5. La Fiesta

177 31 0
                                    

Después de estar toda la tarde riendo y hablando decidimos que ya era hora de empezar a prepararnos para la fiesta, éramos conscientes de que llegábamos tarde, pero no nos importó. Cuando ya todas estuvimos listas fuimos al Gran Comedor que ya estaba decorado y era tan hermoso ver como gracias a la magia podías ver el cielo estrellado en el techo.

Visualicé a lo lejos a los chicos demasiado bien vestidos y sonreí al verlos reír, me encantaba demasiado verlos tan felices y tan bien, ojalá nunca perdieran su esencia.

Había compartido tantos momentos con los Merodeadores que no podía creer que ya fueran unos adultos, aunque para mí seguirían siendo unos niños. 

Me di cuenta de que estaba hablando en mi cabeza como si fuera una abuela, porque claramente había crecido con ellos y eso era lo bueno, tuve la suerte de vivir con ellos muchas cosas divertidas y algunas no tanto.

James dirigió su mirada hacia mí y me regaló una sonrisa, mientras me saludaba con la mano, lo cual correspondí feliz.

Estaba demasiado feliz de saber que siempre tendría a James.

Marlene tiró de mí y me abrazó por los hombros mientras caminábamos hasta la mesa de bebidas.

—¿Ya vamos a emborracharnos? —le pregunté divertida y ella asintió con la misma expresión.

—Este es nuestro último día, así que debemos aprovecharlo al máximo —negué divertida mientras agarraba un vaso y le daba un trago, logrando que hiciera una mueca de asco que hizo que Marlene se riera de mí.

—No hace gracia —ella siguió riéndose de mí logrando que volteara los ojos divertida.

—Es que mujer, eres la persona que casi nunca bebes y ahora agarraste el vaso con la bebida más fuerte que hay —suspiré.

Ella tenía mucha razón, no era una persona que bebiera y no sé, odiaba el olor y el sabor, pero a veces solía beber, era algo raro que todavía no tenía una explicación clara, pero bueno.

—¿Para qué me dejas agarrar ese vaso? —ella volvió a reír— Me rindo contigo, no tienes remedio.

—Me amas —asentí y empecé a caminar por el lugar, la verdad es que odiaba estar mucho tiempo en un sitio, así que preferí dar una vuelta y ver a todos los de séptimo felices porque terminaron los exámenes y ya no volverían a Hogwarts.

Yo estaba feliz, pero también sabía que extrañaría demasiado Hogwarts, en especial a la profesora McGonagall, ella había sido como una madre para mí, al igual que Euphemia, fueron un apoyo demasiado grande en el momento que perdí a mis padres. 

Miré de reojo a McGonagall que estaba viendo todo con una pequeña sonrisa. ¿Qué estaría pensando? Me acerqué a ella con una pequeña sonrisa, ella me vio y me sonrió.

Sin duda alguna era la mejor profesora del mundo y siempre pude contar con ella para todo.

—Buenas noches señorita Sayre.

—Buenas noches profesora McGonagall, quería hablar con usted —ella asintió.

—¿Qué ocurre querida?

—Quería agradecerle por todo, fue la mejor profesora del mundo y siempre estuvo para mí, para alegrarme y para apoyarme en todo. Simplemente, gracias por todo Minnie —susurré—. Gracias por enseñarnos tanto y por querernos demasiado, sin usted no sería lo mismo sin duda alguna. Es una gran referente para mí y agradezco haberla tenido como profesora, ha sido como una madre para mí... —ella con lágrimas en los ojos se acercó para abrazarme. 

Feliz le correspondí el abrazo porque era algo que había necesitado y que mejor que de Minnie. Rompí en llanto porque nada sería lo mismo y ya no la vería, al menos no como me gustaría.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 17 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Endgame ||James Potter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora