacerle saber lo feliz que se encuentra en ese momento.

—Hey– saluda Ken, aún recargado en su motocicleta y acariciando el vehículo en un gesto que Mitsuya reconoce como nervios, dios así que él no era el único.

—Hola– le responde de forma tranquila. —Llegaste antes de lo que pensé.

—No quería hacerte esperar así que me salte la última clase– explica riéndose y Mitsuya se siente en el cielo.

La risa de Draken era tan bonita que Mitsuya ni siquiera encontraba las palabras para describir lo mucho que le gustaba ese sonido.

Antes de decir algo raro bufa para tapar su propia risita y sin permiso se monta en el vehículo ajeno.

—¿Y qué esperas entonces?

Draken suelta una carcajada más antes de acomodarse en la motocicleta para encender el motor y emprender el viaje.

Mitsuya ni siquiera tiene expectativas para esta cita pero para este punto ya puede catalogarla como perfecta.